Hola, soy una mujer de 32 años, profesionista (soy maestra en preparatoria), soltera, no tengo novio, así que sin problemas seguido entro al chat a conocer personas, para charlar, sin ninguna intención de tener encuentros reales porque soy tímida y reservada. El 27 de diciembre de 2012 entré al chat de lesbianas (debo aclarar que tengo la fantasía de hacerlo con una mujer). Ahí estaba un chico, ya saben, los hombres también entran a las salas de lesbianas por curiosidad o qué sé yo. Empezamos a charlar, su seudónimo era El amante, estuvimos platicando muy bien, intercambiamos msn y la plática cachonda se hizo presente. Los dos estábamos muy excitados, tanto que en ese momento me propuso conocerlo el 29 de diciembre, le dije que sí (la verdad era que tenía ganas de tener sexo ya). Por cuestiones personales no pude verlo como habíamos quedado pero conforme pasaron los días seguían las charlas de todo tipo: trabajo, lecturas, diversión, sexo…
Era genial hablar con él. Se llama Jorge (nombre ficticio),e s arquitecto, da clases en universidad, delgado, morenito, con una linda sonrisa, grandes manos, me hizo sentir en confianza y platicarle de mis fantasías, él me pasaba videos eróticos o fotos y yo le pasaba algún relato que leía aquí y me gustaba; ambos disfrutábamos las charlas más cuando era imaginar estar juntos besándonos, acariciándonos, masturbándonos, cogiéndonos. Él ya sabía de mi fantasía de hacerlo con una mujer, entonces comentó que tenía una amiga llamada (Susy, también ficticio), quien ya había estado con una mujer, así que ni tardo ni perezoso le preguntó si le interesaría un trío, ella dijo que sí. Así que empezamos a hablar los tres por skype, aunque entre ella y yo había cierta distancia; noté que ella sentía algo de celos, creo que quería a Jorge para ella sola, pero yo seguí con los planes. De tal manera que quedamos de vernos los 3 para el 20 de abril de este año. Llegué a la terminal algo nerviosa y excitada también. Jorge llegó a los pocos minutos, era la primera vez que nos veíamos en persona (antes nos habíamos visto en webcam casi todo, yo le había mostrado mis senos y mi vagina, él mostró su pene). Inmediatamente me besó apasionadamente, nuestras lenguas jugando mientras él me tocaba el trasero, supuestamente de forma disimulada, se pegó a mi cuerpo y pude notar la erección que ya tenía. Nos dirigimos hacia la calle (pues nos habíamos encontrado en Taxqueña), me dijo que Susy no llegaría porque se le presentó algo en último momento. Pensé que realmente ella no quería estar en la cama con nosotros dos. Fuimos al súper, compramos un refresco y unos bocadillos, luego un café y llegamos al hotel.
Ahí dentro seguimos con lo iniciado en la terminal, sus besos apasionados, me encantaba su lengua buscando la mía, succionando, recorriendo mi boca, mientras sus manos tocaban mis nalgas (que debo decir son algo grandes) me decía «qué rica estás», «me encantan tus nalgas» mmmmmm… se desvistió, lo ayudé a quitarse su ropa, sólo quedó en bóxer, pero sentía su pene erecto. Me desvistió y le encantó la ropa interior que llevaba: conjunto negro de encaje, se podían ver mis nalgas, las cuales no dejaba de acariciar y decir lo deliciosas que estaban. Me recostó en la cama y seguimos besándonos, quitó mi brasier y besó, lamió, chupó, succionó mis senos, mis pezoens se pusieron duritos, era rico sentir su lengua pasando por cada una de mis tetas. Se enderezó y me quitó el bikini, quedé frente a él, las piernas abiertas, deseando me hiciera el sexo oral y así fue. Se acercó a besarme, bajó a mis pechos hasta llegar a mi entrepierna, pasaba su lengua hasta que poco la hundió en mi vagina, estaba mojada, se movía delicioso. Le decía «así, mmm sí, sigue ahí mmmmmmmmmmmm, mássssssssss mmmmmmmmmm. Sus lamidas y mamadas eran gloriosas, tuve el primer orgasmo ahhhhhhhhhhhhh! Ahora él se recostó en la cama y yo hincada frente a él, comencé a cariciar su pene despacio, pasarle sólo la punta de la lengua a la punta de su pene, acariciaba sus huevos, la metí poco a poco en mi boca, la sacaba y la metía, pasaba mi lengua por todo su pene, chupaba también sus huevos, él gemía y decía: «qué rico mamas» «qué rica boquita tienes, te quieres comer toda mi verga» mmmmmmm! Así estuvimos unos minutos hasta que se enderezó y yo me recosté, abrió mis piernas y se puso el condón, comenzó a penetrarme.
Jorge: dime qué quieres?
Yo: tu verga
Jorge: en dónde la quieres?
Yo: en mi panocha
Jorge; ahí te va, te gusta?
Yo: síiiiii mmmmmmmmmmmmmmmmmm qué rica verga tienes, dame más, qué rico coges, ayyy Jorge me encanta mmmmmmmmmmmm
Tuve otro orgamos, la verdad que a este punto ya había perdido la cuenta de cuántos orgasmos llevaba. Después me puse de perrito y me cogió por atrás, nos colocamos de tal manera que yo pudiera ver en el espejo cómo me tenía y me cogía. Él daba nalgadas y seguía diciendo lo ricas que estaban, yo no paraba de gemir y sentir su deliciosa verga cogiéndome. Tuvo su orgasmo y yo otro.
Nos quedamos recostados y él se durmió un poco, mientras yo veía la tv. Cuando despertó volvimos a cogernos. De nuevo caricias, besos, lamidas, nalgadas, ahora él quería penetrarme por el ano, le dije que sí, quería sentirlo dentro, pero sobre todo él me tenía muy cachonda, no era un hombre que sólo se preocupaba por el sexo y su placer, procuraba que ambos disfrutáramos, que los dos gozáramos de nuestros cuerpos y de la cogida que nos dábamos. Buscó en su mochila una crema para ponerme en el ano, pero por los nervios y la calentura no la encontró, entonces así empezó a excitarme y acariciarme el ano, metió un dedo, luego el otro, me dolía pero estaba dispuesta a intentarlo. Comenzó a meterme la verga pero el dolor no me permitió dejar que siguiera (ya antes me lo habían hecho anal, pero el pene era pequeño y delgado y el de Jorge era una ricura, grueso, algo grande mmmmm), así que él muys respetuoso no siguió, volvió a cogerme por la vagina y seguir disfrutando. Luego yo le dije que hace pocos días me había masturbado en la ducha pensando en él y en Susy pero que también había orinado y eso me había excitado más, lo que me ayudó a venirme rico. me dijo que fuéramos a la ducha, ahí nos besábamos, y él rápido se orinó en mis piernas, fue delicioso sentir su pis calientita, él me masturbaba, me tocaba la panocha que estaba ansiosa de otro orgasmo, lo tuve y volvimos a la cama a seguir cogiendo. Era rico sentir su verga en mi panocha, metiéndose, saliendo, volviendo a entrar» mmmmmmmmm sigue Jorge así mi vida, cógeme rico, qué rico lo haces, qué rica verga tienes ahhhhhhhhh» Yo de perrito y él cogiéndome por detrás empujaba su verga en mi panocha, me daba nalgadas, me tocaba los senos, los apretaba, metía sus dedos buscando mi clítoris, tenía la panocha muy mojada, el vaivén sexual era rico, hacía mucho que no disfrutaba del sexo y por lo hacía con un hombre fascinante. Ambos tuvimos otro orgasmo, nos dejamos caer en la cama y estuvimos besándonos por largos minutos, yo encima de él, sintiendo mis tetas en su cuerpo, acariciando su verga, esa verga que tanto placer me estaba dando.
Él tenía un compromiso de trabajo por lo que no pudimos seguir más rato, nos bañamos y vestimos para irnos cada quien a su casa. Las charlas han seguido, ahora se puede decir que soy amiga de Susy y quizá dentor de poco mi fantasía se haga realidad, y después de eso, es probable que hagamos el trío (Jorge, Susy y yo). Ojalá que sí, la verdad que estoy deseosa de tener un encuentro con una mujer, besar sus labios, sus pechos, pero sobre todo, probar su panocha, sus jugos, saborearla. Ya les contaré si se me hace realidad la fantasía. Ojalá les haya gustado el relato y no los haya aburrido. Besos
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