Buenas queridos lectores ante todo me presento soy una Paola que adora el sexo y no tiene prejuicio alguno con eso. Soy rubia, ojos oscuros, mido 1,62; mis pechos son voluptuosos y me destaco por tener un buen culo (así dicen los machitos que me vieron) aunque prefieran mis tetas. Si debo destacar algo de mi… es que lo que más me calienta, tener un buen pedazo de pija en mi boca con la que se entretenerme más que bien.. sin más preámbulo doy lugar a mi relato ojala les guste y en el caso de los hombres me dediquen un par de pajas.
Me encontraba en la fila para pagar los servicios en el banco, era un día soleado y a las 11 ya se hacía sentir el calor, llegaba puesto un shorcito blanco, unas sandalias bajas y una musculosa negra que del calor comenzaba a pegarse en mi espalda. Hacía más de quince días que no cogía, por esos días Pablo dejo de verme ya que su mujer comenzaba a tener sospechas, lo que a mí me ponía loca ya que no soportaba estar tanto tiempo sin una buena chota dentro de mí.
En la fila se encontraban hombres de todas las edades en especial viejos, los miraba a todos con detención, uno era gordo y usaba una camisa a cuadros que a penas cubría su área abdominal; unos pasos más adelante había un señor de traje, se notaba su higiene y elegancia estaba hablando por celular; por último, detrás mío había un tipo de alrededor de los 60 años, tenía una camisa celeste y un pantalón gris que pasaba la altura de su cadera, se veían bastantes cabellos grises en esa cabeza. Cuando di vuelta a observarlo vi como una sonrisa de dibujo en su rostro, tratando de disimular que antes estaba mirándome el culo.
Me sentía acalorada, y el mojado que persistió en toda la mañana comenzaba a calentarme, sentía terrible ganas de entrar en un baño público y hacerme una muy buena paja, aunque a esas alturas ya no me satisfacía, solo una pija venosa y dura como las que me gustaban podían calmar la hembra en celo que me había convertido.
Luego de un rato vi que el hombre que estaba detrás mío salió de la fila y fue hasta la mesa de entrada. Cuando lo vi caminar hacia la fila , recordé porque me calentaban los viejos, en su pantalón ajustado por el cinto que llevaba puesto, no pude evitar clavar mi mirada en sus huevos, resaltaban significativamente, un escalofrió recorrió mi cuerpo al imaginar a aquel viejo parado frente mío y yo chupándoselos como una puta.
Cuando se dio cuenta de eso, me miro y se mandó la mano dentro del pantalón en un gesto de hombría. Cuando se volvió a colocar detrás mío intento comenzar a tener una conversación:
Hombre: dijeron que se había caído el sistema, que ahora va a ser más rápido.
Yo: (dándome vuelta) ah sí? Bueno mejor que usted fue a preguntar entonces..
Hombre: es que ya estoy acostumbrado a los trámites, un hombre separado debe saber a la fuerza.
Yo: Uuh, claro tiene razón..
Durante la espera comenzó hablarme de su vida, que se llamaba Hugo que se había separado hace cinco años sin volver a estar con nadie más, que vivía con sus hijos y nietos pero el se hacía cargo de la casa. Entre la charla me decía que era muy bella, y que a una señorita tan linda no la dejaría que ande sola por la calle. Cada vez se acercaba más a mí, comencé a sentir su aliento a viejo su perfume a macho, de esos fuertes que te hipnotizan.
La fila empezó a moverse hasta que pudimos entrar adentro del banco, estaba las tiras de elástico que separan las filas por el cual dejaba un mínimo espacio para que la gente pase. Sentía como de a poco Hugo empezaba a rozarme el culo, al principio no me di vuelta tratando de disimular, pero cada vez me rozaba apretándome mas en un instinto de puta estire mi culo más atrás casi rogándole que siga haciéndolo. Luego de unos minutos, nos atendieron a ambos aunque él tuvo más suerte y logro salir antes que yo, la chica que me atendía a mí se notaba que era nueva y necesitaba que el supervisor revise cada cosa que ingresaba en la computadora.
Pasados unos minutos logre salir del banco, no me pude despedir de Hugo y lo lamentaba muchísimo. Cuando estaba guardando los papeles en la cartera siento que alguien me silva de la vereda del frente. Levanto la mirada y era Hugo que me llamaba, no pude disimular mi cara de satisfacción al verlo ahí esperándome.
Cruce para su vereda y vi que se acercó a mí,
Hugo: Me preguntaba si querías y tenes tiempo de ir a tomar un café.
Yo: si bien tenía que llevar esos papeles, podían esperar. Acepte con gusto su invitación y me deje llevar a donde el quería. Me propuso ir a un barcito que estaba por Once, yo conocía varios por ahí por el telo que a veces iba. El barcito estaba medio escondido entre una parrilla que estaba al lado, cuando entramos se veía la suciedad del lugar, puchos tirados en el suelo, botellas vacías en las mesas, las mesas mojadas de todas formas nos sentamos en una mesa para dos que estaba frente a una ventana que corría el aire. Cuando llego el mozo a la mesa, Hugo pidió una cerveza y yo lo acompañe. El mozo cuando nos vio a los dos, se quedó sorprendido seguramente habrá pensado de donde saco este viejo a una pendeja (aunque no lo era tanto), me sentí un poco atorranta en esa situación era una puta cualquier acompañando a un viejo sin gracia alguna.
Cuando estábamos tomando las bebidas, Hugo coloca su mano en mi pierna y dice:
-Hugo: Y tenes que hacer algo a la tarde bombón?
Ahora me estaba llamando bombón, el viejo comenzaba a entrar en confianza.
Yo: Debería, pero no se depende que me proponga.. (acercándome a su cara)
El viejo me tomo de las mejillas, y me introdujo la lengua hasta la garganta casi. El aliento de ese hombre solo hacia excitarme aún más. Sin perjuicio alguno me mando una mano en la teta y empezó a manosearme, sentía como iba entregándome en las garras de ese macho sin resistencia. Intente poner mi mano en su pija, pero el la separo. Me acerque a su oído y dije,
Yo: me llevas al telo? (Pasándole la lengua por los labios)
Más que una pregunta fue un ruego provocado por mi conchita completamente mojada, mando su mano en mi orto empujándome hacia el borde de la silla.
Ante eso viendo que el mozo no estaba en la vista, me arrodille en el suelo quedando debajo de la mesa y entre las piernas de aquel viejo. Separe sus piernas y baje suavemente la bragueta mientras lo miraba desafiantemente, se asomó una pija con una cabeza bastante grande para el resto del tronco, y un poco flácida. Largue bastante saliva haciendo que caiga hasta en el suelo, envolví la punta con mi lengua haciéndole fricción en cada movimiento. Con mi mano empecé a manosearle los huevos por sobre el pantalón, eran tan grandes que ya no veía la hora de devorarlos. Recorría con mis labios su pija saboreando esa oleada que emanaba de su chota, pero a mí me encantaba. Su rostro empezaba a desfigurarse y su pija iba de a poco cobrando tamaño dentro de mi boca.
Apretaba fuerte la parte media que sabía que lo iba a enloquecer, con la otra mano pajeaba la base dándole calor con mi aliento. El viejo estaba que explotaba de la calentura y yo que adoraba chupar pijas no me importaba estar haciéndoselo toda la tarde, pero mi conchita estaba más necesitada.
Cuando entre en razón, estaba arrodillada en ese piso asqueroso, lleno de tierra y con olor a cerveza. Me levante sutilmente del suelo y con un gesto de seducción cerré nuevamente su bragueta.
Hugo: (tomándome de la cintura) rubia esa boquita que bien sabe chuparla..
Yo: (pasándome la lengua por los labios) y eso que solo fue una entradita..
Dejo en la mesa la plata de las bebidas y sin hacer más, salimos del bar. Cuando estábamos en la esquina le dije que a dos cuadras se encontraba un buen telo, a lo que él me sorprendió diciendo:
Hugo: Ya se mamita.. no sos la primera puta que me cojo ahí..
Eso me puso a mil, un viejo de esa edad siendo tan lanzado me dejaba a punto para ser cogida como a él más le guste.
Cuando llegamos al telo no espero mucho, abrió la puerta de la habitación y se tiro arriba mío, comenzó sacándome la musculosa y manoseándome las tetas, levante un poco la cabeza y largue abundante saliva, sentía sus labios en mis pezones apretándolos fuertes mientras su lengua ensalivaba toda mi piel. Su mano fue bajando hasta mi shorcito desprendió el botón de un estirón y metió su mano completa en mi conchita, comenzó a rozarla y fregarse sobre mí. Automáticamente su dedo se envolvió del flujo que me iba bajando, lo saco y me lo mando en la boca al mismo tiempo que largo sobre mi lengua un hilo largo de saliva caliente. Saboree como nunca eso, succionaba su dedo como si fuera su chota y el apretaba sus labios. Se paró frente mío quedando yo abajo de él, en una posición de virilidad absoluta que a los hombres les encantaban. Se sacó los pantalones tirándolos en el suelo, mientras me sacudía su chota en mi cara,
Hugo: Queres esto no putita??? Se te hace agua la boca un pedazo de pija atorranta de mierda.
Yo: mmmm (lamiendo el tronco) uuffff siii dame toda tu chotaa..!!
Se la aprisioné con una mano, endureciéndose en una forma por demás fascinante. Me la metí en la boca de inmediato, dispuesta a chupársela con todas mis ganas. La saliva caía en mi cuello, al mismo tiempo que apretaba fuerte su vena queriendo hacerla estallar,
Ernesto: Ahhhhhh… esa boquita hija de putaaa…!
Succionaba con todas las fuerzas, mientras inclinaba la nuca para que me penetrara mejor en la boca, tragaba saliva para introducirla más y lo poco que quedaba afuera recibía una paja furiosa de mis manos. Ahí estaban.. esos huevos tan deseados por mí, me los metí en la boca haciéndolos recorrer todo mi interior, eran peludos pero llenos de la leche que me iban a hacer llegar a mi orgasmo tan esperado.
Hugo: Ayyyyyy que petera que sos por favoooorrr!!
Sacaba mi lengua y la moví de arriba abajo calentando su piel, y cuando podía daba pequeños mordiscones para que gritara del dolor.
Me aparte de su lado y él se recostó en la cama, ahí parada sobre el me desprendí del corpiño y del shorcito, cuando observo que no llevaba puesta tanguita, dijo:
Hugo: nooooo como podes ser tan putita!!!
Me arrodille quedando de espaldas a él, puse mi conchita sobre su boca y empecé a mover para adelante y para atrás, estaba realmente mojada tan así que por mis muslos se observaba el flujo que caía. Me entregue por completo a ese macho para que me comiera por completo.
Separo con sus manos mis nalguitas haciendo quedar más hacia adelante, en forma bestial me lamia la raya del culo introduciendo la lengua para que a la fuerza se dilatara el agujero del culo. Cada lamida me hacía estremecer y gritar de ganas, ese hombre sabia mi punto exacto, me mordía el culo tocando mi punto más débil, me daba nalgadas para que me moviera más rápido.
Dejo su rostro debajo de mi culo y con su dedo empezó a masturbarme el clítoris, dolía muchísimo de lo hinchado que estaba, yo le suplicaba que parara pero fue en vano, lo hacía con mayor ritmo y yo no lo podía soportar.
Me empujo para adelante para poder salir debajo mío, agarro un forro que estaba sobre la mesita de luz y se lo empezó a poner,
Yo: Nooo forrito no hace falta, las putitas saben cómo cuidarse.
Hugo: Mmmm te vas a ir con mi acabadita dentro tuyo putita? (Arrodillándose detrás mío)
Empezó a frotarme la punta de la pija por todo el largo de la conchita, de arriba abajo, mientras yo me desesperaba porque quería sentirla de una vez adentro, me retorcía como endemoniada, rasguñando las sabanas.
Hugo: Mmmmm… (apretando poquito en la conchita) se ve que a esta conchita hace rato no le dan pija…!! (Metiéndome un dedo en el culo)
Yo: Ayyyyyyyy siiiiiii!!!
Hugo: Uuffff grítame más putitaaaa gritaaaa!!!! ( clavándome la pija de un golpe y sacándola) grita que sepan que te están garchando por hija de putaaaaa!!!
Yo: Metémelaaaaa hijo de puta!!! no me hagas rogarte… quiero que me cojas…!!!!
Yo misma buscaba con mi mano su pija y trataba de metérmela, pero él me la sacaba haciendo ese jueguito que me dejaba al borde del delirio.
Hugo: No sé qué queres pendeja… esta verga queres..??? (Dándome nalgadas con la chota en el culo)
Yo: Daleeeee metémela yaa!!! cogeme, reventame haceme toda tuyaaa!!!! (Gritando de la calentura) ayyyyyyyy bastaaa metem..
No termine de decir la oración, que me la clavo hasta lo más profundo de la concha, recorriéndome por el cuerpo una electricidad que me dejaba fuera de mí.
Yo: Ahhhhhhhh siiiiii!!! Asiiiiii que ricoooooo…!!!!
Me bombeaba sin parar haciéndome saltar de las clavadas tan profundas y furiosas, sentía que me iba desgarrando por dentro del placer y del dolor, mientras seguía garchandome me nalgueaba una y otra vez, tanto que sentía que mi culo se había adormecido, sin embargo quería mas y maaas de ese viejo de mierda.
Yo: Uuffff siii siiiii siiiiiiiiiii por favooooorrr!!!!!
Hugo: Que culitoo hermosoooo!!!
Yo me arqueaba como una gata, sacando todo el culo que podía. Juntaba mis rodillas y me movía para insertarme su verga cada vez más. En cuatro me sentía una perra embestida por ese macho y yo solo quería satisfacer su calentura, giraba mi cabeza y me mordía la lengua me lamia los labios con mis jadeos ininterrumpidos.
Se levantó de la cama y me tire para atrás, me llevo hasta el cabezal y me separo las piernas como si fuera arrancármelas. Largo saliva en la raya de la conchita, y separándome con los dedos volvió a clavarme esa pija casi perfecta dentro de mí. Yo apretaba la conchita para contraerla y que se presionara más su pija, el buscaba mi boca y me largaba más saliva, mordía la comisura de mis labios y me llenaba de baba todo el cuello.
Me cogía a un ritmo increíble para un tipo de esa edad, y sin hablar de su pija que estaba hecha una piedra que me estaba desintegrando como nadie. Su peso caía todo sobre mi cuerpo dejándome, poco aire para respirar, la cama chillaba y revotaba contra la pared casi al punto de desarmarla.
Yo: Que machooo diooooss!!! Soy toda tu putaaa matameee!!!
Comencé a besarle el cuello mientras se lo chupaba y el me clavaba las manos en los pechos. No pudo aguantar más y descargo todo el semen que llevaba dentro,
Hugo: Ayyyyyyyyyy putaaaa!!!
Yo: Uuufff siiii decimeee puta, soy una puta de mierda!
Hugo: uuuy calentona hija de puta!
Quedo su pija latiendo dentro de mí, envuelta en su propio semen y mis fluidos. Sin que se apartara de mi metí la mano dentro de la conchita y saque la leche me manosee las tetas y mande la mano en la boca.
Yo: uuuummmmm… que lechitaaa!!!
Hugo aun con la pija dura lo que me sorprendía muchísimo me hizo levantar, dejándome semi parada contra la pared, y me puso la pija caliente en el culo.
Hugo: pone las manos arriba trolita.. uuff asii..
Con las manos sobre mi cabeza me volvió a meter la pija dentro de la conchita, esta vez bombeando solo la cabecita. Corrió mi pelo a un costado, ese simple roce me erizo la piel. Largaba aliento caliente en mi cuello, hasta llegar a mi espalda y largar saliva para que la recorriera hasta llegar al orto. Puso sus manos en mis pechos y estiro fuerte los pezones dejándomelos firmes y duros. Con la yema de sus dedos, recorría acariciando mi piel, bajaba hasta el muslo por la conchita y volvía a subir por mi pelvis. Yo tenía los ojos cerrados entregándome a mis sentidos.
Ese silencio absoluto se convirtió en un grito desesperado mío, al sentir nuevamente sus clavadas en esa concha húmeda y sucia.
Yo: ayyyyyy ayyyyyyyyy
Hugo: Te gusta hija de puta no??? (Estirándome del pelo desde la raíz) te encanta pendejaaaa conchudaa!!!
Yo: Siiii me encantaaaa, me encanta que me co… ayyyyyyy siiiiiii…. que me cojas así!!!
Su pelvis chocaba con mi espalda haciendo fuertes chasquidos que retumbaba en toda la habitación, su pija entraba tan adentro que repercutía en mis entrañas, era un placer tan intenso que no se podía explicar con palabras solo mis gemidos de putita lo podían expresar.
Yo: Maaaaas maaaaaas maaaaaas….!!!! Daleeee seguí seguiiii no pareeees uuufffffff asiiii
Clave mis uñas en la pared alfombrada, al mismo tiempo que largue un grito desgarrador..
Yo: Ayyyyyyyyyyyyy!!!!!!
Sentí como mis piernas se aflojaron, tomando completa posesión de mi cuerpo al placer. Hugo me tomo de la espalda y poniéndome a un costado suyo me dijo al oído:
Hugo: Ahhh buenoooo, como acabaste hija de puta…! (Tomando su pija entre los dedos) mira la pija toda veteadita la dejastee..
Se puso arriba mío nuevamente y me la metió en la boca, saque mi lengua y separe la piel de la cabecita para sacar hasta la última gota que brillaba sobre él.
Hugo: Mmm… no podes ser así…
Yo: (pajeandolo) así… así como (llevando la pija hasta las tetas)
Hugo: Así.. putaa, calentona..mmmmmm despiadada, y tener este orto por favooorr no podes más de lo buena que estaaas ayyyy hija de puta despacitooo…
Me incline así el y comencé a comerle la boca, todavía se sentía el gusto a mi flujo y me fascinaba. Recorría con mi lengua toda su boca, y la envolvía con su lengua áspera. El coloco sus manos en mi culo y lo manoseaba desaforadamente. Coloque mis piernas alrededor de su cintura y rozaba mi conchita sobre él, la acabada que hace poco había tenido exigía una segunda aún más placentera. Baje hasta su pija y seguía tan erguida o más que al principio.
Yo: Uuuuf como estamooos!
Hugo: Tu boca de petera en el bar me dejo tomar una pastillita para tratarte como lo mereces putitaa..!!
Yo: Ahhh buenooooo! No lo vamos a desperdiciar!!!
Sentí como entro en mi conchita nuevamente, esta vez dolió un poco más de lo hinchada que ya estaba. Tire mi cabeza hacia atrás y me deje llevar por el placer, poniendo mis manos en su pecho me movía arriba y abajo, hacia los costados, mi culo rebotaba en sus piernas y el no desperdiciaba oportunidad de manosearme enteramente.
Siguió bombeando aceleradamente, mis uñas se clavaban en su pecho transpirado. Su pija comenzaba a latir nuevamente dentro de mí pero esta vez quería llevarme el regalito en la garganta..
Lo lleve hasta el borde de la cama y me metí en medio de sus piernas. Dejando el culo bien parado escupí sobre el tronco y empecé a petear que era lo mejor que sabía hacer ;), abrí mi boca lo más que podía y dejaba mi lengua hacia atrás. Succionaba su cabecita abriendo la rayita. La vena crecía y desentonaba en esa pija que parecía desarmarse en mi boca era una delicia.
Hugo: Bastaaa, paraaaa más despaciooo, (corriéndome)
Yo: (apretando la pija con la mano) basta que???? Si mirateee no das más por acabarme enteraa!!
Pajee de arriba abajo apretando la mano como si me estuviera garchando. Su torso se retorcía e intentaba apartarse, pero su placer estaba alcanzando la cima máxima.
Puso su mano sobre mi cabeza y me la metió hasta lo profundo de la garganta, sin previo aviso largo un chorro de leche que bajo directo por la garganta acabando con suspiros..
Hugo: Siiiiii que placeeer
Yo: Mmmm que ricaaa lechitaa
Me acosté al lado de él, puse mi culo pegado a su pija. El me mordió la oreja y entre jadeos profundos dijo,
Hugo: Que buena puta que soos..
Yo: te gusto? (Frotándome sobre su cuerpo caliente)
Hugo: Coges hermoso pendeja..!
Nos dimos un beso profundo y con bastante lengua, y nos fuimos a duchar.
Salimos del hotel, con ese particular olor a sexo mezclado con fragancia a telo. Mi pelo mojado goteaba en mi espalda y mi shorcito se enterraba en mi orto. Me acompaño hasta casa y quedamos en volver a vernos.
De esta manera conocí a Hugo con el que hoy somos amantes.
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