Esto sucedio un Domingo en la Pequeña Caballerisa de Mi Padre.
Ese día todos estaban en el Pueblo ya que era día festivo. A mi que no me divertia mucho los eventos pueblerinos preferí quedarme en la caballerisa.
Era un día soleado y me dispuse a tomar un baño en el estanque para refrescarme. Despues de buen rato de nadar, salí a dar una caminata y ver los caballos, como estaba con la ropa empapada casi tube que desvestirme y me quedé en ropa interior.
Esto no me importó realmente ya que no habia nadie en ese momento en la casa. El establo de mi padre es pequeño pero completo, sólo tiene 3 lleguas y 2 Caballos, Uno de estos «toro»es un semental de raza fina que recien habia adquirido para montar las lleguas y comenzar a criar buenos potros, incluso habia creado una area que disponian para montar las lleguas o tomar muestras de esperma de los caballos para hacer estudios geneticos y planificar los cruzes de estos animales, en algunas oportunidades observe como lo realizaban, incluso en el área de monta aún se podía observar derramados en el piso los fluidos y liquidos vaginales que expedian las lleguas en celo cuando las utilizaban para provocar a los machos, los cuales los engañaban y al intentar montarlas les tomaban muestras de esperma para su posterior análisis.
Estube buen rato observando y acariciando estos animales, especialmente el semental recien adquirido «toro», el cual era muy imponente y hermoso, cuando me dispuse a entrar a la casa para ducharme y vestirme recorde que había dejado la ropa mojada serca del estanque y fuí a buscarla, cuando regresaba resbale al pasar por ensima de una de las compuertas y caí sobre el área de monta de las yeguas, rodé por el piso, al sentarme note que estaba sobre los líquidos que les mencione anteriormente, sentí como humedecio por completo mis piernas, mi braga incluso sentir como humedecía mi concha y mi culo completamente, así que senti un poco de asco y me levanté para entrar a lavarme y cambiarme, cuando pasé caminando frente a «toro» éste se volvió muy inquieto, comenzo a relinchar y dar pasos hacia atras y adelante, me detube por la impresión ya que sabía que hace un instante estaba muy tranquilo, me hacerque a el y noté que ahora mi precensia era distinta para él, lo acaricié y trate de calmarlo pero se notaba distinto, éste buscaba freneticamente con su cabeza entre mis piernas, no entendía porque, pero luego entendí lo que sucedía, era claro que los fluidos de los cuales me encontraba llena expedían un olor característico de las hembras que lo volvía loco.
Debo confesar que el pensar que un animal de tal embergadura se encontraba exitado por mí me estremeció, sobretodo al ver el inmenso mastil de carne del caballo como comenzaba a aflorar, no me contube y me incline para ver de serca el espectaculo, era una inmensa cabeza que asomaba seguida de un tronco de carne de color rosado y marron, se sentía cada vez más tieso y lo saborié con mi boca para probar el sabor de las gotas de leche que comenzaban lentamente a brotar de su aspera cabeza, el aprobechaba la oportunidad para lamer los jugos que humectaban mi concha, ésta vez ya se juntaban los fluidos vaginales de las lleguas que accidentalmente llegaron a mis bragas y los mios que ya brotaban por mi exitacion.
Tomé al caballo y lo instalé como correspondía en el área de monta, este quedo a disposición montado en el taburete con sus dos patas delanteras en alto como si estubiera montando una llegua y aproveche la oporunidad para colocarme en la banqueta debajo de él boca arriba con mis dos piernas bien abiertas, tomé su miembro con ambas manos y comence a frotar la gigante punta contra mi concha, subiendo y bajando éste rosaba my abultado clitoris y abría lentamente los labios vaginales, tal espectaculo me exitaba muchisimo, me sentia tan cochina al ver el miembro descumunal del caballo que cada vez se hacia mas largo y ancho entre mis manos colocado en la entrada de mi cuca, el temor a una posible penetración fue desapareciendo con lo cachonda que estaba y comenze y introducir la gigantezca cabeza abriendome paso entre los labios vaginales cada vez mas dilatados por la exitación, hasta que logré introducir toda la punta, la sensación fue increible, el caballo al sentir el calor de mi concha comenzo a valansear su cadera hacia delante y hacia atras como queriendo fornicarme, el miembro comenzo a entrar pausadamente y yo me sentia invadida por un tolete de carne demasiado sabroso, cuando ya no pude contener mas la presion que el caballo ejercia sobre mí, simplemente aparte mis manos de el, con las cuales intentaba controlar la penetración, y las coloqué en mi área vaginal, intentando abrir lo mas que pudiera los labios de mi cuca y así poder observar bién lo que estaba apunto de suceder, abri lo mas que pude mis piernas, y el caballo sin ninguna compasión embestió totalmente contra mí y me enterró tanta carne dentro de mi como nunca imaginé poder soportar
Observé claramente como aproximadamente 45 cm a 50 cm de de ese hermoso tubo de carne entraban abriendo paso entre los hinchados labios de mi vagina, yo jemía de dolor y de placer y susurraba a «toro» que por favor no se detubiera, le decia suavemente: «cojeme duro toro, quiero más guevo, anda, parteme en dos con tu inmensa verga, quiero sentirme violada por ti,,, ahh,,, ahh «, El animal cada vez mas exitado simplemente embestia mas salvajemente, acelerando el ritmo y la fuerza con la que empujaba y sacaba el miembro dentro de mi, yo trataba de no perder ni un detalle de la imagen tan aberrante pero exitante que tenia en frente: de un colosal palo de carne entrar y salir de mi cuca sin compasión.
Luego de un rato y luego de los infinitos orgasmos que ya habia padecido, el caballo empujo lo más que pudo su miembro dentro, pense que iba a rebentarme, y quedando alli un instante inmovil expulsó toda su leche dentro de mi, senti como litros y litros de fluido caliente me inundaba por dentro, lo sentia empujar mis ovarios con fuerza hacia arriba, luego de unos instantes el miembro al comenzar a perder erección fue saliendo progresivamente de mi ensanchada y dilatada vagina, cuando salio su hermosa cabeza, sono: «¡¡¡ plowh¡¡¡¡» y abundante fluido chorreo por mis piernas. La imagen dél semen del animal confundidos con mis fluidos vaginales esta vez ya no me daban asco sino todo lo contrario me probocaban morbo, hasta el punto que ya sin fuerzas tumbada sobre la banqueta sólo podía tomar con mis manos el chorreante liquido y lo llevaba a mi boca desesperada, saboreando el rico manjar trague mucho de ese calido y vizcoso fluido.
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