La vida a veces produce cosas extrañas. Mucho tiempo tardé en animarme con la gente de la empresa, a veces sentía que se burlaban un poco de mí. En verdad que cuando uno empieza a trabajar la gente le hace la vida difícil. Por suerte esta vez mi posicion laboral era diferente, no tendria jefe inmediato más que el dueño, era yo un chaval de 23 con muchas ganas de cambiar el mundo, recién había salido de la Universidad como ingeniero de sistemás y había sido contratado en calidad de urgencia, debido al estado crítico de esa area en una empresa de tipo comercial. En fin luego de algunos años de duro trabajo mi posicion se consolido y empece a ganar amigos, y por que no decirlo amigas. Una de ellas: Grace es la que inspira esta nueva ronda de relatos. Grace era una señora de unos 36 años, blanca de aspecto más bien bonachon, vivaracha y muy pícara, ella se desempeñaba como telefonista en la corporacion (cuyo nombre por razones obvias me reservo, y al que llamaremos Corporacion Comercial). Ella desde hacia algun tiempo había sido abandonada por su esposo y muy a menudo recordaba amargamente su injusticia para con ella. Muy religiosa era constantemente blanco de las miradas de los caballeros que por alguna u otra razon se paseaban buscando documentos (la seccion de archivos y entrega de facturas esta contiguo a su escritorio), la razon era muy obvia para quienes la conocíamos: esta amiga estaba bien dotada en pechos, era por asi decirlo muy atrayente y ella aunque procuraba tapar estos encantos no lo lograba muy bien ya que no solo eran de tamaño apreciable si no que también tenían una forma muy agradable, he de decir que pocos la veiamos de pie y muy pocos habíamos apreciado la redondez de su culo, era bastante hermosa a pesar ya de sus años. Yo me hice muy amigo suyo pues normalmente tenía que visitar dicho edificio para hacer mis pedidos de suministros (disketes y demás). Nada de su apariencia tenía interes para mi pues yo laboraba en el edificio anexo al que ella ocupaba (por razones de espacio), si bien es cierto aquellos hermosos atributos eran bien visibles pues la verdad es que a veces pasaba mucho tiempo sin visitarla. Sin embargo nuestra compañía logro adquirir un edificio más centrico y con mejores caracteristicas, aunque deberia de realizar una reestructuracion del edificio. Al acomodar a los administrativos me toco en suerte (vaya suerte!) compartir mi nueva oficina con ella, mientras la recepcion general se construía de acuerdo al gusto de la Presidencia. La primera semana nos dedicamos a barrer y acomodar todos los escritorios, archivos y demás muebles de oficina, hasta que dejamos todo en su momentáneo sitio. Ella siempre muy correcta y agradable se mantenía muy a distancia conmigo. Muchos rumores corrieron durante este tiempo, más o menos 3 meses, algunos envidiosos insinuaban algo interesante entre nosotros, pero debido a la diferencia de edades (como 10 años) la verdad yo me reía un poco de eso. Ciertamente empece a conversar con ella, pues se veía muy atribulada, poco a poco me fui acostumbrando a aquellas bellas másas, que su escote se hizo una estampa particular de mi oficina, aquellas tetas no tardaron mucho en traicionar mi tranquilidad, las veía yo a toda hora y cada dia me sorpendia con blusitas de cuello de tortuga apretadas o de amplio escote que abria bastante al medio dia por el calor. Tanto era su magnetistmo que indee una manera de poder disfrutar de ellas discretamente: El truco consistia en colocar un espejo en una columna con la idea, falsa por supuesto, de engañar al ojo y hacer parecer que mi oficina era más grande. Con tal idea y desde mi escritorio nada más tenía que mover mi vista unos milímetros del monitor de mi computador y ya tenía a mi vista aquellos pechos llenos de placer, pero aquello fue mi perdicion, cada vez que Grace respiraba fuerte o entraba agitada sus pechones me distraian por lapsos grandes de tiempo, mis templadas empezaron a ser más largas y más graves, recuerdo especialmente un dia terrible en que se vino con un vestido notablemente escotado ya que saldría con un caballero que la pretendia y la pícara presentaba aquellas delicias ante el espejo de una forma que dure todo el dia erecto, sin posibilidades de calmarme, hasta que fue la hora de marcharse, en aquel momento me retire al baño para masajear con su recuerdo mi verga, obviamente no tarde mucho en complacerme y pude por fin descansar, a pesar de que tenía un agudo dolor en mis testiculos. A partir de alli empece a planear la manera de cogerme a esta delicia ya madura, imaginaba mil formás de abordarla, de proponerle, de …mmm, tantas cosas, sin embargo no me atrevía, la situacion se tornaba delicada. Luego de algunos dias la situacion cambio notablemente, ella preguntaba muchas cosas sobre computadoras, en especial sobre lo que se dice en el ambiente sobre el WEB, un día me pregunto sobre el tipo de revistas que podia uno accesar desde la computadora, yo le comente sobre varias en general, además, y por si acaso le dije “Hasta pornograficas hay!”. Esa era mi cabeza de playa, mi plataforma…., el tema giro en redondo sobre ese asunto a partir de allí, me pregunto si conocía algún lugar y como eran, tanto se los describí que opte por mostrarle varias páginas, algunas eran muy agradables para mi, pero no sabía que le gustaba, entonces la aborde: ?De que tema quieres ver?- a lo que ella respondio que lo que más le gustaba era ver como se cogian a las chicas. –No me gusta el sexo anal, pero me encantan esas con varios o las de parejas bien dotadas-. Interrupio ya que debia constestar una llamada. Ni lerdo ni perezoso empece a buscar varias paginas, al final terminamos viendo el Club de Relatos Eroticos. Ese fue mi acierto, ya que empezo a visualizar una tras otra, ora veía una chica de cuatro patas, ora veia una con 2 chicos y una chica, inclusive vio varias con 2 parejas y demás. Voltee mi monitor para que ella pudiera apreciar mejor aquellas escenas… Empecé a notar como respiraba fuertemente, aquellas hermosas tetas subian y bajaban a gran velocidad, su cara había cambiado de tonalidad, normalmente blanco mate por una sonrosada.“?Te gusta?”, le pregunte, “Esa mujer esta riquísima”, le insistí. Ella se aproximo a mí, sentándose junto a mí, contesto: “Uy, eso si me gusta, como la tienen uno en cada teta y otro chupandole la pepa!” “Ah, mira ese tipo, tiene una picha bien grande, como le entra a esa, wow!…”, a lo que conteste: “Mira, ese la tiene como yo”… , “Mira que rica …” Después de alli no fue necesario decir más, ella sola hablaba sin parar, usando lenguaje bastante fuerte y explícito. Había tomado inclusive control del raton y ahora ella controlaba la situacion. Mi picha estaba bastante crecida ya. Mi pantalon hacia un bulto ya bien definible, no quería que ella se molestara pero las ansias por culearla empezaron a calentarme de más, no podia evitar ver sus tetas, como se abría para alcanzar el mouse, sus piernas. Ella ya había notado mi crecimiento y estaba un poco excitada, lo sé pues la veia respirar con dificultad…. Luego empece a hablarle un poco de mi gran fantasía, y de como había podido cumplirla con una amiga hacia un tiempo. Ella me comento que esa fantasia no era solamente mia, y que inclusive ella había sido blanco hacia un tiempo de ese tipo de galanteos, regreso un momento a su escritorio para contestar un par de llamadas que por suerte iban dirigidas al Gerente, luego volvio. En ese silencio me frustré, me sentía en evidencia, no sabía que hacer, la deje hacer unos minutos más con la idea de no aburrir su juego. Luego empezo a decirme que conocia cual había sido mi historia, era bastante chismosa como podrán ver, me comento que se había dado cuenta a travez de la contadora de la empresa, que había notado como nos poniamos de acuerdo para salir juntos. Mi sorpresa fue aún mayor. Sin embargo note que su tono no era de reclamo y me decidí a hablar de una buena vez, usando el argumento que había utilizado en mi aventura anterior. Dije “Bueno, creo que esta claro que no soy un colegial intentando besar a una chica, la verdad me gustaría saber si te interesaría salir conmigo ahora, luego del trabajo, me gustaría que pudieramos hablar, creo que te gustaría algo que se que en casa no se consigue”. La vi un poco asustada, me miro, pense lo peor, sin embargo su mano se dirigio involuntariamente a mi picha, dándole una suave caricia…. Fue muy bueno, me sentí con animos de atacar, entonces dirigi mi mano hacia sus piernas, ella ya sostenía fuertemente mi picha, y yo acariciaba su pierna y mi otra mano galanteaba dentro de su escote. Luego me separo suavemente con las siguientes palabras: “A las 6 y treinta a la vuelta del al Supermercado UNMAR, no demores ni un segundo estaré en un taxi esperando.” Continuará…
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