Como pude arriesgarme a seducir a un muchachito en eL supermercado y termino llenando de semen mis tetas
Bueno para empezar mi pequeño secreto primero me presento, soy una mujer de 39 años, casada desde hace 14 y puedo decir que tengo un matrimonio feliz, en todos los aspectos, incluido el sexual porque lo que les voy a contar, no tiene nada que ver con que mi maridito me tenga insatisfecha o que tenga deseos sexuales reprimidos o retrasados, más bien en la atención a mi cuerpito mi esposito está al día y me tiene muy satisfecha.
L a historia comienza en un día sábado aprox. A las 9h30 de la mañana en un supermercado de mi localidad, prefiero ir los sábados en la mañana por que generalmente es la hora en que menos gente se encuentra y facilita recorrer los pasillos eligiendo bien lo que se desea, por lo menos es lo que pienso yo. Sucede que esa mañana en particular, recién abiertas las puertas del market, estábamos muy pocas personas recorriendo los pasillos, suelo caminar despacio conociendo las ofertas y me tomo mi tiempo eligiendo tranquilamente la compra para la semana.
Vestía una minifalda muy pequeña que permitía ver mis torneadas piernas hasta muy entrados los muslos que son mi orgullo, a mis casi 40 años, me agrada que los hombres volteen después de que paso frente a ellos y no hay nada mejor que una mini falda que permita apreciar unas redondas nalguitas y muslos bien dispuestos.
Cuando pasé por el área de amenities para damas, recordé que no tenía toallitas sanitarias en casa y comencé a buscar mi marca preferida, estaba en esas cuando un jovencito de unos 18 o 20 añitos aprox. buscaba algo en la misma sección hincado frente a una góndola, cuando me iba acercando.
El me regresó a ver y quedó hincado frente a mi, porque en ese mismo sitio, pero en la parte más alta estaba, estaba lo que yo buscaba, me acerqué a él, le sonreí y sin pensarlo dos veces, delante de él me estiré para coger mis toallitas higiénicas, sin dejar de mirarlo, al estirarme, vi como sus ojos se abrían incrédulos al ver mis piernas delante de ellos y con el estirón mi pantie diminuto quedaba prácticamente al alcance de su boquita, me demoré por lo menos unos diez segundos en esa posición y en el mismo sitio giré mis pies y di vuelta para que también apreciara mis redondas nalgas.
El no hizo nada, se quedó con la boca y los ojos abiertos de par en par y solo atinó alzarme a ver y sonreír nerviosamente, cuando me di vuelta regresé a ver como apreciaba mis nalgas y claro los cachetes de mi culito con el estirón que realicé.
Me di vuelta y seguí caminando como si nada, nadie más se encontraba en ese pasillo y casi al terminar regresé a ver y el estaba parado apreciando como ese hermoso par de nalgas estuvieron más cerca que nunca de su cara.
No sé por qué hice eso, pensé para mi interior que estaba loca, pero ahí abajo en mi rajita, algo decía que no, que había hecho algo delicioso, mi chuchita estaba mojadita y me sentía realmente excitada, pensé ese mismo momento regresar a casa y pedirle a mi maridito que me cogiera por todos los lados, pero algo en mi interior me detuvo.
Seguí realizando el mercado y nos volvimos a ver por lo menos tres veces más con aquel joven, a quien ya pude apreciar de mejor manera, tendría alrededor de 18 a 20, llevaba un jean que marcaba un delicioso bulto entre sus piernas y un cuerpo no musculoso pero esbelto, además era muy guapo , su carita casi de niño muy dulce.
La última vez que nos cruzamos atinó a agachar su cabecita como si me saludara con muchísimo respeto, ya para ese momento había decidido que me lo montaría y solo estaba pensando en qué posiciones lo haríamos, al cruzarnos le sonreí amistosamente y le devolví el saludo diciéndole hola con que haciendo el mercado solo eh?, me dijo …sí es el mandado de la casa, ni modo es parte de mis tareas de casa y aprovecho para pasear un poco en el auto de papá que no siempre me lo suelta, contesté que simpático que para salir en el auto aceptes a ir al market, él sin quitar los ojos de mi escote me dijo me encanta manejar y me encantaría…. ser su chofer¡¡¡¡, el muchachito soltó la bomba….deliciosos jugos corrieron por mi rajita solo de pensar que ese delicioso pedazo que se marcaba entre sus piernas pueda hacerlo mío, favor que se agradece atiné a decir…pues lo acepto y con eso me ahorro de tomar un taxi.
Terminamos de hacer la compra juntos conversando de cosas vanales, sus noviecitas, mi marido, etc., pero le dejé entender que no me desagradaría dar una vuelta en su auto antes de que me dejara en casa. El por su parte no dejaba de mirar mis piernas, mis nalgas, mi escote y en la fila de caja, “accidentalmente” di un paso hacia atrás posando mis nalguitas en su miembro, me quede junto a él disfrutando esa deliciosa sensación un par de segundos y el apegó su mejilla a mi oreja y sentí su respiración entrecortada, me dijo al oído…que delicioso se siente así….yo me volvi y le respondí bajito….sin ropa suele ser mejor.
Al salir del market, puso la compra en la cajuela, mientras yo me acomodaba en el asiento de adelante, me quité un botón adicional de mi blusa , dejando a la vista por lo menos la mitad de mis tetas y virada hacia el lado del chofer de manera que pueda tener una buena vista de mis piernas y más adentro si yo las abría un poquito, cosa que hice cuando se subía al auto, él apreciando mis piernas y seguramente mi pantie rosadito al fondo se subió y un poco colorado me dijo, a donde te llevo, le dije pues tendremos que ir a un lugar en el que estemos muy solos, lo que tengo en la cabecita no podremos hacerlo aquí y peor a estas horas, no sé tú dime contestó , conoces el motel flamingo le dije pues allá quisiera ir, vale pues allá vamos.
No estaba para perder el tiempo, apenas encendió el auto deslicé una manito en su pierna, el se tensionó y le dije tranquilo, tu sigue manejando normalmente, avancé mi mano a su glorioso miembro, que para ese momento explotaba bajo su pantalón, muy hábilmente se estiró el pantalón, permitiendo que su verguita se acomodé mejor bajo la tela, yo lo acaricié por unos momentos y en acto seguido deslicé el ziper hacia abajo, estaba loca por ver ese pedazo de verga que se mandaba aquel muchachito, no me desairó ver que tenía por lo menos unos 20 cm de grueso y delicioso pene que terminaba en una punta redondita tan grande como un limón, comencé a pajearle mientras nos deslizábamos por las calles de la ciudad y en un semáforo sin poder aguantar más me recosté sobre sus piernas para meter en mi boca ese delicioso miembro que gloriosamente se erguía entre mis manos, pasaba la lengua por todo su tallo hasta la base, me metía todo en la boca, acariciaba el glande con la puntica de mi lengua, se le estaba mamando como nunca en mi vida lo había hecho, el por su parte, sin dejar de conducir, de cuando en cuando acariciaba mis nalgas y a ciertos momentos deslizó sus deditos en mi chuchita que estaba completamente mojada llena de mis deliciosos jugos vaginales.
Cuando lo sentía que iba a explotar, paraba mis caricias, quería disfrutar lo que más pueda de la deliciosa sensación de tener toda mi boca llena de su enorme y grueso miembro. Después de haber recorrido varias calles , me dijo ya vamos llegando, solo pude decir hummmmmmmya, por que tenia toda su verga metida en mi boca, el jadeaba de placer y me decía voy a acabar, no por favor le dije ya llegamos…
Yo seguía con su miembro en la boca y de pronto siento que detiene el auto, con su deliciosa verga en mi boca, alzo a ver y veo a un guardia del motel mirándome fijamente a los ojos, yo sonriendo y con la punta de la lengua en el glande de mi bello amante, solo le guiño el ojo y me meto toda la verga nuevamente en mi boca
Marquito (así se llamaba mi bello amante) arrancó el auto, solo atinamos a parquear el coche, lo recliné en su asiento me saqué la blusa y brotando mis tetas del sostén las posé sobre su delicioso pene, lo masajié con ellas hasta que el pobre entre grititos de placer soltó el chorro de semen más largo que he visto en mi vida , empujaba mi cabeza con sus manos obligándome a tomar todo su pene en mi boca, yo por mi parte la abría a todo lo que podía y me inundé de un delicioso néctar que de tal cantidad que era no avanzaba a tragármelo todo y parte se deslizaba por la comisura de los labios, fregué su verguita en mis senos hasta que dejó de salir leche, me la frotaba en mis tetas y después con mi legua limpié toda la leche de su deliciosa verguita que hervía entre mis manos.
Cuando terminé de limpiarlo todo con mi lengua, el amorosamente se acercó a besarme apasionadamente buscando con sus manos mi sexo que hervía de deseos de ser penetrado, de qué forma lo hizo, les comentaré en una siguiente entrega….chao a todos y espero que de ahora en adelante estén pendientes cuando alguien en el market, les muestra su cuerpo algo más que lo normal
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