El haber disfrutado tanto mis primeras relaciones sexuales con mi primo a los 10 años cambiaron mi vida por completo. Aparte de hacerlo con mi primo, tambien lo hacia con mis novios y tenia su total aprovacion.
Hola, me llamo Karin, actualmente tengo 17 años y soy de Lima – Peru.
El haber disfrutado tanto mis primeras relaciones sexuales con mi primo a los 10 años cambiaron mi vida por completo. Aunque la rutina en mi vida diaria continuo, a partir de esa fecha vi a los muchachos de forma diferente. Me excitaba sobre manera cuando sobre el pantalon se les marcaba la verga parada y creo, que debido a mi forma de vestir con minifaldas muy cortas y mi manera tan descuidada para sentarme o agacharme permitiendo que se me viera buena parte de mi, me permitia siempre estar rodeada de chicos mayores que yo.
Por esas fechas yo habia cumplido ya los 11 años y acepte como novio a un muchacho guapo mucho mas grande que yo con el que me pasaba parte de la tarde en algun sitio apartado besandome ardientemente y permitiendole que tocara descaradamente mis piernas y nalgas por debajo de mi faldita. Tambien aprovechaba para acariciar mi conchita por encima de mi ropa interior.
Un dia Domingo al medio dia estabamos mi novio y yo en un parque cerca de mi casa. Estabamos besandonos y acariciandonos como lo haciamos siempre, pero llego un momento en el que manoseo estaba al maximo y ya estabamos super calientes y pense que no era el lugar mas indicado para seguir con el jueguito y le dije que ya tenia que irme a mi casa. Entonces mi novio me pregunto:
– ¿Te puedo acompañar?
– Si quieres, le dije.
Me tomo de la mano y juntos nos encaminamos hacia mi casa
Cuando ya estabamos por llegar el extraño cosquilleo que sentia en mi conchita y la gran calentura que tenia en ese momento por el manoseo previo me hizo pensar que podria hacer alguna cosa para que pase «algo mas» en mi casa.
– ¿No quieres pasar a tomar un refresco?, le pregunte
– No se si se enoje tu tia si paso, me contesto.
– No tiene porque enojarse.
– Bueno, me dijo.
Entramos a la casa y encontramos un recado de mi tia (cosa muy habitual) diciendo que habia tenido que salir y que regresaria tarde, que comieramos, que la comida estaba lista.
En eso llego tambien mi queridisimo primo y como me vio con mi novio se dio cuenta que hoy no podiamos tener relaciones como era costumbre. En cuanto vio mi primo el recado dejado aprovecho para salir de nuevo y me dijo:
– Me voy con los muchachos a seguir jugando, luego regreso para hacer la tarea.
– Esta bien pero no tardes mucho, porque si tu mama llega y no estas te va a regañar.
– Esta bien, llegare antes que ella, aclaro.
Se despidio de mi con un beso en la mejilla y se fue no sin antes decirme al oido «Despues me cuentas todo lo que hicieron». Cabe aclarar que a mi primo le excita mucho cuando le cuento con lujo de detalles las cosas que hago con mis novios. Se calienta tanto que luego tenemos unas extraordinarias sesiones de sexo.
Pero bueno, continuando con la historia, el hecho de estar a solas con mi nuevo novio me exito muchisimo y para que no fuera tan notorio para el le pedi que me acompañara por unos refrescos a la nevera. Fuimos por ellos y regresamos a sentarnos a la sala. Casi inmediatamente nos abrazamos, nos besamos y nuestras lenguas empezaron a entrelazarse de una manera increible. Mi conchita que ya venia humeda por el manoseo anterior termino de mojarse por completo. Empezo a tocarme las piernas y subio su mano hasta mi conchita hizo a un lado mi ropa interior y me introdujo suavemente uno de sus dedos.
¡Casi brinco del placer que senti!
Entonces dirigi mi mano hacia su verga. Estaba durisima y se la empece a acariciar por encima del pantalon. Asi estuvimos un buen rato. Luego el se bajo el cierre, saco su verga que estaba como piedra y empece a hacerle una paja muy lentamente. No paso mucho tiempo y le dije:
– ¿Porque no te la sacas bien para tocarla mejor?
Entonces el se levanto y me tomo de la mamo para que me levantara yo tambien. Me dio otro beso con su lengua y sin dejar de besarme me desabrocho la falda y esta cayo al suelo. Igualmente me desabrocho la blusa y me la quito. Yo estaba tan caliente y disfrutando tanto con aquel beso que no me di cuenta de esto hasta que empezo a desabrochar mi pequeño sosten y me lo quito.
– ¡Oye ya me quitaste todo!, tu tambien quitate la ropa para estar iguales, le dije.
Sin pensarlo dos veces rapidamente se quito la camisa, el pantalon y sus calzones por lo que quedo desnudo delante de mi, apuntandome con su verga que aunque no muy grande si estaba paradisima. No pude contenerme y me agache para mamarsela.
Nuevamente deguste esas gotitas medio saladas que le salian y estuve mamandosela por un buen rato.
– Espera, si sigues me voy a venir, me dijo un poco agitado.
Me puse de pie, me atrajo hacia el y me beso de nuevo. Paso sus manos por mi espalda y llego a mis nalgas las estuvo apretando y acariciando. Metio sus manos dentro de mi ropa interior y me las bajo hasta las rodillas. Saque los pies y me las quite completamente.
– Oye ¿no llegara tu tia?, me pregunto.
– ¿No viste que el recado donde dice que llegara tarde?, lo mas seguro es que llegue de noche asi que no te preocupes por eso.
– ¿Porque no vamos a tu cama para estar mas comodos?, me dijo nuevamente.
De acuerdo, le dije, y lo jale de la mano hacia mi habitacion. Al ir desnudos y el detras de mi viendome las nalgas me produjo una excitacion extra que me calento aun mas.
Nos acostamos y empezamos nuevamente el manoseo. Empezo a besarme el cuello, luego me chupo un buen rato mis pezones, que aunque no eran muy grandes si me excitaba mucho que los chupara. Siguio por mi estomago, me abrio las piernas y se situo en mi conchita y me la empezo a mamar. Sabia lo que hacia, me metia la lengua en mi hoyito y luego se concentraba en el clitoris.
¡Ah! ¡Que delicia!
Cada ves que su lengua pasaba por mi clitoris me transportaba al cielo. Tan caliente estaba que casi en seguida empece a tener un orgasmo delicioso. El se dio cuenta, dejo mi conchita y busco mi boca. Fue un beso exquisito, yo gemia muy fuerte por el orgasmo tan tremendo que estaba teniendo. Se puso encima de mi, yo abri mis piernas lo mas que pude para facilitarle todo y el acomodo su verga en la entrada de mi conchita y la empezo a meter. Instintivamente abrace su cintura con mis piernas y empezamos a movernos. Sentia que me llegaba la verga hasta muy adentro, el me embestia con furia y yo le correspondia con igual fuerza.
Despues de varios minutos que me parecieron eternos el empezo a gemir con mas fuerza y se vino tremendamente. Me abrazo muy fuerte y casi me lastima la boca con sus besos por la intensidad del orgasmo que estaba teniendo. Podia sentir claramente a su verga al estar descargandose. Me hecho una cantidad increible de leche dentro de mi vagina. Esa sensacion proporcionada por las palpitaciones de su verga al estarse viniendo recien descubiertas por mi era increible. Asi permanecio recostado sobre mi besandome y con la verga dentro de mi.
Despues de un ratito como su verga seguia bien parada empezo a moverse nuevamente. Con la gran cantidad leche que me habia echado la sensacion al entrar y salir se hizo mucho mas excitante para ambos, de manera que empezo a envestir nuevamente y yo le volvi a poner mis piernas sobre su cintura para me entrara mas profundo. Entraba y salia con gran fuerza, cada vez que me la metia me hacia ver estrellitas.
Con estas embestidas tan fuertes que me estaba dando empece a tener otro orgasmo riquisimo. Lo abrazaba muy fuerte y ahora era yo la que casi le lastimaba la boca por lo fuerte que lo besaba. El seguia metiendo y sacando, metiendo y sacando. La intensidad del orgasmo era increible y por primera vez en mi vida antes de terminar mi gran orgasmo logre alcanzar un segundo.
¡Que cosa tan deliciosa venirme dos veces seguidas¡
Fue algo novedoso pero increible. Me retorcia del placer que sentia y entonces el se vino por segunda vez. Me apreto muy fuerte y me hecho nuevamente su preciosa y abundante lechecita. Estuvo un rato quieto recuperandose y luego me la saco y se recosto junto a mi.
– Que sabrosa cojida, me dijo.
– ¿Tu tambien te viniste tu rico?, me pregunto
– Si, muy rico, le conteste
– Oye ¿Cuando te llega el periodo?, me dijo.
– No, aun no me llega, le conteste, ¿Porque me lo preguntas?
– Porque con la cantidad de leche que te eche podrias quedar embarazada, respondio.
– No, aun no me llega. Dicen que mas o menos a los doce años es cuando llega.
– ¿Pues cuanto años tienes?, me pregunto asombrado.
– Once años, le respondi.
-¡Once años! no puede ser, me dijo.
– Claro que los tengo, le ratifique, ¿por que lo dudas?
– Es que parece que tienes por lo menos unos catorce, dijo un tanto incredulo.
– Pues no, recien he cumplido los once. Asi que puedo por lo menos un año mas recibir leche dentro sin peligro de quedar embarazada.
Mira, me dijo. Yo casi cumplo dieciseis y no se nota gran diferencia entre nosotros. Es que tienes una piernas y unas nalgas bien grandes y bien bonitas. En la escuela muchos chicos comentan que estas bien buena, por eso se te acercan a platicar y quieren afanarte.
Al terminar de decir esto me empezo a tocar las piernas y a chupar nuevamente mis pezoncitos. Bajo su mano a mi conchita y ¡sorpresa!, no estaba mojada, estaba super empapada. Con esa lubricacion froto mi clitoris y me empece a calentar nuevamente. Otra ves nos besamos, me abrazo y el roce de nuestros cuerpos desnudos nos excito otra vez a los dos. Su verga se le volvio a poner muy dura.
– ¿No quieres subirte?, me dijo.
– Esta bien, le dije.
Tome su verga con mi mano y la dirige a mi conchita, me la empece a meter lentamente y no saben el gusto me dio. ¡Estaba durisima! Me quede quieta con su verga adentro por unos instantes.
– Por favor, sube y baja de una, me dijo.
Empece a moverme y ¡vaya sensacion! Le daba la velocidad que yo queria y la sentia hasta la garganta. Cada ves tome mas el ritmo y despues de un buen rato empece a tener uno de los orgasmos mas enormes y deliciosos que habia tenido hasta esa fecha. Me estaba viniendo tan tremendamente que parecia que me estaba orinando.
¡Que delicia! El pacer era increible.
El me tomo por las nalgas y me empezo a subir con mucha fuerza hasta que el tambien tuvo un gran orgasmo, regalandome otra descarga mas de leche.
Casi desfallecida me quede un rato encima de el. Luego me baje y asi estuvimos un ratito, felices y totalmente satisfechos.
– Es el dia mas feliz de mi vida que rico coges, me dijo con dulzura.
Despues de recuperarnos nos levantamos y al hacerlo vimos que en la cama habia una mancha bastante grande de nuestros fluidos.
– Mira como dejamos la cama, me dijo.
Al levantarme la parte interna de mis muslos estaba totalmente mojada y mi conchita ni se diga.
– Vamos limpiar porque si se da cuenta tus Tios te van a regañar.
Desnudos nos dirigimos al baño, al ir caminando la leche me escurria por los muslos. ¡Como me sentia mujer con eso! Tomamos una toalla pequeña para manos y ambos nos limpiamos mutuamente. El olor que despediamos era de lo mas excitante que yo habia percibido.
¡Que feliz me sentia! Como estabamos muy empapados de nuestros fluidos le propuse a mi novio que mejor nos bañaramos para quedar bien limpios, y que lo hicieramos juntos para ahorrar tiempo antes de que llegara mi tia. El no lo penso dos veces y acepto de inmediato.
Entonces llenamos agua y nos metimos en la bañera, estaba un poco cansada de manera que me recoste en un extremo y mi novio hizo lo mismo enfrente de mi. Tan a gusto me sentia en el agua que no me di cuenta que mi pie habia quedado junto a la verga de mi novio. El lo noto y aprovechado se movio para que mi pie tocara plenamente su verga y empezo a sobarla sobre ella. Yo me di cuenta pero no le dije nada. Al poco tiempo se le puso muy dura de nuevo y el la pegaba cada vez con mas fuerza sobre mi pie. Yo me empece a calentar de nuevo, entonces le dije:
– Oye te estas dando gusto. ¿verdad?
– Si, me respondio con una sonrisa.
– Ven acercate aqui junto a mi para acariciar tu verga.
Empece a tocarla y lo masturbe lentamente primero, luego mas rapido hasta que estuvo al borde de un gran orgasmo. Me cogio la mano y me dijo.
¡Espera! ¡Espera que me voy a venir!
El ambiente estaba bastante caliente de nuevo, yo ya me estaba masturbando tambien y su verga estaba completamente dura de nuevo. Entonces no me pude resistir, me incline y se la empece a mamar. El casi gritaba del gusto que le estaba dando. Asi estuve un rato y luego le dije:
– ¡Ya de una vez ponte entre mis piernas y cojeme.!
Tome con mi mano su verga y debajo del agua la guie hacia la entrada de mi conchita. No tuve que decirle nada, en cuanto sintio rozar su glande empujo y la metio toda. Entonces empezo el mete y saca. Metia y sacaba con gran fuerza, a mi me estaba encantando, hacerlo en el agua tiene un saborcito especial. Despues de un rato de este delicioso mete y saca delicioso casi grito y dijo:
– ¡Me estoy viviendo! ¡Me estoy viniendo!,
Lo aprete con mis piernas y termino de venirse volviendome a llenar de lechecita. Yo tambien acabe en un violento orgasmo y me dio mucho gusto ver como gozaba mi novio. Asi estuvimos un rato con su verga todavia adentro recuperandonos y disfrutando del roce de nuestros cuerpos con el agua.
– Bueno ya vamos a secarnos y vestirnos porque mi tia debe venir pronto, le dije.
Mientras nos vestiamos me dijo:
– Que bien la he pasado. Espero que pueda venir otras veces.
– Si, puedes venir a mi casa, y si no estan mis Tios y sale mi primo lo podemos hacer.
Habia yo tenido dias bellos, pero de hecho este habia sido uno de los mejores, y tenia la total certeza de que se venian dias iguales o mejores que este.
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