Todo comenzó un día como cualquiera… Por la mañana me dirigí hacia la universidad, tomé mi auto y llegué a la escuela, mi nombre es Mary, soy una chica que mide 1.70cms, de cabello rubio hasta los hombros, ojos azules, tez blanca, y cuyas medidas de mi cuerpo son 89 60 90, y mi edad es de 21 años, ya que siempre me ha gustado el ejercicio. Todo el día había transcurrido de manera normal entre todos los compañeros. En la última clase llegó una persona de la dirección a mi salón de clases y mencionó mi nombre, yo respondí y me mencionó que al final de la clase pasara al salón de eventos con ella. Al terminar la clase fuí para investigar, al llegar al salón de eventos pude ver a varias chicas más allí, inmediatamente me dirigí hacia la ancargada y me dijo que me habían elegido para formar parte de las chicas edecanes que cubrirían el evento que se llevaría acabo. La encargada me preguntó que si quería participar, ella me explicó todo acerca del evento, había que recibir a las autoridades de otras instituciones que nos visitarían, después de su explicación le dije que aceptaba, y al mismo tiempo le hice una pregunta, le pedí que me explicara el porque me habían elegido a mi junto con las otras chicas, ella respondió que era por la presentación de la escuela y aparte por el bonito cuerpo que tenía, yo lo tomé de manera simple. El evento se realizaría dos días después, ella me explicó que la ropa que ibamos a portar la escuela nos la iba a proporcionar, le respondí que eso estaba bien, pero que la teníamos que recoger en la misma escuela a las 6:00 pm yo le dije que yo regresaría por las cosas, ella me dijo que allí me esperaba, mientras tanto salí de la escuela y me dirigí a casa.
Ya cerca de las 5:15 tomé de nuevo mi auto y me dirigí a la universidad, al llegar pasé al salón de eventos, ya pude ver a otras chicas que había visto antes entrar alli, me dirigí y entré, allí estaba de nuevo la organizadora, me acerqué y la saludé y le dije que vendría por las cosas que nos iban a proporcionar, ella me dijo «Permíteme un segundo voy por ellas». Al regresar me dió una bolsa la cual contenía dentro otra de plástico tranparente, en la cual pude ver solo una tela roja, en ese momento ella me dijo acompáñame, la seguí y me preguntó que cual era el número de mi calzado, yo le respondí que 24.5, ella tomó unos zapatos rojo brilante muy bonitos de tacón alto y me los dió, yo los puse dentro de la bolsa, ella me dijo que a mí me había tocado el color rojo porque teníamos que estar de acuerdo a los colores asignados para la escuela, yo le respondi que estaba bien, me despedí y me retiré del salón de eventos.
Cuando llegué a la casa, subí a mi recámara llevando la bolsa con las cosas adentro, cuando llegué a la recámara sonó el teléfono, era una de mis amigas la cual me preguntaba que para que me habían mandado llamar, le comenté lo sucedido y platicamos de otras cosas sin importancia, estuvimos platicando un buen rato, cuando colgamos, ví la bolsa en mi cama y me pregunté que que sería lo que habían dado para el evento. Me senté en la cama y al abrir la bolsa saqué los zapatos rojos y los bajé hacia la alfombra y allí los dejé, después saqué la bolsa tranparente que hasta ese momento solo se veía como una tela de color rojo, al abrir la bolsa comencé a sacar lo que solo se veía como una tela roja, la saqué y comencé a destenderla poco a poco, primero encontré las mangas y las hice a un lado y después, era una tela elástica y me pensé que sería un vestido, pero no fue así, cuando lo destendí totalmente me dí cuenta que no era un vestido, era uno de esos trajecitos que son completos desde los tobillos hasta el cuello, hechos de tela elástica y que se ajustan al cuerpo, me quedé sorprendida por un segundo ya que se vería muy provocativo, tenía solo un cierre desde más arriba de media espalda y que llegaba hasta el cuello. Me sorprendió mucho eso que nos habían dado, y que yo sería la única que traería ese color que es el más llamativo. Me levanté de la cama llevándolo en las manos y me coloqué frente al espejo, lo puse enfrente de mi y todavía no lo podía creer, me volví a sentar en la cama y lo dejé en ella. Me dirigí hacia la puerta de mi habitación y la cerré con el seguro, y me volví a sentar en la cama a mirarlo, fue allí cuando me decidí a probármelo.
Me levanté de la cama y me quité los zapatos de tacón que traía y puse mis pies desnudos sobre la alfombra, traía puesto un pantalón de mezclilla ajustadísimo que hasta ese momento no dejaba nada a la imaginación, una blusa de lycra color rosa que me llegaba hasta la cintura, debajo del pantalón una diminuta tanga de esas de las que solo tienen una tirita atrás y un triangulito adelante, toda de color blanco y abajo de la blusa un bra de color negro a media copa, mis pantalones se metían de la parte de atrás entre mis nalguitas como si quisieran seguir a mi tanga, el tiro del pantalón las dividía en dos y como las tengo paraditas pues se ven muy bien, de la parte de adelante se ve mi estomaguito plano junto con mi cintura hermosa que tengo, más arriba el bra se notaba a través de la blusa ajustada y dejaba ver mis pechos en todo su esplendor, desabotoné el pantalón y bajé el cierre. El pantalón se abrió dejando ver mi ombligo reflejado en el espejo que tenía al frente mio, tomé el pantalón y lo comencé a bajar lentamente, sentí como se fue saliendo de mis nalguitas y como obtenía una sensacion de placer al quitármelo, lo fui resbalando a travez de mis muslos hasta que llegué a mis rodillas, me senté en la cama y saqué una pierna y luego la otra. Me levanté de nuevo y pude ver mi tanga de color blanco que salía de entre mis piernas, vi el triangulito que salía de entre ellas, seguí por quitarme la blusa lentamente hasta que por fin pude ver mis pechos sostenidos por el bra, era un contraste mi tanga de color blanco y mi bra de color negro. Llevé mis manos hacia mi espalda y desabroché el bra y dejé que mis pechos se liberaran de la opresión, me lo terminé de quitar y pude ver en el espejo mis lindos pechos enseñando sus pezones, en un momento los acaricié y comencé a bajar mis manos por mi estómago, me gusta sentir lo plano que es, toqué mi ombligo y me llevé las manos hacia los lados para poder tomar los tirantes de mi tanga. Ya que los tenía me coloqué de perfil al espejo y comencé a bajar mi tanga lentamente, sentí la tira de atrás que se iba enrredando y al mismo tiempo que iba saliendo de en medio de mis nalguitas, continué bajandola hasta que por fín salió toda. Separé un poco las piernas para poder bajarla y que saliera, por fin salió y la bajé hasta los tobillos y saqué primero una pierna y luego la otra y la puse en la cama, había decidido ponerme ropa interior limpia, pero llegó a mi un impulso y decidí no ponerme nada. Me volteé hacia el espejo y pude ver los vellos de mi vagina rodeando los labios y haciendo un triangulo casi perfecto lleno de vellos, pude ver mi ombligo en medio de mi estómago plano, mi cintura perfecta y mis dos grandes bolas que tengo de pechos firmes y paraditos. Me senté en la cama, sentí la suavidad de la tela del edredón rozando mi ano y mi vagina, me senté con las piernas separadas, sentí como la tela acariciaba los labios de mi vagina, tomé el enterizo rojo y comencé a bajar el cierre, ya que estaba abajo lo abrí y lo acomodé de tal manera que pudiera colocar la primera pierna adentro, la metí suavemente quería disfrutar de esa tela tan rica de la que estaba hecho. Coloqué el pie derecho adentro unicamente llegaba al tobillo, era tan ajustado que hasta ese momento ya no quedaba espacio para meter la otra pierna, lo estiré, arremangué la pierna izquierda y pude meter el pie con mucho cuidado, hasta este momento solo estaba puesto en los tobillos y parecía que no subiría más, seguía sentada en la cama, ahora tenía por fuerza las piernas juntas, me agaché para tratar de empezarlo a subir, lo comencé a deslizar por mi pierna derecha hacia arriba, se iba ajustando perfectamente a mi piel, lo subí hasta mi rodilla y me agaché para subir lentamente la otra pierna. Lo subí igual hasta la rodilla, ahora ya estaba hasta la rodilla, lo tomé de nuevo del lado derecho y lo subí hasta mi muslo, y asi le hice con el otro lado, ya estaba hasta mis muslos, estaba quedando muy ajustado… Mis piernas estaban juntas lo seguí subiendo estaba por llegar a mi vagina, lo tomé de los lados de mis caderas y lo subí un poco más, sentí cuando la costura llegó a mi vagina. Lo seguí subiendo y resbalando la tela roja elástica por mis vellos de la vagina, lo seguí subiendo y sentí que la costura me iba entrando entre los labios de la vagina. Por la parte de atrás se me estaba metiendo poco a poco, seguía subiéndolo y resbalándolo por mi cuerpo, mis piernas se veían envueltas perfectamente por la tela roja elástica, yo seguía subiendolo se me tia entre mis nalguitas y entre mi vagina, yo segui subiendolo hasta que llegó a mi cintura, allí lo estiré y vi que mi vagina estaba totalmente dividida en dos mostrando perfectamente mis labios y por la parte de atrás la costura se metió hasta el fondo, mis nalguitas se mostraban tal y como eran perfectamente redondas, se me ajustaba como una segunda piel. Yo me sentía totalmente excitada, lo estiré con fuerza de los lados y este se continuaba metiendo, lo subí hasta que tapó mi ombligo, lo subí cada vez más, me estaba gustando, mostraba mi pancita plana, mi vagina totalmente dividida en dos y todo metido entre mis nalguitas. Lo subí hasta mis pechos y lo metí adentro del enterizo rojo, mis pezones se mostraban por encima de la tela, ya lo único que me faltaban eran las mangas, metí primero el brazo derecho y luego el izquierdo, para este momento ya casi estaba completa la operación, lo acomodé del cuello y me estiré para subir el cierre que me quedaba detrás de la cabeza. Lo subí y quedé totalmente metida dentro de aquel enterizo rojo, caminé unos pasos para poderme ver en el espejo.
Cuando pude verme realmente se me veía un cuerpo perfecto, se notaba mi vagina dividida en dos, la costura bajaba por en medio de mi cuerpo, y la costura se perdía entre los labios de mi vagina. Me puse de perfil al espejo y noté que mi pancita se veía plana y se asomaba un bultito el cual era mi vagina,sobresalía de mis piernas, por la parte de atrás la costura dividía mis nalgas y se perdía en medio de ellas. Se me veían unas piernas largas y estilizadas y en la parte de arriba mis pechos se asomaban con mis pezones resaltados, al caminar sentí que la costura rozaba mi vagina se sentía bastante rico. Cuando me senté sentí que la costura de mis nalguitas entraba hasta tocar mi ano, sentí como se deslizaba por lo elástico de la tela, me quedé sentada allí sintiendo eso.
Unos minutos más tarde se escuchó el timbre de la casa, todos habian salido, yo era la única en la casa, tuve que decidirme a salir para saber quien tocaba la puerta, bajé las escaleras sintiendo como estaba puesto mi enterizo, caminé a abrir la puerta, en cada paso se acomodaba, y cual fué mi sorpresa… Era mi novio que había llegado de viaje y el mismo día decidió ir a visitarme, cuando me vió, se quedó de una sola pieza, me miró de arriba hacia abajo. Le dije que entrara, me saludó con un cariñoso beso, me tomó de la cintura, ya una vez adentro me preguntó que que era lo que me pasaba, porque estaba vestida así, su pregunta fue bastabte lógica puesto que nunca me había visto así vestida. Le expliqué porque era, caminamos a la sala y le pregunté que si le podía ofrecer algo de beber, el me dijo que si le podría dar solo un vaso con agua. Caminé hacia la cocina y mientras caminaba él me miraba mi espalda, podía sentir su mirada recorriéndome. Desaparecí por un instante y volví de nuevo con el vaso con agua que él me había pedido. El se levantó y me recibió el vaso, lo colocó en la mesa del centro de la sala, me tomó de la cintura y me dió la vuelta, quedando de espaldas a él. Me colocó su mano en mi estómago y la comenzó a bajar lentamente, mientras me susurraba en el oído que si quería hacerlo… Su mano llegó hasta mi vagina y siguió la costura del enterizo, uno de sus dedos la siguió y sentí como me separaba los labios de mi vagina, separé un poco las piernas para que se le facilitara la operación, subía y bajaba su mano y tocaba toda mi vagina. Sin decirle nada me volteé de frente a él y le miré a los ojos, él sacó su mano de entre mis piernas, seguíamos en la sala y nunca había pasado nada allí, aunque en relación al sexo ya tenía tiempo que lo practicabamos. Comencé a desabotonar su camisa hasta que llegué a la hebilla del pantalón y también lo desabotoné, el pantalón lo tomé de los lados y lo empujé un poco hacia abajo, cayó hacia el piso. Mientras él se quitaba la camisa, seguíamos de pie quedando mi novio en un diminuto calzón, que por cierto dejaba ver casi todo, me hinque de frente a él y coloqué mis manos en su calzón, comencé a bajarlo y empecé a ver que quedaba al descubierto su flácido pene, continué hasta que lo descubrí por completo, lo continué bajando hasta que quedó junto con su pantalon. Tomé su pene en mis manos y comencé a darle un poco de masaje con movimientos lentos, sentía y veía como crecía entre mis manos, cuando ya estaba lo suficientemente erecto, acerqué mis labios y le dí un beso, para este momento estaba ya bastante erecto, en un momento lo acerque de nuevo a mi boca e introduje su cabecita, la rodeé con mi lengua, la podía sentir caliente y continuaba creciendo. La introduje un poco más y sentí como rozaba mi boca por dentro, decidí meterlo un poco más, pero ya había crecido bastante. El tiene un buen tamaño de pene. Comencé a mover mi cabeza hacia atrás y adelante haciéndole un rico masaje y me decidí a que lo debía introducir todo en mi boca, estaba poseída por su pene, me sentía loca de placer en ese momento y abrí la boca lo más que pude para tragar lo más que pudiera, hice un primer intento y sólo me llegó a la garganta. Hice mi cabeza hacia atrás hasta que la cabecita de su pene quedó en mis labios, entonces abrí mi boca un poco más grande y comencé a tragarlo de nuevo, pero solo llegó hasta la garganta de nuevo tuve que abrir mi garganta para darle paso a su cabeza, lo intenté y lo logré, sentía como su cabeza atravezaba mi garganta, pero todavía no lo tenía todo adentro. Hice unos movimientos laterales y continuó entrando, tuve que cortar mi respiración, llegó el momento en que los vellos de su pubis los tenía en mis labios y estaban rozando mi nariz, la cabeza de su pene ya estaba del otro lado de mi garganta, hice algunos movimientos laterales con mi cabeza teniéndola toda adentro. Permanecí por algunos segundos así y después muy lentamente la fuí sacando poco a poco hasta que salió completamente de mi boca, él muy tiernamente me miró, yo sabía que él quería más. Me dió su mano y pude levantarme, su pene se encontraba totalmente erecto, él con algunos movimientos se pudo deshacer de sus pantalones y sus calzones, me dió la vuelta y tocó mi cabello y descubrió el cierre de mi enterizo, lo comenzó a bajar hasta que logró bajarlo todo y comenzó su tarea de empezarme a quitar el enterizo rojo.
Lo comenzó a bajar de los hombros muy lentamente y dejé caer mis brazos para que se facilitara un poco la tarea. Rápidamente lo bajó y comenzaban a verse mis pechos, yo continuaba de espaldas a él y seguía bajando mi enterizo ajustado, quedaron de una manera un poco brusca al descubierto mis pechos ya que el trajecito rojo se encontraba muy ajustado. Ya lo tenía hasta la cintura, él tiernamente me dió la vuelta y me acarició mis pechos suavemente como siempre lo hace, continuó bajándolo y quedó al descubieto mi ombligo, ya estaba de frente a él y continuó bajándolo. Estaba quedando al descubieto mi abdomen y sentía como comenzaba a salir de entre mis nalguitas, se comenzaban a ver los vellos de mi vagina sentía como continuaba saliendo de en medio de mí, siguió bajándolo y la costura del trajecito se empezaba a salir de mi vagina, ya estaba totalmente descubierta y la costura de atrás salía totalmente, dejando libre mi nalguitas. Terminó de una manera rápida de bajarlo, me quité los zapatos para que él lo retirara de mis piernas. Para este momento él ya estaba hincado frente a mí, cuando lo sacó, me coloqué los zapatos y él miró de frente los vellos de mi vagina… Se acercó y me dió un beso en ellos, se levantó y acarició mis caderas, su pene estaba un poco flácido y caído, lo toqué con mis manos. Yo nunca lo había hecho en mi casa y sobre todo en la sala así que era una nueva experiencia. Logré que su pene volviera a crecer y estaba listo para cualquier cosa, me tomó de la cintura y se colocó detrás de mí, sentí como su pene rozó mi piel, quedé de frente al sillón. El me dijo que separara las piernas, así lo hice, y después me dijo que pusiera la cabeza y mis manos en la orilla del asiento del sillón. Cuando mi cabeza tocó el sillón pude mis piernas separadas, en medio de ellas los vellos de mi vagina, él podía ver totalmente los labios de mi vagina y mi ano. Se colocó en medio de mis piernas y pude ver como tomó su pene con su mano y lo acercaba a mi vagina, lo comenzó a introducir lentamente hasta que estaba todo adentro. Sentí los vellos de su pene que rozaron los labios de mi vagina, lo comenzó a sacar y de nuevo a meter, me tomó de mis caderas, continuó con esta labor por unos minutos, yo estaba totalmente húmeda y llena de placer, llegó un momento el cual el se detuvo con su pene completamente dentro de mí, el me dijo que me levantara, así lo hice. El me ayudó ya que continuaba con las piernas abiertas, con una de sus manos me tocaba mi estómago a la altura del ombligo y con la otra rozaba mis pechos suavemente, el empujaba suavemente, pero con intervalos regulares. Estaba totalmente penetrada y llena de placer, retiró su pene suavemente de mi vagina y pude cerrar un poco las piernas. El quería cambiar de posición, se sentó a la orilla del sillón y separando las piernas, me dijo que me diera la vuelta, pensé inmediatamente que quería que me sentara en su pene, así que lo hice, al quererme sentar ya casi para tocar su pene totalmente erecto con mi vagina, el hizo un movimiento y lo hizo hacia atrás. Lo colocó en mi ano y me dijo que me sentara, me tomó por la cintura y comenzó a dirigirme, sentí como me entraba lentamente y me abría todo por dentro, comenzaba a entrar, él me dirigía con maestría ya que no era la primera vez que lo insertaba allí. Yo continué dejando caer mi cuerpo, quería que todo lo tuviera adentro, su pene continuaba penetrando y abriéndome por dentro, llegué hasta el final, lo tenía todo adentro, él me dijo has un movimiento hacia ariba y hacia abajo. Lo comencé a hacer muy lentamente, me sentía llena con su pene insertado en mi ano, lograba percibir hasta donde entraba y salía, sentía su penetración en mí. Movía mi cadera en forma regular, él podía ver como entraba y salía mientras yo me tocaba con una mano mi vagina y con la otra mis pechos, lo hicimos así por unos minutos. El detuvo el movimiento de sus manos sobre mi cadera, me dijo que me levantara, al ponerme de pie sentí que su pene salía de mi ano rozándolo muy rico. El se recostó sobre al alfombra de la sala, yo solo lo observé, y me dijo que me hincara, pero dándole la espalda. Estaba totalmente entregada a él, me hinqué como quería, me dijo que le hiciera un poco hacia atrás, y me volvió a colocar su pene en mi ano, lo único que tuve que hacer fué dejar caer mi cuerpo y que la gravedad hiciera lo suyo, estaba sentada sobre su pene, podía mirar hacia abajo y ver que lo que una vez estuvo en mi boca estaba dentro de mi ano. Pasé mis piernas hacia adelante y comencé un movimiento hacia arriba y abajo lentamente, quería disfrutar ese momento, él podía ver como su gran pene entraba y salía cada vez que yo ejecutaba el movimiento. Tocó mis nalgas y me impulsó hacia arriba, comprendí que quería que me levantara, así que me levanté. El se levantó, me dijo que me hincara en la alfombra y que pusiera mis manos y mi cabeza también en la alfombra, me puso en cuatro puntos, me dijo que abriera las piernas, así lo hice, él se hincó detras de mí. Podía ver mi vagina completamente abierta y mi ano, tomó su pene con su mano y procedió a insertarlo por mi ano, sentía como iba entrando lentamente, me abria las nalgas para facilitar la entrada y salida de su monstruo penetrador, pasé una de mis manos por mi estómago hasta que llegó a mi vagina. La comencé a estimular mientras él me penetrana una y otra vez con su cosa, el seguía moviéndose, yo estaba al borde de la explosión, gemía pero el no tenía compasión por mí, siguió penetrandome sacando y metiendo su pene. Mi cabeza estaba en la alfombra, el pasaba sus manos por mi espalda y mis caderas, seguía empujando no se detenía, mi cabello caía hacia mi frente, colocaba mis codos en la alfombra y estaba perdida en un placer inmenso, sentí varios orgasmos durante todo esto. El comenzó a moverse más rápidamente y supe que en cualquier momento el podría venirse, pasaron unos segundos y asi sucedió, sacó su pene de mi ano y chorreó todo lo que se encontró cerca, a mí solo me tocó un poco. Me sentía llena de placer, me quedé derribada en la alfombra, él se levantó lentamente, estaba agotado, se puso de pie y caminó hacia el sillón donde se sentó. Después de algunos segundos me dijo que recogiéramos todo, yo me levanté y recogí todo, me tomó en sus brazos y me llevó en ellos hasta mi habitación. Y pensar que todo esto sucedió por un enterizo de color rojo… El me recostó en la cama y me dejo allí, se vistió y se despidió de mí con un tierno beso, estaba tan cansada que me quedé dormida. Al día siguiente me levanté y ordené toda mi habitación.
A los dos días tuve que ponerme de nuevo el enterizo rojo ya que era el evento, pero en lugar de no llevar ropa interior me compré una pantaleta de esas que cubren todo y un bra de los normales, me sentía un poco incómoda ya que hacía muchos años que no usaba una, se notaba horriblemente, pero el chiste era no llamar la atención demasiado, así que no se me notaba absolutamente nada y todo trancurrió normalmente….
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