Relatos Eroticos de Orgías | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/orgias/ Mon, 29 Jan 2018 10:28:23 +0000 es hourly 1 /> Se la chupo a tres compañeros de clase | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/se-la-chupo-tres-companeros-clase/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/se-la-chupo-tres-companeros-clase/#respond Mon, 29 Jan 2018 10:28:23 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=3282 Hola babys, como ya saben me llamo Keyla, para los que quieran saber mas de mi les dejo mi TWITTER: ahí pueden seguirme, soy una chica no muy alta mido 1.60 metros de estatura, tengo unas bubis promedio (34B) ni muy grandes ni muy pequeñas, pero eso si, tengo una colita muy muy rica, paradita y anchita, eso es lo que siempre me han dicho. Hoy les contare una pequeña experiencia que tuve con unos chicos de la prepa en donde iba, y digo pequeña porque fue muy rápida, ya que fue en la hora de receso, fue un

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Hola babys, como ya saben me llamo Keyla, para los que quieran saber mas de mi les dejo mi TWITTER: ahí pueden seguirme, soy una chica no muy alta mido 1.60 metros de estatura, tengo unas bubis promedio (34B) ni muy grandes ni muy pequeñas, pero eso si, tengo una colita muy muy rica, paradita y anchita, eso es lo que siempre me han dicho.

Hoy les contare una pequeña experiencia que tuve con unos chicos de la prepa en donde iba, y digo pequeña porque fue muy rápida, ya que fue en la hora de receso, fue un día lunes, yo como toda la semana (lunes a jueves) llevo uniforme, calceta larga arriba de la rodilla color blanca, falda color azul marino y camisa de botones color blanca y debajo un brasier rosita y un cachetero del mismo color, la falda era un poco larga pero yo siempre me la doblaba de la parte de la cintura pues para que esta se hiciera mas chica…

Estábamos una clase antes de salir al receso, yo como siempre me gusta sentarme adelante, pues me gusta de vez en cuando mostrar mis calzoncitos o mis piernas a los profesores jejeje…el profe salió del salón a contestar una llamada, atrás de mi estaban tres compañeros de mi salón (Antonio, Gustavo y Roberto), ellos saben perfectamente la clase de putita que soy, Gustavo se me acercó por atrás y me dijo al oído.

*Gustavo: Que onda Key, hay que divertirnos ahorita en el receso, o te vas a rajar…

*Yo: ora! No! Estás loco jejeje…

*Gustavo: Anda di que si, mira que Antonio y Robert están ansiosos, ¿Nos vas a dejar así?

* Yo: Haber Gus, neta no puedo we, ando en mis días y así no se puede ya sabes…

*Gustavo: No que va, ni hablar chula, ni modos, quedaremos con las ganas jejeje…

En eso Gus se quito y se fue a donde están los demás, yo la verdad si andaba en mis días, no lo había dicho para evadirlos o cosa por el estilo, el profe entro al salón de clases y nos dejo salir 10 minutos antes al receso, yo iba para el baño cuando de nuevo me vuelve a alcanzar Gus…

*Gustavo: Key! Key! Espérame…

*Yo: Que pasó Gus, voy al baño…

*Gustavo: Hable de nuevo con aquellos y están tercos que quieren, me dijeron que si te animas a hacernos un oral a los tres en el baño de hombres…

*Yo: No mames Gus, como les voy a estar chupando aquí en la escuela, están locos, quítate voy al baño…

Yo me metí al baño de mujeres, y en mi cabeza iba revoloteando esa propuesta que me había echo Gus, para ser sincera me calentó un poco la idea de mamarles la polla en el baño de hombres, así que me decidí a que si me volvían a proponer lo mismo aceptaría, Salí del baño, yo creí que iban a estará fuera esperándome pero no fue así, me seguí caminando cuando escucho un grito…

*Keylaaa!!!…

Yo voltee y ahí estaban de nuevo esos cabrones, fui a donde estaban ellos…

*Yo: Que onda chamacos, ¿Quién me hablo?

*Roberto: Pues nosotros chiquita, quien mas jajaja…

*Antonio: Entonces que pues Keyla, con lo que te dijo Gus…

*Yo: ¿Enserio quiere aquí en al baño?…

*Gustavo: Pues si, pero te haces del rogar…

*Yo: No we, no me hago del rogar, pero pues ando en mis días…

*Antonio: Key pues solo nos haces oral y ya, ¿Cuál es el pedo?…

*Yo: mmmm… Ok va! Pero solo oral sale, nada de querer metérmela, Antonio metete con Gus, Robert aquí quédate echándome aguas, cuando yo me meta te metes y cierras la puerta…

*Roberto: Eso mamita, si te gusta no se que le haces de pedo jajaja…

Como fue, Robert se quedo afuera echándome aguas de que no me fueran a ver cuando entrara al baño, entre con Gus y Antonio, ya adentro enseguida se metió Robert, ya estando los cuatro adentro Antonio se quito su suéter y lo puse en el piso para yo poder ponerme de rodillas en el…

*Gustavo: Ahora si perrita, nos la vas a mamar a los tres… te vas a llenar de leche perrita…

Yo ya de rodillas solo los miraba a los tres a los ojos, mordiendo mi labio pues ya me habían calentado, mientras ellos se desabrochaban su pantalón para sacar su polla, de pronto Roberto me toma del pelo dándome un fuerte jalón…

*Roberto: Oralee perra!! Que esperas para mamar jajaja…

Me decía mientras me metía su verga en mi boca, los demás solo comenzaron a reír mientras ellos mismos se masturbaban mirando como la chupaba a Robert, Gus agarro mi mano derecha e hizo que le agarrara su polla para empezarlo a masturbar, Antonio no se quedo atrás y agarro mi otra mano para igual poner su polla en ella y masturbarlo, era riquísimo lo que estábamos haciendo…

Roberto me tenia bien agarrada de mi cabeza al mismo tiempo que me follaba mi boca, yo sentía que me ahogaba, mientras con mis manos les masturbaba la verga a de Gus y Anto…

*Gustavo: Ya Robert, ahora voy yo quítate…

*Roberto: Espera espera wey, que esta putita la mama delicioso… Ve nada mas como la mama la perrita, ve toda esa saliva que saca de su asicó de perra

*Antonio: No mames ya Robert vamos nosotros, ya casi termina el receso…

Uf yo estaba súper caliente, pero a la vez trataba de controlarme pues lo ultimo que quería era tener un orgasmo estando en mis días, enseguida cambiaron de lugar, Antonio tomo el lugar de Roberto y viceversa, comencé a chuparle la polla a Anto, era deliciosa, estaba grande y bien parada, saque su verga un momento de mi boca y me escupí saliva en mis dos manos para así seguir masturbando aquellas ricas pollas que tenia en mis manos…

*Antonio: No mames que rico Keyla! La mamas delicioso!! Sigue así mamita vamos! Métetela hasta el fondo…

*Roberto: Si es toda una zorrita esta puta, ni creas que te vas a salvar de una cogida por los tres putita…

Yo solo los miraba pues mi boca estaba muy ocupada mamando y mamando como para decir palabras…

*Gustavo: Ya voy yo no mamen, también quiero que me la chupe a mi…

*Antonio: Cálmate cálmate! Si no te la mama ahorita ya te la mamara en otra ocasión wey…

Antonio comenzó a follarme cada vez más y más rápido la boca, cuando de pronto sentí un enorme chorro de semen dentro de mi boca que me llego hasta la garganta…

*Antonio: Oh Dios!! Que rico, sigue mamando zorrita vamos exprímeme bien la verga… ooh!!

Se había vaciado todo dentro de mi, su leche estaba deliciosa, pues tenia ese saborcito dulce que me encanta, así que no dude en tragarme toda, en cuanto me trague el semen Roberto enseguida se apodero de mi cabeza y comenzó a follarme la boca…

*Roberto: Vamos puta ahora exprímeme a mi perrita…

Yo como buena putita que soy no puse ningún pero, así que comencé a mamarle ese gran pedazo de carne, le hacia garganta profunda, yo ya me había olvidado por completo de Gustavo, pues yo estaba concentrada en la polla de Anto… en ese momento sonó la campana que da aviso el fin del receso, yo enseguida me Saque la polla de Anto de mi boca…

*Yo: Ya ya, ya termino el receso ya vámonos…

*Roberto: No mames Keyla, espérate, ve como me tienes, has que me corra anda…

*Yo: Que no!! Ya me quiero ir, ya termino el receso…

*Antonio: Ya ya, no sean pelinches ya nos las mamo, ya vámonos…

*Roberto: A si verdad wey, tu como si le echaste tu semen por eso no reclamas…

*Gustavo: Ya que tanto la hacen de pedo, siquiera a ustedes si se las mamo, no que yo me quede con las ganas, ya vámonos…

En cuanto Gus dijo eso, me sentí un tanto culpable, pues no le había chupado su polla, yo me pare y me fui al lavamanos a enjuagarme la cara, pues la tenia llena de mi saliva por tanto mamar, una vez listos, primero salió Roberto del baño…

*Roberto: Ya salte Key rápido no hay nadie afuera…

Yo rápidamente me Salí del baño y me fui disimuladamente al salón de clases, a los pocos minutos llego Gus, Anto y Robert, la clase ya había comenzado, en mi mente seguía recordando que a Gus no le había podido chupar la polla, Gus se sentaba alado de mi, y disimuladamente le pase un papelito sin que los demás se dieran cuenta:

*Papelito: Lo siento papi, no me dio tiempo, pero te prometo algo, en cuanto me termine de bajar te daré una sorpresita muy rica… besos…

Gustavo me voltio a ver con una sonrisa de oreja a oreja, yo solo le guiñe el ojo…

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Los mirones se unen a la orgía | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/los-mirones-se-unen-la-orgia/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/los-mirones-se-unen-la-orgia/#respond Fri, 22 Dec 2017 09:52:17 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=3270 Aunque nos pillase un poco lejos de casa, solía ir con mis amigos a un parque bastante grande que había cruzando el río donde ya dejaba de haber ciudad y comenzaba a haber campo y bosque. Éramos cuatro los que nos juntábamos, Ernesto el alto, Raúl el gordo (Aunque en verdad estaba rellenito ná más), Dani el moreno y finalmente yo mismo. Todos nosotros entre los catorce y los quinces y mas vírgenes que el aceite de oliva. Para un grupito de colegas tan inseparables eso del sexo era algo que entre nosotros estaba a la orden el día, tanto

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Aunque nos pillase un poco lejos de casa, solía ir con mis amigos a un parque bastante grande que había cruzando el río donde ya dejaba de haber ciudad y comenzaba a haber campo y bosque. Éramos cuatro los que nos juntábamos, Ernesto el alto, Raúl el gordo (Aunque en verdad estaba rellenito ná más), Dani el moreno y finalmente yo mismo. Todos nosotros entre los catorce y los quinces y mas vírgenes que el aceite de oliva. Para un grupito de colegas tan inseparables eso del sexo era algo que entre nosotros estaba a la orden el día, tanto que hasta nos pajeábamos todos en grupo, pero cada uno con la suya, que conste.

Tanto tiento juntos y tanta confianza entre nosotros nos permitía estar todo el rato hablando de sexo al no tener que reprimirnos a la hora de hablar de lo primero que se nos pasase por la cabeza, aunque solo fuese una cosa, sexo. Pero últimamente andábamos mas salidos que de costumbre y la razón era por que habíamos descubierto una zona del parque, ese parque al que siempre íbamos, en que las parejas se ponían a follar. Nosotros habíamos estado con la mosca pegada a la oreja desde que Dani nos hubiese contado aquel rumor que había oído de su hermano mayor, pero no había sido hasta varios meses después en que nos atreviésemos a ir a explorar. El sitio en cuestión se encontraba en la zona mas apartada del parque, junto al río, en donde no había ni calzadas, ni columpios, ni zonas ajardinadas, ni nada de nada. Solo árboles y arbustos, pero tantos que se hacía el sitio perfecto para estar relativamente a escondidas. Era un domingo por la mañana algo temprano, así que en seguida dimos con una pareja que se lo montaban de pié contra un árbol. Se veía por la ropa y la edad que habían pasado la noche de juerga y acaban el final de la fiesta con un buen polvo. Nada mas mirarnos los uno a los otros tras un arbusto, estábamos ya todos apretando pantalón por delante. Nos Miramos y nos entró la risa tonta, pero la aguantamos en silencio y volvimos inmediatamente otra vez la vista a la pareja, aquella pareja en la que el chico empotraba a la chica contra el árbol. A medidas que contemplábamos la escena nuestra calentura se incrementaba y de frotarnos el paquete pasábamos a pajearnos dentro del pantalón hasta que ya uno de nosotros era el primero que no aguantaba mas, se la sacaba y se la comenzaba a cascar abiertamente junto a los demás, momento en el que entonces los otros tres le seguía y al final acabábamos encogidos en nuestro escondite, con los pantalones por los tobillos y dándole fuerte a la zambomba hasta que uno por uno íbamos regando el arbusto con nuestro semen. Aquella primera vez no se quedó en la última. Siempre íbamos a ver si teníamos suerte y pillábamos a alguna pareja haciéndolo como buenos voyeur que éramos ya. Para nosotros era muchísimo mejor que las películas pornos con lo que nos enviciamos a aquello, sobre todo las primeras semanas en las que íbamos incluso aunque fuese imposible que hubiese alguna pareja por que hiciese demasiado frío o por que fuese una hora rara.

Andábamos en el parque, jugando al futbol en donde siempre, hasta que nos hartamos y nos juntamos para decidir que otra cosa podíamos hacer por que todavía teníamos otra hora antes de que nos tuviésemos que ir cada uno a su casa. Hacía una semana que no íbamos al picadero del parque por lo que uno de nosotros, Raúl precisamente, fue el que propuso de ir. Ante la posibilidad de ver a una pareja follando y hacernos una buena paja aprobamos la propuesta de inmediato. Los cuatro nos pusimos andando hacia la arboleda del extremo solitario del parque por nuestro propio atajo. A medida que ya nos íbamos adentrábamos en la zona andábamos con cuidado de hacer el menor ruido posible, encorvados para que no fuésemos muy visibles y atentos a nuestro entorno. De no muy lejos vino el ruido masculino de un jadeo de fuerza que se repetía contra mas nos acercábamos. Estábamos hecho un escuadrón de espionaje, andando sigilosamente los cuatro juntos entre los árboles y la maleza hasta que vimos a la pareja tras unos arbustos altos desde donde el espectáculo no solo se veía bien. Yo me coloqué entre Raúl y Dani, sintiendo la mano de este último apoyándoseme en el hombro. No era la típica pareja de veintañeros. Él debía tener unos treinta y algo, pero ella en cambio estaría por los treinta y tenía un cuerpo espectacular, unas tetas gordas con unos pezones grandes que se sacudían estando ella de rodilla mientras se la chupaba al hombre que la llevaba adelante y atrás por la cabeza con bastante energía. Incluso se la podía oír atragantar. Los dos estaban completamente desnudo aunque conservando el calzado siendo la primera pareja que veíamos que se habían desnudados prácticamente del todo. Veíamos perfectamente como el culo del hombre se apretaba y como su polla entraba y salía de la boca de la chica a su voluntad. La polla me apretaba pesada en los calzoncillos y fui yo en esa ocasión el primero en bajarse la cremallera para sacársela. Intentaba sincronizar mi paja a los del movimiento de él cuando uno de nosotros, no se quién, tuvo que pisar una rama, de las gordas, que crujió bien fuerte. La pareja paró de repente y el tío giró la cabeza en nuestra dirección.

-¡¿Quién cojones hay ahí?! – Preguntó, pero no era la primera vez que estaban apunto de pillarnos y nos quedamos quietos en completo silencio, preparados para salir pitando si se acercaba. En cambio el hombre no se movió, ni tan siquiera parecía mosqueado – ¡¿Hola?! ¡Si quieres mirarnos adelante que no nos importa, pero si te apetece apuntarte puedes hacerlo! – Boquiabiertos, nos miramos al escucharlo sin que ninguno se atreviese a decir o hacer nada. Haciendo girar a la chica de espalda a donde el suponía que andábamos escondidos, la hizo poner a cuatro patas y para nosotros comenzó a abrirle el coño con las manos, metiéndole los dedos y ocasionalmente la polla – ¡¿Ves?! ¡Mira que chochete te estás perdiendo! ¡Únetenos y sal a follártelo! – Estaba asustado, y también muy excitado con la provocación e invitación de aquel hombre, y sabía que no era el único por que mis amigos continuaban con cara susto pero tan empalmados como yo.

-*¿Qué hacemos? ¿Vamos?* – Dijo bajito Ernesto a los otro.

-*No se… ¿Os atrevéis?* – Pregunté atacado mirando de vez en cuando a aquel coño que se prestaba a nosotros, algo realmente tentador para un adolescente virgen.

-*Si,… vamos, vamos – Dijo decidido Raúl sin quitar ojo de cómo ahora el tío la penetraba de lado para que los viésemos.

Podía haber sido un trampa del hombre para que saliésemos del escondite para rompernos la cara o cualquier otra cosa por el estilo pero ante la posibilidad de follar por primera vez fuimos saliendo uno por uno tras del arbusto como polillas hacia la luz. El hombre al vernos a los cuatro se extrañó, parando e invitándonos a acercarnos mas cuando se le pasó la sorpresa. La chica también giró la cabeza para vernos sin llegar a decir nada.

-Valla tela ¿Erais cuatro? ¿Pero cuantos años tenéis vosotros? – Nos preguntó él. Cada uno dijo su edad, subiéndonos un par de años para parecer mas adultos aunque estaba claro que para el hombre no dejábamos de ser unos púberes aun así – ¿Habéis follado alguna vez?

-Yo casi una vez – Le respondió Raúl intentándose hacer el guay.

-Ya bueno… – Respondió riéndose por la tontería que había dicho este y haciendo luego como si no lo hubiese oído – ¿Quién quiere ser el primero en sentir un coño de verdad? Veamos ¡Tú! Acércate – Dijo señalándome.

Llevándome con él de rodillas al suelo, frente al culo en pompa de la chica, me hizo acercarme mas a ella. Bajé mis pantalones todo lo que pude, con torpeza por el ataque de nervios que estaba padeciendo, y mi polla quedo apuntando tiesa hacia el coño rosado de la mujer. Echándome sobre ella un poco, froté con fuerza mi polla contra su coño, sintiendo como mi capullo se rozaba contra sus labios menores que se encontraban húmedos. Bajando la mano ella, se encargó de que mi polla encontrara el agujero correcto al primer golpe que di. Una oleada de placer salió de allí donde mi polla iba entrando en su vagina, aumentando el goce contra mas la penetraba, algo que no duró mucho por que mi polla no muy grande aún. Mis caderas se pusieron en movimiento, haciendo respirar agitada a la chica con mi novel miembro. Llamando el hombre a mis amigos, lo cuales contemplaban viciosos, lo fue situando uno a cada lado y al cuarto frente a ella. Dani, que era precisamente el que se había puesto delante, se contrajo de gusto al sentir como la mujer chupaba su miembro e iba moviendo la cabeza lentamente. Quedándose con una mano para aguantarse, agarró ahora la polla de Ernesto al que se puso a masturbarlo. El pobre de Raúl nos miraba desamparado mientras se masturbaba viéndonos caminando entre Dani y Ernesto con angustia. Explotando de la excitación, se pegó a Dani y acercando su rabo a la boca de la mujer esta pasó a chupar la de él, turnándose las pollas de ambos. Las caras de mis amigos eran de absoluto placer, como debía ser la mía, mirando atentamente a lo que le hacían como si todavía no nos lo creyésemos. Entre los cuatro formábamos un cuarteto musical de jadeos. Escuchándosele mas alto que a los demás, Ernesto gemía casi tan rápido como iba la mano de la chica sobre su polla.

-¿Te vas a correr ya? – Le preguntó el hombre a Ernesto que asintió sin aliento para hablar – Vente aquí donde tu amigo y hazlo dentro, sin miedo – Le dijo haciéndome a un lado para que Ernesto ocupase mi lugar.

Entre las piernas de ella, volvió a surgir su mano para agarrar la de Ernesto y colocarla bien. Mi amigo la penetró de una sola vez, follándola sin moverse mucho hasta que al minuto le fue entrando una serie de espasmos con los que se estaba corriendo en el coño de aquella mujer. Todos no perdimos ojo del momento, mirando a nuestro colega sufriendo su orgasmo con la cara contraída menos la boca que la tenía abierta. Nos habían hablado ya del condón, de las ETS y demás, pero la tontería de la edad no nos dejaba pensar en nada de eso y ahora que sabía que podía correrme dentro de aquel coño aguardaba ansioso a que Ernesto se apartase para volver con lo que había dejado. Y así lo hice, en cuando mi amigo sacó su polla con un sonido pringoso, aun con algo de semen en la punta, me coloqué tras ella y la penetré sin ayuda. Tal vez por la corrida de Ernesto, o por lo que se había excitado en aquel tiempo, la vagina de la chica estaba mucho mas húmeda, mas resbaladiza, e incluso mas caliente. Bombeando todavía mas rápido que cuando había estado antes, mis caderas comenzaron a hacer ruido al chocar con su culo, ganándome las miradas furtivas de mis amigos. Me había puesto infinitamente mas cachondo con aquella pausa y habiendo regresado con tantas ganas ya sentía que no me quedaba mucho por correrme y al igual que con Ernesto mi respiración iba a toda máquina.

Sin saber por qué exactamente podíamos corrernos dentro sin miedo, si es que tomaba anticonceptiva o qué, yo en aquel preciso momento, a punto de correrme, hubiese continuado aunque me hubiese dicho aquel hombre que la podría dejar embarazada, y en toda mi ignorancia, pasotismo y libido (Que en un chaval de quince en su primera vez es mucha) la penetré tan fuerte como me permitieron las piernas antes de reventar en aquel coño increíble. El alarido que pegué fue monumental, notando como el cuerpo se me calentaba de enorme placer y como la polla se me sacudía contra las paredes de la vagina, sumando a la reciente corrida de mi amigo la mía propia que se estarían mezclando en lo profundo del coño.

-Yo también voy a correrme ya mismo – Dijo Raúl viniendo a mi lado sin dejar de pajearse.

La saqué, toda mojada, y me eché a un lado para dejarle ahora a Raul meterla. Apenas en cinco segundo ya se encontraba penetrándola rápidamente, muy rápidamente, de rodilla con una pierna y apoyado con el pié con la otra. Sus huevos se agitaban como un saco lleno de piedras, haciendo ruido al chocar entre las piernas de la mujer. Mientras que Dani no quitaba ojo de cómo se la chupaban, Ernesto y yo nos paseábamos alrededor todavía empalmados y nos habíamos puesto a masturbarnos otra vez.

-Me… coo…rro,… ya – Jadeo con voz ronca Raúl, desplomándose adelante ya viniéndose aunque sin dejar de moverse hasta que ya le dolía.

-¡Quita, rápido! – Le pidió Dani, rodeando deprisa a la mujer para ponerse detrás en donde hizo un lado a Raúl y la fue a penetrar.

Con solo la punta metida, Dani la embistió hasta empujarla adelante. Repitiendo la operación, volvió a embestir y se puso a contraerse. Sus jadeos se intensificaron primero y fueron bajando después. Al retirarse su polla estaba llena de fluidos de ella pero también de nuestro semen, el cual surgió por su coño y resbaló por entre sus muslos al incorporarse de rodillas. Dani se dejó caer de culo en el suelo en donde fue recuperando el aliento junto a Raúl. El hombre se fue a agacharse frente a su esposa a la que la tomó por la barbilla para que la levantase hacia él y poderla besar. Sus lenguas asomaban entre sus labios, chasqueando sus salivas y en cierto modo eso nos ponía mucho estando junto a ellos como si nada. Ernesto y yo aumentamos nuestras pajas sin dejar de mirarlos. Daniel y Raúl nos miraban desde el suelo, todavía empalmados, y se nos unieron con lo de pajearse poco a poco.

-Estos chavales te han llenado bien ¿Eh? – Le dijo él a ella, refiriéndose a la mezcla de nuestras corridas que no dejaba de salir lentamente por su coño. Ella simplemente la miró sin llegar a responderle.

El hombre la tomó para colocarla tumbada boca arriba en el suelo y después se tumbó encima de ella y se cogió la polla para penetrarla. Era increíble lo obediente que se mostraba la chica que se arqueó hacia arriba al sentir que la penetraban con aquel miembro que era mucho mas grande y mas peludo que los nuestros. Estirando los brazos, la mujer agarró las pollas que tenía mas cerca a cada lado que era la de Raúl y la mía. Nos acercamos, sentándonos de rodillas, para que le fuese mas fácil masturbarnos. Teniéndolo cerca, ella abrió la boca con la lengua afuera en un gesto a Ernesto para que se la metiese en la boca y mi amigo no perdió ocasión, inclinando abajo su polla y hundiéndosela entre sus labios que se la saborearon con gran gusto.

Manteniendo una buena coordinación, Raúl y yo éramos pajeados con fuerza y rapidez. Sabía que si seguía así, sin que pudiese controlar yo el movimiento, me acabaría corriendo mas rápido que antes incluso. Enfrente de mí, al otro lado de la mujer y el hombre que la embestía agarrada por las caderas, Raúl se me adelanto y entre los dedos de la mujer se corrió agitado. Su semen fue cayendo en parte del costado y los pechos. El hombre se quedó mirando como se iba corriendo Raúl sin parar de follar y debió de gustarse aquello por que le sonrió a este satisfecho. Pocos segundos después escuchamos a Ernesto metiendo su polla sin volverla a sacar en la boca de la chica y su cara contraída fue un aviso evidente de que se estaba corriendo, aunque casi al mismo tiempo que él, yo también me puse a correrme sobre la chica sin que ella parase de pajearme hasta el final. Con la cabeza medio ida, sentí a Dani caer de rodillas a mi lado que se había estado pajeando todo el tiempo y ahora se disponía a correrse en donde Raúl y yo lo habíamos hecho. Un salpicazo de semen, bien abundante para ser la segunda corrida, calló entre los pechos de la mujer. Entre los tres habíamos puesto perdida a la chica, que jadeaba mas que nunca como si el sentir su cuerpo salpicado de nuestro semen la hubiese puesto muy cachonda.

-Ah… ¡Ah!… ¡Aaah!… ¡Aaah!… – Iba jadeando cada vez mas alto el hombre que se había puesto a penetrarla tan fuerte que el semen sobre la chica iba resbalando por los costado – Me corrooo… ¡¡Aaaaah!!

A bastante distancia se le tuvo que escuchar al hombre gemir, embistiendo sin ritmo a la chica cuando ya debía estar corriéndose dentro. Permaneció quieto, con la polla aun dentro, durante un rato. Nosotros lo mirábamos atentos aunque ya ninguno conservaba erección alguno, tal vez un poco Raúl. La saco el hombre despacio y se puso en pié. Los demás nos levantamos también y ayudamos a la mujer a levantar también. Llegándole por lo menos hasta pasada la mitad de la cara interior del muslo, un reguero de semen le comenzó a caer al poco de ponerse en pié. El semen del hombro se identificaba claramente del nuestro que era muco menos blanquecino y espeso. Tomando ella su bolso, el cual estaba tirado a un lado de un árbol junto a toda la ropa de ambos, sacó un paquete de pañuelitos por empezar y tomando por lo menos tres se limpió la entrepierna. Luego tomó otro y fue uno por uno limpiándonos servicial nuestras pollas ya flácidas. Cuando acabó, se la limpió al hombre que la beso. Mientras, nosotros nos subimos y cerramos los pantalones, mas calmados y felices que nunca. Estábamos por irnos ya, dejándolos allí a los dos besándose pero al vernos él nos llamó.

-¡Vosotros! Si alguna vez nos volvéis a encontrar y queréis repetir ya sabéis – Nos dijo sin separarse de ella.

Todos asentimos con la cabeza agradecidos antes de continuar alejándonos. En cuando salimos de la arboleda, derechitos a la salida del parque, estallamos a comentar lo ocurrido. Fue una lástima pero jamás volvimos a encontrarnos con aquella pareja y no fue por intentos. Aunque nos vinos bien por que a los días cada uno fue quejándose de escozor en nuestras partes sirviéndonos aquello de escarmiento, se suponía. En…FIN.

Relato editado y publicado por Pedivertido

Aunque nos pillase un poco lejos de casa, solía ir con mis amigos a un parque bastante grande que había cruzando el río donde ya dejaba de haber ciudad y comenzaba a haber campo y bosque. Éramos cuatro los que nos juntábamos, Ernesto el alto, Raúl el gordo (Aunque en verdad estaba rellenito ná más), Dani el moreno y finalmente yo mismo. Todos nosotros entre los catorce y los quinces y mas vírgenes que el aceite de oliva. Para un grupito de colegas tan inseparables eso del sexo era algo que entre nosotros estaba a la orden el día, tanto que hasta nos pajeábamos todos en grupo, pero cada uno con la suya, que conste.

Tanto tiento juntos y tanta confianza entre nosotros nos permitía estar todo el rato hablando de sexo al no tener que reprimirnos a la hora de hablar de lo primero que se nos pasase por la cabeza, aunque solo fuese una cosa, sexo. Pero últimamente andábamos mas salidos que de costumbre y la razón era por que habíamos descubierto una zona del parque, ese parque al que siempre íbamos, en que las parejas se ponían a follar. Nosotros habíamos estado con la mosca pegada a la oreja desde que Dani nos hubiese contado aquel rumor que había oído de su hermano mayor, pero no había sido hasta varios meses después en que nos atreviésemos a ir a explorar. El sitio en cuestión se encontraba en la zona mas apartada del parque, junto al río, en donde no había ni calzadas, ni columpios, ni zonas ajardinadas, ni nada de nada. Solo árboles y arbustos, pero tantos que se hacía el sitio perfecto para estar relativamente a escondidas. Era un domingo por la mañana algo temprano, así que en seguida dimos con una pareja que se lo montaban de pié contra un árbol. Se veía por la ropa y la edad que habían pasado la noche de juerga y acaban el final de la fiesta con un buen polvo. Nada mas mirarnos los uno a los otros tras un arbusto, estábamos ya todos apretando pantalón por delante. Nos Miramos y nos entró la risa tonta, pero la aguantamos en silencio y volvimos inmediatamente otra vez la vista a la pareja, aquella pareja en la que el chico empotraba a la chica contra el árbol. A medidas que contemplábamos la escena nuestra calentura se incrementaba y de frotarnos el paquete pasábamos a pajearnos dentro del pantalón hasta que ya uno de nosotros era el primero que no aguantaba mas, se la sacaba y se la comenzaba a cascar abiertamente junto a los demás, momento en el que entonces los otros tres le seguía y al final acabábamos encogidos en nuestro escondite, con los pantalones por los tobillos y dándole fuerte a la zambomba hasta que uno por uno íbamos regando el arbusto con nuestro semen. Aquella primera vez no se quedó en la última. Siempre íbamos a ver si teníamos suerte y pillábamos a alguna pareja haciéndolo como buenos voyeur que éramos ya. Para nosotros era muchísimo mejor que las películas pornos con lo que nos enviciamos a aquello, sobre todo las primeras semanas en las que íbamos incluso aunque fuese imposible que hubiese alguna pareja por que hiciese demasiado frío o por que fuese una hora rara.

Andábamos en el parque, jugando al futbol en donde siempre, hasta que nos hartamos y nos juntamos para decidir que otra cosa podíamos hacer por que todavía teníamos otra hora antes de que nos tuviésemos que ir cada uno a su casa. Hacía una semana que no íbamos al picadero del parque por lo que uno de nosotros, Raúl precisamente, fue el que propuso de ir. Ante la posibilidad de ver a una pareja follando y hacernos una buena paja aprobamos la propuesta de inmediato. Los cuatro nos pusimos andando hacia la arboleda del extremo solitario del parque por nuestro propio atajo. A medida que ya nos íbamos adentrábamos en la zona andábamos con cuidado de hacer el menor ruido posible, encorvados para que no fuésemos muy visibles y atentos a nuestro entorno. De no muy lejos vino el ruido masculino de un jadeo de fuerza que se repetía contra mas nos acercábamos. Estábamos hecho un escuadrón de espionaje, andando sigilosamente los cuatro juntos entre los árboles y la maleza hasta que vimos a la pareja tras unos arbustos altos desde donde el espectáculo no solo se veía bien. Yo me coloqué entre Raúl y Dani, sintiendo la mano de este último apoyándoseme en el hombro. No era la típica pareja de veintañeros. Él debía tener unos treinta y algo, pero ella en cambio estaría por los treinta y tenía un cuerpo espectacular, unas tetas gordas con unos pezones grandes que se sacudían estando ella de rodilla mientras se la chupaba al hombre que la llevaba adelante y atrás por la cabeza con bastante energía. Incluso se la podía oír atragantar. Los dos estaban completamente desnudo aunque conservando el calzado siendo la primera pareja que veíamos que se habían desnudados prácticamente del todo. Veíamos perfectamente como el culo del hombre se apretaba y como su polla entraba y salía de la boca de la chica a su voluntad. La polla me apretaba pesada en los calzoncillos y fui yo en esa ocasión el primero en bajarse la cremallera para sacársela. Intentaba sincronizar mi paja a los del movimiento de él cuando uno de nosotros, no se quién, tuvo que pisar una rama, de las gordas, que crujió bien fuerte. La pareja paró de repente y el tío giró la cabeza en nuestra dirección.

-¡¿Quién cojones hay ahí?! – Preguntó, pero no era la primera vez que estaban apunto de pillarnos y nos quedamos quietos en completo silencio, preparados para salir pitando si se acercaba. En cambio el hombre no se movió, ni tan siquiera parecía mosqueado – ¡¿Hola?! ¡Si quieres mirarnos adelante que no nos importa, pero si te apetece apuntarte puedes hacerlo! – Boquiabiertos, nos miramos al escucharlo sin que ninguno se atreviese a decir o hacer nada. Haciendo girar a la chica de espalda a donde el suponía que andábamos escondidos, la hizo poner a cuatro patas y para nosotros comenzó a abrirle el coño con las manos, metiéndole los dedos y ocasionalmente la polla – ¡¿Ves?! ¡Mira que chochete te estás perdiendo! ¡Únetenos y sal a follártelo! – Estaba asustado, y también muy excitado con la provocación e invitación de aquel hombre, y sabía que no era el único por que mis amigos continuaban con cara susto pero tan empalmados como yo.

-*¿Qué hacemos? ¿Vamos?* – Dijo bajito Ernesto a los otro.

-*No se… ¿Os atrevéis?* – Pregunté atacado mirando de vez en cuando a aquel coño que se prestaba a nosotros, algo realmente tentador para un adolescente virgen.

-*Si,… vamos, vamos – Dijo decidido Raúl sin quitar ojo de cómo ahora el tío la penetraba de lado para que los viésemos.

Podía haber sido un trampa del hombre para que saliésemos del escondite para rompernos la cara o cualquier otra cosa por el estilo pero ante la posibilidad de follar por primera vez fuimos saliendo uno por uno tras del arbusto como polillas hacia la luz. El hombre al vernos a los cuatro se extrañó, parando e invitándonos a acercarnos mas cuando se le pasó la sorpresa. La chica también giró la cabeza para vernos sin llegar a decir nada.

-Valla tela ¿Erais cuatro? ¿Pero cuantos años tenéis vosotros? – Nos preguntó él. Cada uno dijo su edad, subiéndonos un par de años para parecer mas adultos aunque estaba claro que para el hombre no dejábamos de ser unos púberes aun así – ¿Habéis follado alguna vez?

-Yo casi una vez – Le respondió Raúl intentándose hacer el guay.

-Ya bueno… – Respondió riéndose por la tontería que había dicho este y haciendo luego como si no lo hubiese oído – ¿Quién quiere ser el primero en sentir un coño de verdad? Veamos ¡Tú! Acércate – Dijo señalándome.

Llevándome con él de rodillas al suelo, frente al culo en pompa de la chica, me hizo acercarme más a ella. Bajé mis pantalones todo lo que pude, con torpeza por el ataque de nervios que estaba padeciendo, y mi polla quedó apuntando tiesa hacia el coño rosado de la mujer. Echándome sobre ella un poco, froté con fuerza mi polla contra su coño, sintiendo como mi capullo se rozaba contra sus labios menores que se encontraban húmedos. Bajando la mano ella, se encargó de que mi polla encontrara el agujero correcto al primer golpe que di. Una oleada de placer salió de allí donde mi polla iba entrando en su vagina, aumentando el goce contra mas la penetraba, algo que no duró mucho por que mi polla no era muy grande aún. Mis caderas se pusieron en movimiento, haciendo respirar agitada a la chica con mi novel miembro. Llamando el hombre a mis amigos, lo cuales contemplaban viciosos, lo fue situando uno a cada lado y al cuarto frente a ella. Dani, que era precisamente el que se había puesto delante, se contrajo de gusto al sentir como la mujer chupaba su miembro e iba moviendo la cabeza lentamente. Quedándose con una mano para aguantarse, agarró ahora la polla de Ernesto al que se puso a masturbarlo. El pobre de Raúl nos miraba desamparado mientras se masturbaba viéndonos caminando entre Dani y Ernesto con angustia. Explotando de la excitación, se pegó a Dani y acercando su rabo a la boca de la mujer esta pasó a chupar la de él, turnándose las pollas de ambos. Las caras de mis amigos eran de absoluto placer, como debía ser la mía, mirando atentamente a lo que le hacían como si todavía no nos lo creyésemos. Entre los cuatro formábamos un cuarteto musical de jadeos y escuchándosele mas alto que a los demás a Ernesto que gemía casi tan rápido como iba la mano de la chica sobre su polla.

-¿Te vas a correr ya? – Le preguntó el hombre a Ernesto que asintió sin aliento para hablar – Vente aquí donde tu amigo y hazlo dentro, sin miedo – Le dijo haciéndome a un lado para que Ernesto ocupase mi lugar.

Entre las piernas de ella, volvió a surgir su mano para agarrar la de Ernesto y colocarla bien. Mi amigo la penetró de una sola vez, follándola sin moverse mucho hasta que al minuto le fue entrando una serie de espasmos con los que se estaba corriendo en el coño de aquella mujer. Todos no perdimos ojo del momento, mirando a nuestro colega sufriendo su orgasmo con la cara contraída menos la boca que la tenía abierta. Nos habían hablado ya del condón, de las ETS y demás, pero la tontería de la edad no nos dejaba pensar en nada de eso y ahora que sabía que podía correrme dentro de aquel coño aguardaba ansioso a que Ernesto se apartase para volver con lo que había dejado. Y así lo hice, en cuando mi amigo sacó su polla con un sonido pringoso, aun con algo de semen en la punta, me coloqué tras ella y la penetré sin ayuda. Tal vez por la corrida de Ernesto, o por lo que se había excitado en aquel tiempo, la vagina de la chica estaba mucho mas húmeda, mas resbaladiza, e incluso mas caliente. Bombeando todavía mas rápido que cuando había estado antes, mis caderas comenzaron a hacer ruido al chocar con su culo, ganándome las miradas furtivas de mis amigos. Me había puesto infinitamente mas cachondo con aquella pausa y habiendo regresado con tantas ganas ya sentía que no me quedaba mucho por correrme y al igual que con Ernesto mi respiración iba a toda máquina.

Sin saber por qué exactamente podíamos corrernos dentro sin miedo, si es que tomaba anticonceptiva o qué, yo en aquel preciso momento, a punto de correrme, hubiese continuado aunque me hubiese dicho aquel hombre que la podría dejar embarazada, y en toda mi ignorancia, pasotismo y libido (Que en un chaval de quince en su primera vez es mucha) la penetré tan fuerte como me permitieron las piernas antes de reventar en aquel coño increíble. El alarido que pegué fue monumental, notando como el cuerpo se me calentaba de enorme placer y como la polla se me sacudía contra las paredes de la vagina, sumando a la reciente corrida de mi amigo la mía propia que se estarían mezclando en lo profundo del coño.

-Yo también voy a correrme ya mismo – Dijo Raúl viniendo a mi lado sin dejar de pajearse.

La saqué, toda mojada, y me eché a un lado para dejarle ahora a Raul meterla. Apenas en cinco segundo ya se encontraba penetrándola rápidamente, muy rápidamente, de rodilla con una pierna y apoyado con el pié con la otra. Sus huevos se agitaban como un saco lleno de piedras, haciendo ruido al chocar entre las piernas de la mujer. Mientras que Dani no quitaba ojo de cómo se la chupaban, Ernesto y yo nos paseábamos alrededor todavía empalmados y nos habíamos puesto a masturbarnos otra vez.

-Me… coo…rro,… ya – Jadeo con voz ronca Raúl, desplomándose adelante ya viniéndose aunque sin dejar de moverse hasta que ya le dolía.

-¡Quita, rápido! – Le pidió Dani, rodeando deprisa a la mujer para ponerse detrás en donde hizo un lado a Raúl y la fue a penetrar.

Con solo la punta metida, Dani la embistió hasta empujarla adelante. Repitiendo la operación, volvió a embestir y se puso a contraerse. Sus jadeos se intensificaron primero y fueron bajando después. Al retirarse su polla estaba llena de fluidos de ella pero también de nuestro semen, el cual surgió por su coño y resbaló por entre sus muslos al incorporarse de rodillas. Dani se dejó caer de culo en el suelo en donde fue recuperando el aliento junto a Raúl. El hombre se fue a agacharse frente a su esposa a la que la tomó por la barbilla para que la levantase hacia él y poderla besar. Sus lenguas asomaban entre sus labios, chasqueando sus salivas y en cierto modo eso nos ponía mucho estando junto a ellos como si nada. Ernesto y yo aumentamos nuestras pajas sin dejar de mirarlos. Daniel y Raúl nos miraban desde el suelo, todavía empalmados, y se nos unieron con lo de pajearse poco a poco.

-Estos chavales te han llenado bien ¿Eh? – Le dijo él a ella, refiriéndose a la mezcla de nuestras corridas que no dejaba de salir lentamente por su coño. Ella simplemente la miró sin llegar a responderle.

El hombre la tomó para colocarla tumbada boca arriba en el suelo y después se tumbó encima de ella y se cogió la polla para penetrarla. Era increíble lo obediente que se mostraba la chica que se arqueó hacia arriba al sentir que la penetraban con aquel miembro que era mucho mas grande y mas peludo que los nuestros. Estirando los brazos, la mujer agarró las pollas que tenía mas cerca a cada lado que era la de Raúl y la mía. Nos acercamos, sentándonos de rodillas, para que le fuese mas fácil masturbarnos. Teniéndolo cerca, ella abrió la boca con la lengua afuera en un gesto a Ernesto para que se la metiese en la boca y mi amigo no perdió ocasión, inclinando abajo su polla y hundiéndosela entre sus labios que se la saborearon con gran gusto.

Manteniendo una buena coordinación, Raúl y yo éramos pajeados con fuerza y rapidez. Sabía que si seguía así, sin que pudiese controlar yo el movimiento, me acabaría corriendo mas rápido que antes incluso. Enfrente de mí, al otro lado de la mujer y el hombre que la embestía agarrada por las caderas, Raúl se me adelanto y entre los dedos de la mujer se corrió agitado. Su semen fue cayendo en parte del costado y los pechos. El hombre se quedó mirando como se iba corriendo Raúl sin parar de follar y debió de gustarse aquello por que le sonrió a este satisfecho. Pocos segundos después escuchamos a Ernesto metiendo su polla sin volverla a sacar en la boca de la chica y su cara contraída fue un aviso evidente de que se estaba corriendo, aunque casi al mismo tiempo que él, yo también me puse a correrme sobre la chica sin que ella parase de pajearme hasta el final. Con la cabeza medio ida, sentí a Dani caer de rodillas a mi lado que se había estado pajeando todo el tiempo y ahora se disponía a correrse en donde Raúl y yo lo habíamos hecho. Un salpicazo de semen, bien abundante para ser la segunda corrida, calló entre los pechos de la mujer. Entre los tres habíamos puesto perdida a la chica, que jadeaba mas que nunca como si el sentir su cuerpo salpicado de nuestro semen la hubiese puesto muy cachonda.

-Ah… ¡Ah!… ¡Aaah!… ¡Aaah!… – Iba jadeando cada vez mas alto el hombre que se había puesto a penetrarla tan fuerte que el semen sobre la chica iba resbalando por los costado – Me corrooo… ¡¡Aaaaah!!

A bastante distancia se le tuvo que escuchar al hombre gemir, embistiendo sin ritmo a la chica cuando ya debía estar corriéndose dentro. Permaneció quieto, con la polla aun dentro, durante un rato. Nosotros lo mirábamos atentos aunque ya ninguno conservaba erección alguno, tal vez un poco Raúl. La saco el hombre despacio y se puso en pié. Los demás nos levantamos también y ayudamos a la mujer a levantar también. Llegándole por lo menos hasta pasada la mitad de la cara interior del muslo, un reguero de semen le comenzó a caer al poco de ponerse en pié. El semen del hombro se identificaba claramente del nuestro que era muco menos blanquecino y espeso. Tomando ella su bolso, el cual estaba tirado a un lado de un árbol junto a toda la ropa de ambos, sacó un paquete de pañuelitos por empezar y tomando por lo menos tres se limpió la entrepierna. Luego tomó otro y fue uno por uno limpiándonos servicial nuestras pollas ya flácidas. Cuando acabó, se la limpió al hombre que la beso. Mientras, nosotros nos subimos y cerramos los pantalones, mas calmados y felices que nunca. Estábamos por irnos ya, dejándolos allí a los dos besándose pero al vernos él nos llamó.

-¡Vosotros! Si alguna vez nos volvéis a encontrar y queréis repetir ya sabéis – Nos dijo sin separarse de ella.

Todos asentimos con la cabeza agradecidos antes de continuar alejándonos. En cuando salimos de la arboleda, derechitos a la salida del parque, estallamos a comentar lo ocurrido. Fue una lástima pero jamás volvimos a encontrarnos con aquella pareja y no fue por intentos. Aunque nos vinos bien por que a los días cada uno fue quejándose de escozor en nuestras partes sirviéndonos aquello de escarmiento, se suponía. FIN.

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maestra de prepa y puta de sus alumnos | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/maestra-de-prepa-y-puta-de-sus-alumnos/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/maestra-de-prepa-y-puta-de-sus-alumnos/#respond Wed, 28 Jun 2017 11:48:41 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=3117 mi profesion es el magisterio, doy clases en una preparatoria a un grupo mixto de chicos y chicas, yo mujer casada de 35 años, muy atractiva, de buen cuerpo mis medidas 100-65 115, muy nalgona y caderona, tetas grandes, y bonito rostro, mido 1.68 de estatura, si a esto le anexamos los tacones altos, estoy mas bien voluptuosa y con muchas curvas, y como me gusta mucho vestir con ropa sexy sin ser ropa muy atrevida, de igual manera se resaltan mis curvas, por mi anatomia he sido siempre muy deseada y acosada sexualmente por los hombres, motivo de los

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mi profesion es el magisterio, doy clases en una preparatoria a un grupo mixto de chicos y chicas, yo mujer casada de 35 años, muy atractiva, de buen cuerpo mis medidas 100-65 115, muy nalgona y caderona, tetas grandes, y bonito rostro, mido 1.68 de estatura, si a esto le anexamos los tacones altos, estoy mas bien voluptuosa y con muchas curvas, y como me gusta mucho vestir con ropa sexy sin ser ropa muy atrevida, de igual manera se resaltan mis curvas, por mi anatomia he sido siempre muy deseada y acosada sexualmente por los hombres, motivo de los celos de mi esposo pero de regocijo mio, pues mi ego y autoestima soy muy altos al sentirme deseada por los hombres

Mi esposo por cuestiones de trabajo, pasa mucho tiempo fuera de casa viaja mucho, y dura hasta semanas fuera, para ser exacta, pasa nadamas conmigo una semana de cada mes, en los dias que el esta en casa aprovechamos para tener sexo, pues sabemos que van a ser varios dias sin poder cojer, tres semanas sin cojer y yo que soy tan fogosa, era una tortura tener que esperar tanto tiempo sin sexo, que comence a sentir deseos de conseguirme un amante que me atendiera sexualmente durante las ausencias de mi esposo, en 10 años de casada siempre me habia mantenido fiel a mi esposo y no crei atreverme a ponerle el cuerno, en el grupo al que le doy clases hay un grupito de jovenes desmadrosos como en todo salon de clases, 5 de mis alumnos son los que siempre estan echando relajo, no estudian y no entregaban trabajos, que me vi en la nesesidad de castigarlos unos dias ya que cuando terminaba la clase a ellos no los deje salir del salon como a todos los demas alumnos,

Los deje hasta que me terminaran el trabajo de ese dia y yo me quede en el salon con ellos mientras terminaban, cada que yo escribia en el pizarron escuchaba que cuchicheaban en voz baja, me di cuenta que me veian con morbo y hablaban de mis nalgas, pues al escribir yo en el pizarron les daba la espalda y con mi falda muy pegada se me veian mis nalgas en todo su esplendor y con los altos tacones como que se me veian mas paraditas, yo no hacia caso pero sabia que me veian con morbo mis nalgas y no se por que, talvez por tantos dias sin sexo o no se el caso es que al sentirme deseada por ellos, se comenzo a humedecer mi raja, aparte ellos me hablaban en doble sentido y me decian que yo era muy bonita, piropos que me halagaban internamente, pero yo mantenia mi postura, esos castigos de dejarlos despues de clases se hicieron algo cotidiano, incluso yo trataba de vestir sensual y pasaba casi todo el rato escribiendo en el pizarron dandoles la espalda para que se deleitaran viendo mi grande culo, hacer eso me calentaba, me calentaba calentar a mis alumnos, en la casa aveces me masturbaba, madurando la idea de buscarme un amante, el grupito de mis alumnos desmadrosos acostumbraba reunirse despues de clases en el departamento de uno de ellos, vivia solo ya que sus padres le rentaban ese departamento por que ellos vivian en otra comunidad y el como estudiaba le rentaban ese espacio, ese lugar era su lugar de reunion donde tenian sus parrandas y de vez en cuando se llevaban a algunas chicas a cojer, esto lo sabia yo, porque los escuchaba cuando platicaban de eso,

Un dia me dijeron que el sabado era el cumpleaños de uno de ellos y lo iban a festejar en ese departamento y que les gustaria invitarme a festejar con ellos que iban a invitar tambien a unas de sus compañeras y que seria una reunion algo asi como escolar donde podian tocar temas de la escuela y que mejor si los acompañaba su maestra y yo pense (si como no apoco van a tratar asuntos de la escuela, si ni en la propia escuela lo hacian) dijeron que iban a tomarse unas copitas y una comida en honor del festejado, yo de inmediato presenti que sus intensiones al invitarme eran otras, pero aun asi les dije que lo iba a pensar y les confirmaba mi asistencia el viernes o sea un dia antes de dicha reunion, yo internamente pense (estos lo que quieren es cojerme) y nadamas pensar en eso me puso caliente y comence a fantasear en que me cojian todos ellos, pero despues pense que a lo mejor nadamas me lo estaba afigurando y que su reunion podia ser lo que ellos decian, en los dias siguientes yo estaba atenta a ver si los escuchaba invitar a sus compañeras de clases como lo habian comentado, pero nada, no se comentaba nada de esa reunion hasta que se retiraban los demas alumnos y se quedaban solos conmigo en el salon, durante esos dias estuve pensando en su invitacion y pense que seria bueno asistir para despejarme un poco de mi rutina diaria y el viernes que me preguntaron sobre mi asistencia les confirme que si, que si me gustaria acompañarlos aunque fuera un rato, y volvi a recalcarles «bueno y pues como dicen que van a asistir varias de las alumnas me voy a sentir comoda» y respondieron que si, me explicaron como llegar y me dijeron la hora y les dije que si, que estaria puntual en el departamento, ese dia lleve a mis 2 hijos con mi mama para que me los cuidara como lo hacia diario cuando estaba en la prepa dando clases

Me esmere mucho en mi arreglo personal, me puse una falda a medio muslo tan pegadita que con mis nalgotas parecia querer reventar, bajo la falda una tanguita de hilo dental, y ligueros con medias, con mis inseparables tacones altos, blusa tambien pegadita con lo que destacaban mis tetas grandes, me maquille y me perfume, me vi en el espejo y me veia muy atractiva, tal parecia que iba a una cita de amor, iba a abordar mi coche pero a ultima hora pense en mejor irme caminando, pues no me quedaba muy lejos y sentia la necesidad de sentirme admirada, en el trayecto a su departamento me sobraban piropos de los hombres con los que me cruzaba, algunos piropos bonitos y otros muy atrevidos y vulgares pero que me hacian sentirme vanidosa, llegue y me pasaron y en el interior no habia nadie aparte de ellos 5, les pregunte » y las muchachas?» me respondieron que a lo mejor no tardaban en llegar, pero eso solo confirmaba mis sospechas que eso de que iban a llegar las muchachas era mentira, y que no iba a llegar nadie mas, me sirvieron una copa muy cargada y luego otra, con lo que me empece a sentir mareada ya que no estoy acostumbrada a tomar, paso el tiempo y nada que llegaron las chicas y me dijeron que a lo mejor se habian arrepentido de ir, y yo les respondi que no importaba, que festejaramos los que estabamos, que yo los iba a acompañar un rato nadamas porque ya me estaba mareando con el tequila, estabamos los 6 en la sala tomando y uno de ellos me empezo a decir que me veia muy bien con esa falda, yo lejos de molestarme les pregunte que si deveras les gustaba como se me veia la falda y contestaron que si, que me pusiera de pie y me diera una vueltecita para poder verme mejor como se me veia, yo con el alcohol ingerido me deshinibi y me puse de pie en medio de la sala donde estaban ellos sentados y me puse a modelarles moviendome sensualmente para que me admiraran, con lo que se pusieron como loquitos, hasta se les caia la baba de estarme viendo moverme sensualmente, uno de ellos empezo a decir » mucha ropa, mucha ropa» y los demas lo corearon, y yo no se por que lo hice pero, comence a moverme muy sensual mientras iba desabotonando mi blusa, y siguiendome con la falda, qudando en ropa interior, con mi brasier, la tanga, las medias y el liguero

Entonces me fui arrimando de uno por uno bailandoles asi de cerquita casi poniendoles mis nalgas cerca de sus rostros ya que estaban sentados, mientra me movia muy sensual, lanzaron un wwaauu cuando me quite el brasier dejando mis grandes tetas al aire y las movia de un lado para el otro bamboleandose libremente, quise recobrar la cordura hasta que vi que tenian sus vergas bien paradas debajo del pantalon, incluso 2 de ellos ya la tenian de fuera y se la jalaban con ganas, al ver eso me detuve en seco y les dije «perdon muchachos no se que me paso, que van a pensar de mi» me quise vestir pero mi ropa no estaba, me la escondieron, y yo les dije que me regresaran mi ropa, que ya me tenia que ir, pero ellos se hacian tontos preguntandose unos a otros que donde estaba la ropa de la maestra y nadie sabia, uno de ellos dijo que siguiera bailandoles que los tenia muy calientes, que no era justo que los calentara y los dejara asi con la verga parada, que les sacara la leche de sus vergas y hasta entonces me iban a dar mi ropa

Yo me quise hacer la enojada para que me la devolvieran pero no me sirvio de nada, y les dije «esta bien. lo voy a hacer» pero con 2 condiciones, la primera es que de lo que pasara en el departamento no iba a salir ningun comentario en la prepa, o sea que no queria que fueran a andar de bocones platicando, y la segunda era que les iba a sacar la leche pero que nadamas los iba a masturbar con mis manos, aceptaron y se terminaron de desvestir, quedando desnudos con sus vergas paradas, tome una con cada mano y los empece a masturbar, agarraba unas y luego otras, mi raja empezo a mojarse al tenerlos asi, no lo podia creer como se dieron asi las cosas yo mujer madura masturbando a mis jovenes alumnos los cuales no pasaban de los 18 años, yo fui quien rompio con mis propias condiciones, pues les habia dicho que nadamas los iba a masturbar con mis manos, pero al tenerlas en las mismas me fui inclinando y empece a mamar una verga y otra, yo sentada en el piso y ellos 5 alrededor mio con sus vergas alrededor de mi rostro

Me acomode de a perrito y no se ni quien fue el que me penetro por mi raja, mientras yo mamaba otra verga y tenia otra en cada una de mis manos, perdi la nocion de todo y me entregue a ellos sin reservas ni prejuicios, me monte en uno que me penetro la raja mientras otro me cojia por el culo, y yo brincando de una verga a otra, siempre tuve mis ocupados mi raja, culo y boca con una verga, todos ellos pasaron por cada uno de mis agujeros, me trataron como a una puta, dejandome llena de su leche, sentia escurrir sus mecos en mi ano y en mi raja y en mi cara, quede desfallecida en el piso, y los cabrones no conformes con eso, estando yo acostada en el piso y ellos de pie, se empezaron a orinar los 5 en mi cara y mi cuerpo, me senti tan humillada que me orinaran, pero mientras lo hacian yo me daba dedo en mi raja terminando en un intenso orgasmo, me bañe me vesti y me fui a mi casa, tan cojida y tan feliz, el lunes en la clase yo me sentia apenada, pero ellos como si nada, discretamente me dijeron que aver cuando lo repetiamos otra vez y por supuesto que acepte, de esa vez hace ya 6 meses y actualmente me siguen cojiendo entre todos una o dos veces a la semana,

Ellos han cumplido al guardar discrecion, el problema es que apenas hace unos dias me confirmo mi ginecologa que estoy embarazada, que tengo pocas semanas de embarazo y no se que hacer y la verdad no se ni quien es el padre, puede ser de mi esposo o de cualquiera de mis alumnos, por lo pronto pienso seguir cojiendo con ellos mientras se pueda, ya que me cojen tan rico que creo que si dejaran de hacerlo me deprimiria mucho, pues el que me cojan asi se a vuelto como una adiccion para mi, me da pena por mi esposo pues creo que el no se merecia que lo traicionara asi, pero pues lo echo echo esta y que remedio, por lo pronto le voy a decir a mi esposo que estoy embarazada, pienso que le va a dar mucho gusto enterarse que otra vez va a ser papa

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lleve a mi esposa al cine xxx a que se la cojieran | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/lleve-a-mi-esposa-al-cine-xxx-a-que-se-la-cojieran/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/lleve-a-mi-esposa-al-cine-xxx-a-que-se-la-cojieran/#respond Wed, 10 May 2017 10:45:43 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=3094 tengo 10 años de casado, tengo 40 años y mi esposa 36, siempre hemos sido muy abiertos en nuestra sexualidad, ella es muy bonita y tiene muy buen cuerpo, nada fuera de lo normal pero tiene lo suyo, a ultimas fechas, empezamos a fantasear en incluir a otros hombres en nuestra intimidad, en un principio eran solo fantasias, pero con el tiempo nos animamos y ya hemos hecho algunos trios, lo que ha afianzado nuestra relacion, a mi me encanta verla penetrada por otros hombres pero no teniamos mucha experiencia ya que solo habiamos echo trios con 3 hombres distintos

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tengo 10 años de casado, tengo 40 años y mi esposa 36, siempre hemos sido muy abiertos en nuestra sexualidad, ella es muy bonita y tiene muy buen cuerpo, nada fuera de lo normal pero tiene lo suyo, a ultimas fechas, empezamos a fantasear en incluir a otros hombres en nuestra intimidad, en un principio eran solo fantasias, pero con el tiempo nos animamos y ya hemos hecho algunos trios, lo que ha afianzado nuestra relacion, a mi me encanta verla penetrada por otros hombres

pero no teniamos mucha experiencia ya que solo habiamos echo trios con 3 hombres distintos y esa era toda la experiencia que teniamos, en nuestra ciudad hay un cine en el que pasan peliculas porno, un dia por casualidad al pasar por hay, me llamo la atencion la cartelera y entre, nunca habia estado en un cine donde pasaran ese tipo de peliculas, al entrar estaba muy obscuro que fui a tientas mientras que me acostumbraba a la poca luz, y fui a sentarme en la ultima fila, al acostumbrarse mi vista a la obscuridad, observe que no habia mucha gente, habia varios hombres solos y muchos homosexuales rondando a esos hombres, incluso algunos gays me abordaron queriendome dar una mamada, yo cortezmente rechaze esas invitaciones, pero me percate que dos filas delante de mi estaba una pareja, y como no queriendo se fueron arrimando algunos hombres a sentarse junto a ellos a pesar que habia muchos asientos vacios, en la pantalla habia esenas muy candentes, desde donde yo estaba observe que algunos de los hombres que estaban junto a la pareja, disimuladamente le acariciaban las piernas a la dama, y la pareja los rechazaba, pienso que lo hacian porque eran varios los hombres que los rodeaban, conforme se iban retirando varios de ellos, quedo solo uno en el asiento al lado de la señora, entonces el señor le saco las tetas y el desconocido se las empezo a mamar y yo claro veia el movimiento de las manos de la señora, los estaba masturbando a ambos, de pronto ella se inclino a mamarsela al desconocido, mientras el acompañante metia su mano entre sus piernas,

yo al estar viendo eso, tenia la verga bien parada, me imaginaba que era mi esposa la que se la mamaba a ese desconocido, se empezaron a arrimar otros hombres y suspendieron lo que hacian, como que no querian interrupciones, yo estaba sentado en la ultima fila y detras de mi habia una especie de tapanco, algo asi como un redil donde se meten los toreros en una plaza de toros, una especie de bardita con un pasillo entre las butacas y la pared y yo veia que hombres entraban y salian de ese pasillo y yo me preguntaba que era lo que hacian en ese lugar, sin poder contener mi curiosidad me dirigi a ese lugar y vi que algunos gays les mamaban la verga a cuanto hombre entraba a ese lugar, saciada mi curiosidad regrese a mi asiento, la pareja en cuestion no hacia nada mas que ver la pelicula ya que nuevamente estaban rodeados de varios hombres, termino la pelicula y fue saliendo la gente al encenderse las luces vi que todos los asistentes eran hombres a exepcion de la dama que estaba con su pareja, sali detras de esa pareja y ya en la calle los abordo el mismo hombre al que se la mamo la dama, se fueron caminando ellos tres y yo nadamas por morbo los segui y vi que entraron los 3 a un hotel,

me dirigi a casa pensando en eso e imaginando lo rico que seria llevar a mi esposa a ese cine, pero no le comente nada a mi esposa y empeze a ir seguido a ese cine cada fin de semana sin que lo supiera mi esposa, pero ya nunca volvi a ver a esa pareja ni a ninguna otra, puros hombres acudian a ver esas peliculas, un dia le comente a mi esposa lo que habia visto en ese cine con esa pareja y le dije que me gustaria llevarla y si se daba la ocacion, que se la cachondearan en el cine, pero su respuesta fue negativa pues decia que tenia miedo, mas por lo que le platique que habia puros hombres, decia que le agradaba la idea pero, que tenia miedo, yo seguia insistiendo diciendole que la pareja que yo vi rechazo a todos los hombres, menos a uno y que nosotros podiamos hacer lo mismo, me dijo que estaba bien que la dejara pensarlo, y pasados unos dias a base de presionar me dijo que si, y lo programamos para el siguiente fin de semana, se llego el dia y para la ocacion se vistio de minifalda con medias y ligueros, tacones altos, blusa pegadita y un saco, le dije que me gustaria que fuera sin ropa interior para poder meterle mano a mi antojo, para eso yo previamente habia comprado varios paquetes de condones e incluso alquilamos una habitacion del mismo hotel en el que vi entrar a la pareja, el hotel estaba a pocas cuadras del cine, esto por si es que ligaba a alguin mi mujer en el cine nos iriamos los tres al hotel,

al subir al auto para dirigirnos al cine , mi esposa iba muy nerviosa, decia que tenia miedo, yo la tranquilizaba diciendole que todo iba a estar bien, que yo la protegeria si es que algo no le agradaba, llegamos al cine y al entrar, nos quedamos un rato en el pasillo, acostumbrandonos a la luz, y nos dirigimos a las ultimas filas, yo sentia que todos nos volteaban a ver ya que con los tacones de ella al caminar, hacian el ruido caracteristico de unas zapatillas de mujer y para ese entonces yo estaba mas nervioso que mi mujer, la adrenalina recorria mi cuerpo y la sentia a ella temblar, nos sentamos en la penultima fila un poco alejados de todo mundo, en la pantalla una chica era cojida por varios hombres, la chica de la pelicula tenia una verga en el culo, otra en la raja, otra mas en la boca, mientras masturbaba a otros dos con sus manos, al ver esas esenas, note a mi esposa mas caliente de lo que ya estaba, y lo comprobe al meter mis dedos en su raja que escurria jugos sin sesar y como no traia ropa interior nadamas abrio las piernas y meti mano a mi antojo, vimos que se acerco un joven y se sento a un lado de ella, ella se recargo en mi regazo y seguimos viendo la pelicula como no prestandole atencion, el joven disimuladamente se saco la verga y se la acariciaba, mi esposa al verlo apreto mi mano para que viera lo que el hacia, el joven disimuladamente fue llevando su mano y rozar las piernas de mi esposa,

ella no decia nada, pero apretaba mi mano para que yo me diera cuenta, el joven al ver que mi esposa no decia nada, empezo a acaricirle las piernas y ella poco a poco fue abriendo sus piernas y el de plano le empezo a acariciar la raja desnuda, yo estaba muy nervioso y exitado pero actuaba como si no me diera cuenta de lo que sucedia, el tomo la mano de ella y la llevo hasta su verga parada y mi esposa se la acariciaba, no habia palabras, todo era un juego sordo donde el metia sus dedos en la raja de mi mujer y ella masturbaba su verga, seria que el estaba muy exitado que derramo su esperma en la mano de ella, el se levanto y se retiro, al quedar solos ella lamio de su mano el esperma que el le habia dejado, casi de inmediato otro hombre se sento junto a ella, para esto mi esposa ya sintiendose mas comoda se recosto en mi hombro, dejando sus piernas en direccion al hombre y con la minifalda toda arremangada casi enseñandole su raja y dejandola a dispocicion de ese desconocido, el cual de inmediato le metio mano, ella gemia quedito en mi oido, cosa que me calentaba mucho, el solo saber que mi esposa estaba siendo dedeada por ese extraño y sintiendo que ella lo disfrutaba me tenia con la verga bien parada, en eso otro dos hombres se sentaron en la fila de atras de nosotros y luego otros 2 hombres mas, mi esposa como que se saco de onda y cerro las piernas sacando la mano del que la estaba dedeando, yo maldeci internamente la llegada de esos hombres, pues senti que ella se frustro un poco por interrumpir la dedeada que le daban, nadie hacia nada, como que esperabamos que ellos se retiraran, pero no lo hacian, al contrario 2 de ellos se sacaron la verga y se empezaron a masturbar,

el que la dedeaba, discretamente volvio a las andadas cuidando que los demas no se dieran cuenta, y mi esposa le permitio meterle mano abriendo un poco sus piernas, pero los demas hombres si se dieron cuenta pues estaban al pendiente de mi esposa y la veian descaradamente, uno de los hombres sentado detras de nosotros, me dijo abiertamente que tenia una mujer muy sensual y me pidio permiso para acariciarle las tetas y yo sin saber que responderle le dije que le preguntara a ella si se lo permitia y ella dijo que si y el hombre desde atras le garro sus tetas y se las estrujaba, mientras el otro seguia metiendole los dedos en su raja, 2 de los hombres que estaban sentados detras de nosotros, se pasaron a nuestra fila y se sentaron a un lado mio y yo cortezmente les cedi el lugar y se sentaron junto a mi mujer y yo al lado de ellos y entre todos se la empezaron a cachondear, le mamaban las tetas uno a cada lado mamandole una teta, otro le metia los dedos, otro se puso frente a ella y le puso la verga en la boca, ella se la mamaba mientras tenia una verga en cada mano, sus gemidos se hicieron mas intensos, ellos nos decian que nos fueramos atras de la bardita pero ella se resistia,

fue cuando vimos que se empezaban a arrimar mas hombres y ella les dijo que ya la dejaran porque estaban llegando mas hombres, y les dijo que se retiraran para que ya no se arrimaran mas hombres, que en un ratito ibamos detras de la bardita y que cuando ellos vieran que nos dirigiamos alla, nos siguieran discretamente, se fueron retirando no muy lejos de donde estabamos y al parecer su treta funciono ya que los demas hombres que se iban arrimando al ver que rechazabamos a los demas se mantuvieron al margen, quedamos nuevamente solos mi esposa y yo y le pregunte que si estaba segura de querer ir detras de la bardita como les habia dicho ellos, le dije que no estaba obligada a hacerlo que si ella queria nos ibamos, pero ella me dijo que estaba muy caliente y que queria ir y darle unas mamadas nadamas a los que estaban hacia unos momentos con nosotros y que de ellos iba a escojer a uno para invitarlo a irse al hotel con nosotros y le dije que estaba bien, nos levantamos y nos dirigimos detras de la bardita y esos hombres nos siguieron, primero 2 de ellos, se recargaron en la pared y ella de rodillas se las mamaba a ambos y yo en un lado viendo lo que ella hacia.

llegaron otros 2 y uno de ellos se puso detras de ella, le levanto el culo y empezo a lamerle toda la raja y el culo, se acomodo detras de ella y la intento penetrar, yo interveni, pues tenia entendido que solamente se las queria mamar, pero ella me dijo «dejalo» y lo que hice le di un condon y se la cojio de a perrito mientras ella seguia mamando, le saco la verga y otro ocupo su lugar, previamente le di un condon y de igual manera les di un condon a todos ellos, uno de plano se acosto en el suelo y ella se le monto y otro se acomodo detras de ella y se la metio en el culo, los gemidos de ella ya eran alaridos, estuve a punto de intervenir pero me contuve, era tan erotico ver a mi mujer ensartada por los dos lados al mismo tiempo y ver a otro cuantos hombres esperando su turno, uno se salia de su culo y su lugar era ocupado por otro, la tenian totalmente sometida y ella se dejaba hacer, nunca crei que mi mujer fuera tan cachonda, ellos terminaban y se retiraban pero habia igual cantidad de hombres, ya que unos se iban y otros llegaban, yo nadamas cuidaba que el que la penetraba tuviera puesto un condon, yo en total llevaba 18 condones mismos que reparti, la dejaron hasta que ya no habia condones y algunos la querian cojer asi pero no se los permiti, salimos del cine casi huyendo ya que todos se la querian cojer, cuando salimos ella iba toda despeinada y con su poca ropa toda estrujada, nos metimos al hotel, se baño, estaba agotada, le dije que se empinara y abriera sus nalgas con sus manos para verle el culo, y lo tenia totalmente abierto y muy inchado y me la coji pero me dijo que no se la metiera por el culo porque le ardia mucho, antes de que se quedara dormida me dio las gracias por, darle esos momentos de felicidad, me confeso que eso era algo que siempre habia deseado, el ser cojida por muchos hombres, tardo dias en reponerse y ahora ella es la que me insiste que le gustaria repetirlo, esperamos hacerlo en estos dias

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DE PUTAS CON MI HIJA…. POR UNA NOTA | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/de-putas-con-mi-hija-por-una-nota/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/de-putas-con-mi-hija-por-una-nota/#respond Tue, 07 Mar 2017 11:23:17 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=3018 Penes, tetas, culos, semen y fluidos por todos lados Hola me recuerdan??? Soy Dona, anteriormente les había hablado sobre mis experiencias sexuales con mi hija de 19 años, hoy les voy a relatar lo que hicimos juntas con sus profesores. Mi hija no es muy brillante en los estudios, eso para mí no es ningún problema, una tarde llegó del colegio llorando, me contó que sus profesores de física y química no le ayudarían a pasar de curso. Fue así que decidimos ir a visitarlos al siguiente día a la salida del colegio, debíamos seducirlos así que nos esmeramos en

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Penes, tetas, culos, semen y fluidos por todos lados

Hola me recuerdan??? Soy Dona, anteriormente les había hablado sobre mis experiencias sexuales con mi hija de 19 años, hoy les voy a relatar lo que hicimos juntas con sus profesores.
Mi hija no es muy brillante en los estudios, eso para mí no es ningún problema, una tarde llegó del colegio llorando, me contó que sus profesores de física y química no le ayudarían a pasar de curso.

Fue así que decidimos ir a visitarlos al siguiente día a la salida del colegio, debíamos seducirlos así que nos esmeramos en nuestro aspecto, mi hija me rasuró la vagina cuidadosamente, claro sin dejar de chupármela de vez en cuando, para no mentirles tuvimos un rico rato de sexo oral.
Mi hija se puso su uniforme de mini muy corta, bajo esta tenía un hilo rojo de encaje, su blusa casi transparente que dejaban ver su brazier de copa, se hizo dos moños en su cabello y estaba lista.

Por mi parte utilicé una falda hasta la rodilla, con un liguero abajo que sostenía mis medias nylon, decidí no llevar interior para sentirme más sexi, mis senos se separaban por dos correas de algodón a manera de sostén pero sin copas, a este lo cubría una blusa gruesa para disimular.
Ya listas y dispuestas fuimos directo al colegio, mi hija ya había pedido audiencia con ellos, nos estaban esperando, los saludamos cariñosamente y ellos nos lo permitieron, después de hablar un rato decidimos ir los cuatro a un motel.

Nos subimos al auto de uno de los maestros, mi hija se sentó adelante, era evidente la lujuria que sentía el profe, especialmente cuando ella abrió las piernas, yo miraba desde atrás como él extendía su mano directo a sus piernas, pero ella sin descaro la movió rápida y fuertemente hasta su boca y chupó sus dedos como si se tratara del mismo pene, giró un poco y sacó uno de sus senos se su brazier, no era necesario sacarse la blusa ya que era transparente y el lujurioso lo podía ver sin dificultad, fue obvio cuando su órgano creció y
Entonces mi hija bajó hasta él, lo sacó y lo lamió suavemente, se separó de él y metió su propio dedo en su vagina, ya estaba muy caliente.
El profe solo la veía e intentaba manejar con cuidado, con una mano porque la otra la tenía en su pene masturbándose.

Por mi parte no estaba nada tranquila tampoco, mi acompañante había metido ya su mano bajo mi falda y al notar que no tenía nada puesto utilizaba sus dedos para acariciar mi vagina y para que pueda hacerlo mejor, me acosté con las piernas abiertas hacia él, por lo que tenía una vista perfecta de mi parte más erótica.
Así llegamos al motel, ya en el cuarto todos juntos dimos rienda suelta al gozo llevamos a los hombres a la cama, los recostamos y paradas frente a ellos nos besamos y acariciamos, mi hija encarnaba a una colegiala muy zorra y yo a la experta prostituta, mi nena me quitó la blusa y mis senos erectos se veían decorados con las correas negras yo le quité la falda y jugué con su hilo y su ano, hicimos la 69 y ellos no podían más del placer que sentían al vernos follar.

Nuestros admiradores habían sacado sus penes fuera de sus pantalones por el orificio del cierre, eso nos gustó tanto que dejamos de tocarnos y los succionamos fuertemente.
El ambiente del motel y todo lo que nos proponía era mágico y no podíamos desaprovecharlas tomé la crema que estaba en el buró y la puse en mi trasero invitando a cualquiera allí presente a lamerlo, que rico fue sentir tres bocas chupándome el ano.

Uno de los chicos quiso penetrarme pero no se lo permití aun, quería jugar más, me levanté y encendí la cámara para observar en la gran pantalla como teníamos sexo, ninguno de los cuatro teníamos ya ropa, tomé con mis manos los dos penes mientras con mi boca besaba la vulva de mi hija, ella tenía ya mucho placer y me empujo sentándose en mi boca e invitando a los hombres a que me penetren al mismo tiempo, así lo hicieron, uno me lo metió por la vagina y el otro por el ano.
A esas alturas todos perdimos la decencia, escuché decir a uno de ellos “te voy a romper el culo puta”
Ya podrán imaginar el placer que yo sentía pero quería que mi hija sienta lo mismo, cambiamos de lugar y me separé por completo para observar mejor como la cogían, mientras miraba me metía uno de los juguetes que ofrecía el lugar.

Decidí apagar la cámara para proyectar en la gran pantalla una de las películas porno que allí habían, la puse con volumen muy alto y fue delicioso culiar así, viendo orgias igual a la que estábamos haciendo, vaginas, penes, mamadas, metidas, semen y fluidos vaginales por todo el lugar…. Mmmmm que placer!!!!
Uno de los hombres se apartó para traer una botella de licor, la derramó sobre nuestras vaginas y se pusieron a lamer como perros, nosotras hicimos lo mismo con sus vergas.
Nos sirvieron vino en unas copas pero antes de dárnoslo se lo pusieron en la punta de su pene, mientas nosotras uníamos nuestras vaginas y las frotábamos como unas locas, ellos se pajeaban hasta botar sus chorros de leche en las copas, solo entonces nos las entregaron, con vino y leche.

Para nosotras no hubo problema, mi hija se la derramó en su vagina mientras yo chupaba y saboreaba, yo en cambio se la pasé directo de mi boca a la suya.
Los hombres estaban exhaustos pero mi hija y yo aun deseábamos más, ella se recostó en el pecho de uno, con la vagina muy cerca de su boca, yo metí uno de los vibradores por su culo y ella con una mano se metió otro en la vagina, mientras con la otra mano se masturbaba riquísimo.

Luego de un rato de auto placer, se corrió como nunca, llenando de líquido la cara del profe, él lo saboreó y continuó lamiéndole su cosita a mi hija.
Yo que era la última, fui hasta la tina, me recosté y me metí el vibrador mientas veía en la pantalla del baño como cuatro hombres follaban a una chica… fue ahí donde me corrí.

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Un viaje de egresados con final feliz | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/un-viaje-de-egresados-con-final-feliz/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/un-viaje-de-egresados-con-final-feliz/#respond Mon, 25 Jan 2016 12:16:19 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=2567 Unos muchachos de viaje de fin de curso tienen la noche de su vida cuando una de las chicas del instituto y su profesora entran en su habitacion. Estabamos en nuestro viaje de egresados en Bariloche. Eramos un colegio de varones, por lo cual nuestra unica meta, para aquel viaje, era trabar amistad con alumnas de algun colegio de señoritas. Transcurria el mes de agosto, pleno invierno en el sur, y el hotel estaba repleto de estudiantes. Cuando llegamos, nos fijamos en la cartilla y de los 10 grupos que habia alojados en el hotel uno solo era exclusivamente de

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Unos muchachos de viaje de fin de curso tienen la noche de su vida cuando una de las chicas del instituto y su profesora entran en su habitacion.

Estabamos en nuestro viaje de egresados en Bariloche. Eramos un colegio de varones, por lo cual nuestra unica meta, para aquel viaje, era trabar amistad con alumnas de algun colegio de señoritas. Transcurria el mes de agosto, pleno invierno en el sur, y el hotel estaba repleto de estudiantes. Cuando llegamos, nos fijamos en la cartilla y de los 10 grupos que habia alojados en el hotel uno solo era exclusivamente de mujeres. Se trataba del Colegio Virgen Niña de la ciudad de Cordoba. Nosotros eramos del Comercial Faustino Sarmiento de Fiorito. Nos acomodaron en tres habitaciones ubicadas en el tercer piso, a razon de cinco por habitacion.

Bailabamos en una pata cuando vimos que las chicas del Virgen Niña ocupaban las otras cuatro habitaciones del piso. El viaje de egresados es un punto de inflexion en la vida de cualquier adolescente, sea hombre o mujer. Los grupos generalmente van acompañados por adultos. Nosotros por ser todos varones, habiamos conseguido que ningun padre o profesor se «pegara» en el viaje, mientras que, el grupo de las chicas, supimos enseguida que estaban acompañadas por las profesoras de musica y biologia.

La idea de que dos «vejestorios» cuidaran a las chicas nos parecia totalmente desalentadora, ya que, era el impedimento natural para que entablaramos un relacion rapida con ellas y en consecuencia, pudieramos lograr algo de accion.

Mayor fue nuestra sorpresa, cuando a la hora del almuerzo, donde todos los egresados comparten el mismo comedor, vimos que las profesoras del Virgen Niña, no eran, como suponiamos, un par de gruesas ancianas sino que se trataba de dos jovenes que no superaban los 25 años de edad.

Mara, asi se llamaba la profe de musica, era una morocha de aproximadamente un metro sesenta de estatura, con el cabello largo lacio, delgada pero con las formas bien dibujadas. Tenia escaso busto y el culito era redondo pero pequeño. Lorena, en cambio, profe de biologia, era rubia, de la misma estatura que Mara, pero con grandes tetas y un culo bien parado y firme. Mara era muy bonita de cara, pero Lorena tenia cara de «atorranta» segun catalogo Sergio, uno de mis compañeros de habitacion.

El trato con las chicas, de entrada, disto mucho de lo que hubiesemos querido. Venian de un colegio de monjas, eran extremadamente puritanas y la cosa con ellas no pasaba de un par de boludeces circunstanciales, pero que no daban pie para nada emotivo. Tal era la cosa que al segundo dia no les dimos mas bola y nos dedicamos a hacer la nuestra: ir a bailar, emborracharnos, fumarnos algun porro y cagarnos de risa de todo y de todos.

Cada noches, desde nuestra llegada, habiamos ido a bailar, por lo que nunca dormimos mas de dos o tres horas cada veinticuatro. Yo y mis compañeros, Sergio, Martin, Felipe y Trabuco, estabamos destruidos, por lo que la ultima noche (al dia siguiente a la mañana regresabamos) decidimos quedarnos en el hotel. Felipe habia conseguido dos porritos de dudosa calidad, y esa noche el hotel quedaria virtualmente vacio pues todos los grupos asistirian a una fiesta de despedida. En el hotel habia una calefaccion muy fuerte por lo que estabamos todos tirados en la cama en calzoncillos. Trabuco habia bajado hasta el bar a buscar algunas bebidas. En eso golpearon a la puerta.

-Esta abierto- grito Sergio convencido de que era Trabuco. Volvieron a golpear. -¡Entra che!- dijo Martin esta vez. La puerta se abrio lentamente y todos, los cuatro miramos hacia ella. -Permiso – exclamo una vocecita femenina, que nos paralizo la respiracion a todos.

En calzoncillos, como estabamos, vimos aparecer a una de las chicas de la habitacion contigua a la nuestra. Era Bettina, una petisa culona, con el cabello lleno de rulos recogido en una cola de caballo, descalza y vestida solo con una tanga blanca y un camison transparente minifalda, que dejaba traslucir dos enormes tetas y unos pezones del tamaño de un alfil de ajedrez. Cerro la puerta y se paro frente a las cinco camas.

-¿Alguien tiene un «pucho» para convidarme? – dijo estirando la boca en una sonrisa medio forzada. -Si, claro- respondio Felipe y le dio un Marlboro.

Nos conto que todo su grupo se habia ido a la fiesta pero que ella se habia quedado durmiendo porque estaba cansada. Que pensaba dormir hasta el otro dia pero que nuestras risas la habian despertado; que se desvelo y que necesitaba fumarse un cigarrillo para volver a conciliar el sueño.

Mientras contaba todo eso estuvo sentada en la cama de Felipe, que no paraba de mirarle las tetas que parecian querer escaparse de su camison. Me di cuenta que Felipe estaba teniendo una ereccion y que mientras, le habia empezado a tocar una teta. Bettina lo miro fijo y no dijo nada. Continuo hablando y fue como que hubieramos recibido una señal de aprobacion. Rapidamente Felipe la acosto, le quito el camison y comenzo a chuparle las tetas. Con Sergio y Martin nos miramos y ya estabamos todos al palo. Sergio que parecia el mas tranquilo, le hizo una seña a Martin y este le quito la tanguita, mientras Felipe no paraba de mamarse las tetas. Bettina, a todo esto se habia entregado totalmente y jadeaba con los ojos cerrados y la cabeza tirada hacia atras. Lentamente, Martin le abrio las piernas y se dio a chuparle la concha que estaba perfectamente depilada. Era una almejita pequeña, brillante y de un rosado reluciente. Sergio, mientras, se ubico sobre la cabecera de la cama y comenzo a acariciarle el cabello a Bettina, que abrio los ojos. En ese momento le coloco la cabeza de la pija sobre los labios. Ella, sin dudarlo, dejo entrar en su boca la cabeza de aquella enorme verga y comenzo a chupar con fruicion. Martin se coloco de rodillas entre las piernas de Bettina y la penetro sin contemplaciones sujetandole las piernas bien abiertas. Sergio se coloco a caballito sobre el busto de ella y la cogia por la boca, mientras Bettina nos pajeaba a Felipe y a mi simultaneamente. La mano de Bettina era diminuta y sus dedos eran delgados, lo que aumentaba nuestra excitacion. «Te vamos a acabar en la cara» susurro Felipe y se estremecio del polvo que se echo. Casi como en una coordinacion perfecta, Martin le llenaba la concha de leche, Sergio se la metia en la boca hasta hacerle hacer una arcada y le vaciaba todo en la garganta y yo lance varios chorros que quedaron en el cabello de Bettina y en los lados de su boca junto a los Felipe.

-Quiero que me cojan mas, mucho mas, quiero mas leche, quiero que me bañen en leche.- dijo mientras se contorsionaba y arremetia contra la pija de Martin.

Enseguida, y luego que Martin le quitara el pedazo de la concha, Bettina limpio con su lengua todas las pijas tragandose todos los restos de semen que quedaban.

En una cama quedamos sentados Martin, Felipe y yo, en ese orden y en la cama de enfrente quedo Sergio tumbado boca arriba. Sin perder tiempo, Bettina se agacho y comenzo a mamar a Sergio. Nosotros tres permanecimos contemplando el hermoso culo y la concha de Bettina de la cual bajaba la leche de Martin y los jugos de ella como un torrente blanquecino que se deslizaba por las piernas. El culo de Bettina era casi perfecto. Las nalgas bien paradas y redondas lucian una piel exageradamente tersa y sin vello. Eran tan pulposas, que aun agachada como estaba, casi no se dejaba ver el orificio anal. Bettina chupaba la verga de Sergio con desesperacion para que esta recobrara vida y yo no pude resistir la tentacion de observar el agujerito que se escondia dentro de las terribles nalgas. Abri despacio y aparecio un orificio coloradito bien cerrado. Apoye mi cara alli, en la raja, y busque el pocito con la punta de la lengua y comence a lamerlo. Me di cuenta que Bettina reculaba buscando que mi lengua se abriera paso. No obstante la cantidad de saliva que le puse, el esfinter no cedia. Es como que costaba hasta meter la lengua. Asi y todo ella disfrutaba de la chupadita de orto que le estaba dando. Mire a mi lado y Martin estaba tumbado en la cama tratando de encender un porro, en cambio Felipe estaba de pie, observando el trabajito que hacia en el culito de Bettina y con la pija parada al mango. La cabeza estaba morada, a punto de estallar y por el flanco que yo veia, una vena enorme se abria paso. No era un miembro muy largo, pero si bastante grueso. Se me paso por la mente que Felipe iba a acabar ahi encima mio, por lo que me aparte y le dije «es todo tuyo», señalando el culito. La tomo de las caderas y Bettina se arrodillo sobre el borde de la cama sin dejar de mamar a Sergio que ya habia recuperado la ereccion y gozaba como un niño. Luego apoyo la pija en la concha y la penetro. La petisa gimio de placer y Sergio aprovecho para lubricar bien la cabeza de la verga. Despues de dos o tres embestidas la saco, la apoyo sobre el ano de Bettina y empujo con decision. Vi como se dilataba el esfinter para dar paso a semejante cabeza y como Bettina instintivamente empujo hacia atras incrustandose hasta las bolas.

«Ayyyyy, hijo de puta» grito. Rapidamente hizo un intento de zafar de aquel pijazo, pero yo la tome con fuerza de las caderas y Felipe pudo empezar el pone y saca. Al principio bien despacio pero acelerando el ritmo con cada embestida.

-Dame la leche, puto, damela toda- gemia y orgasmaba como una perra, mientras Sergio le llenaba la boca de leche en un polvazo impresionante y Felipe se vaciaba en su culo. Yo estaba al palo esperando mi turno y cuando Felipe se aparto me ubique detras y se la puse en la concha. Bettina comenzo a gozar como no lo habia hecho en toda la noche. Ante cada embestida de mi verga el culo dilatado de Bettina se abria y expulsaba la leche que recien le habian vaciado.

Sergio, que aun permanecia tumbado despues de la feroz mamada, se incorporo levemente y comenzo a besar a Bettina en la boca. Estaba como un obseso. Parecia querer devorarle los labios, mientras yo le arremetia una y otra vez por la conchita. Bettina tuvo al menos tres orgasmos seguidos y lloraba de placer cuando sintio toda mi leche caliente inundandole la vagina. De pronto se abrio la puerta de la habitacion de golpe y alcanzamos a oir a Trabuco que decia: «venga señora, pase y vea que aqui no esta.» Hubo un silencio que se parecio al mismisimo fin del mundo cuando vimos que junto a Trabuco estaba parada la profesora de musica que acompañaba al grupo de Bettina.

-¡Oh Dios mio! …pero ¿que es esto?- grito tomandose la cabeza y empalideciendo como un papel. Nadie dijo nada, pero Trabuco, tuvo la precaucion de cerrar la puerta y pasarle llave. El panorama, para aquellos ojos puritanos de la profesora era aterrador. En una cama Martin, totalmente desnudo consumia el porro por la mitad, volaba en otro mundo e inundaba el ambiente con el olor caracteristico de la yerba; Felipe, en la que venia a ser la cama del medio de las cinco, estaba sentado y grotescamente trataba de taparse los genitales y en la cama del fondo, junto a la ventana quedamos, yo, sentado, con la pija casi parada, Bettina recien cogida, con restos de semen en su rostro, cabellos y tetas, temblando todavia del placer de la cogida y Sergio tumbado boca abajo mas muerto que vivo.

Trabuco tampoco podia creer lo que estaba viendo, pero instintivamente abrazo a Mara, la profesora.

-Voy a llamar a la policia» dijo la mujer con decision, buscando la puerta. -No vas a llamar nada, ¡puta reprimida!- reacciono Bettina casi sin voz, -cojanla a ella tambien, porque si no, nos manda en cana a todos- ordeno inmediatamente pasando la mirada sobre cada uno de nosotros.

Trabuco en un movimiento certero acosto a Mara en la que venia a ser la segunda cama, que estaba libre, y le tapo la boca con su mano para que no fuera a gritar.

-Si te portas bien, no te pasa nada, solo tendras que cumplir una prueba de hermandad para que te lleves este secreto a la tumba- le dijo Trabuco con dureza.

Todos nos reimos, porque Trabuco era mas bueno que Lassie e incapaz de matar una mosca. Se ve que habia estado mirando peliculas ultimamente. Sergio reacciono y se acerco a Mara que habia quedado muda. Primero le quito las botas y luego el jean. La profesora estaba realmente asustada al punto de no ofrecer la menor resistencia. Tenia unas piernas bastante delgadas pero bien torneadas que terminaban en finos tobillos y pies pequeños. Aquella noche usaba una tanguita blanca que lucia una rosa bordada sobre el pubis. Tenia el vientre chato y estando asi boca arriba, resaltaban los huesos de la cadera. Trabuco le quito la mano de la boca y Mara siguio muda. En su mirada habia algo de incredulidad por lo que estaba pasando pero a la vez no era la mirada de una mujer que cree que lo que va a suceder sera grave. Sergio permanecio a los pies de la cama y Felipe y yo nos sentamos a derecha e izquierda de Mara respectivamente. Todos estabamos desnudos menos Trabuco.

-¿Que me van a hacer?- pregunto la profe. -Uno de nosotros te va a coger- replico Sergio tocandose la pija. -¡No, por favor!.pidanme otra cosa pero cogerme no, ¡soy virgen!.tengo novio, ¡por favor!- rogo mientras sus ojos se humedecieron y comenzo a llorar. -Entonces nos mamas todos- resolvio Trabuco quitandose el pantalon y el boxer.

De pronto, vimos que Martin se incorporaba con el mambo propio del porro que se habia fumado solo. Estaba desnudo y su pija reducida a la minima expresion. Como pudo se arrodillo a los pies de la cama y comenzo a tocar los pies de Mara, que todavia estaban cubiertos por las medias blancas de lana. Nos miramos extrañados por lo que estaba por intentar Martin.

-Esto a veces funciona- dijo como el que esta seguro de lo que hace. Quito ambas medias y exclamo: «¡Guau! Que hermosos piecesitos». En verdad eran muy bellos. Los dedos eran pequeños y parejos; las uñas estaban perfectamente arregladas y pintadas de color rojo carmesi. La piel era muy blanca y se veia muy suave. Martin paso las manos por los empeines y luego toco las plantas y rodeo los talones. «Son como los pies de un bebe» concluyo mirando a cada uno de nosotros. Mara lo observaba como quien mira a un demente, cuando Martin se acerco y comenzo a besarle los pies, lentamente. Recorrio con sus labios cada palmo de ellos hasta que empezo a lamerlos. En ese instante la cara de Mara se transfiguro. Cerro sus ojos y comenzo a jadear. Nadie entendia nada, ni siquiera Bettina, que ya recuperada, acariciaba y pajeaba la enorme pija de Trabuco. De lamerlos paso a recorrer los espacios entre los dedos con la lengua y enseguida a succionarle cada uno de los diez dedos, alternativamente. Mara no paraba de jadear y ella misma se levanto el buzo azul que decia «Egresadas 2000″, para tocarse las tetas, que eran tan pequeñas, que no requerian sosten.

Martin le estaba proporcionando un placer que ella jamas habia imaginado que llegaria a sentir en esa parte del cuerpo. Chupaba y chupaba. Mara se estremecia de placer y por los movimientos convulsivos del vientre nos dimos cuenta que habia experimentado un largo orgasmo. Bettina, rapidamente se coloco a horcajadas sobre el rostro de la profe y esta de manera automatica se apodero de su clitoris, tomandola de la cadera para acercarse la conchita de Bettina a su boca. Mientras, la petisa, se lanzo a mamarlo a Trabuco de un modo desesperado. Queria chuparsela toda , pero la verga de Trabuco era tan grande que no pasaba mas que la cabeza. Asi y todo Bettina la sujetaba con firmeza con su pequeña mano y a la vez que succionaba lo pajeaba con vehemencia. Mara no paraba de acabar. Era un polvo tras otro junto a Bettina.

-Sigan ustedes» dijo Martin que no conseguia revivir su miembro. Sin perdida de tiempo, Felipe le quito a Mara la tanguita, que a esta altura de los acontecimientos estaba empapada de una sustancia viscosa y amarillenta y procedio a elevarle las piernas. Lo que quedo al descubierto es la concha mas hermosa que vi en mi vida. El vello estaba cuidadosamente depilado, formando un diminuto triangulo en el pubis. Los labios brillaban por la miel que los cubria y estaban entreabiertos. Sergio, Felipe y yo, de manera alternada, le dimos una feroz chupada de concha. A todo esto, Trabuco le acabo en la boca a Bettina, que le dejo el lugar para que Mara continuara chupando aquella pijaza que despues de haber vaciado, aun seguia igual de dura. En menos de un minuto Trabuco volvio a acabar, esta vez en la boca de Mara que rehuso tragarse el polvo y desbordo por sus labios. Mara no podia gozar mas de lo que estaba gozando. Mantenia los ojos cerrados y el cuerpo relajado. Aceptaba todo lo que se le proponia.

-¿Quien se la quiere coger?- pregunto Trabuco. Nos miramos y el unico que tenia la verga bien parada era Felipe, que se acosto boca arriba para que Mara se pusiera a caballo. En la cama de al lado Bettina mamaba a Martin, procurando que tuviera una ereccion. Entre Trabuco y yo ayudamos a Mara a subir. Trabuco la besaba y le mordia los labios mientras con Sergio le abriamos bien las piernas para la penetracion. Pensar en el momento que se avecinaba hizo que la pija se me pusiera como un garrote. Felipe acomodo la punta del miembro en la conchita y deslizo a Mara hacia abajo, que parecio despertarse. Abrio los ojos, tiro la cabeza hacia atras y se mordio la boca en un gesto de dolor. La estaca de Felipe habia hecho su trabajo. Ya no era virgen: un pequeño hilito de sangre corria por los testiculos de Felipe que la atrajo hacia si y comenzo a bombearla. Mara parecia una amazona cabalgando sobre el lomo de un corcel; empezo a gozar con el dolor de aquella cogida, mientras Felipe le mordia los pezones a pedido suyo y la sujetaba contra su boca. Trabuco, que ya estaba listo para el tercer polvo, se acomodo detras de Mara con un pie sobre la cama y el otro en el piso. Felipe intuyendo lo que se venia, paro el ritmo y Trabuco luego de salivar en el culito de Mara apoyo la cabeza de su enorme verga en el ano y presiono con tal justeza que la cabeza se perdio dentro del culo instantaneamente.

-¡Nooooo..por favor!.¡noooooo!» gimio la profe, al tiempo que Felipe retomaba el ritmo y Trabuco se la ponia hasta los huevos. Una vez que se acostumbro a los dos pedazos comenzo a gozar nuevamente y tuvo dos orgasmos. Trabuco acabo enseguida y me cedio el lugar. El ano de Mara estaba tan dilatado que acepto mi pija como si fuera un caramelo. Dos orgasmos mas y el polvazo de Felipe, la dejaron casi desvanecida. Yo continue bombeando en aquel culito delicioso hasta que acabe toda la leche dentro de ella. En la cama de Martin, este habia conseguido echarse un polvo en la boca de Bettina, mientras Sergio la cogia por el culo. Nadie podia con su cuerpo. Todos, exclusivamente, quedamos exhaustos despues de aquella maraton de sexo. Ya estaba amaneciendo y en pocas horas mas volviamos a Buenos Aires.

Tres horas despues, mientras esperabamos en el lobby del hotel a que viniera el omnibus a buscarnos, vimos a Mara y a Bettina hablando y riendo en una mesa del bar. Nos miraron como si nunca nos hubieran visto. Parecian contentas y reian.

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Orgia con mi esposa embarazada | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/orgia-con-mi-esposa-embarazada/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/orgia-con-mi-esposa-embarazada/#respond Tue, 19 Jan 2016 12:16:25 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=2553 Como una reunion de tres parejas acaba en una fenomenal orgia. Hacia tiempo que teniamos ganas de vernos para cenar. Elegimos mi casa sin ningun motivo en particular. Llevabamos cuatro o cinco meses con la idea de reunirnos y celebrar el feliz embarazo de mi esposa. Somos tres parejas que nos vemos muy frecuentemente para tomar copas, pero aquella noche todo se desmadro. Mi esposa se llama Yolanda, es una belleza pero un poco gordita (ahora mucho mas). Yo me llamo Antonio y soy algunos años mayor que mi mujer, me considero un tipo normal, con cierto atractivo, pero normal.

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Como una reunion de tres parejas acaba en una fenomenal orgia.

Hacia tiempo que teniamos ganas de vernos para cenar. Elegimos mi casa sin ningun motivo en particular. Llevabamos cuatro o cinco meses con la idea de reunirnos y celebrar el feliz embarazo de mi esposa.

Somos tres parejas que nos vemos muy frecuentemente para tomar copas, pero aquella noche todo se desmadro.

Mi esposa se llama Yolanda, es una belleza pero un poco gordita (ahora mucho mas). Yo me llamo Antonio y soy algunos años mayor que mi mujer, me considero un tipo normal, con cierto atractivo, pero normal.

Manolo y Luisa, son dos personas muy normales, ella un poco estrecha, tambien esta embarazada pero aun no se le nota nada porque esta de dos meses escasos.

Eva y Jose, son igualmente dos personas corrientes. Ella es un poco bajita, pero atractiva y muy dicharachera. Da cierto morbo.

La cena fue muy bien, y despues nos sentamos para tomar unas copas. Eva se ausento, pero yo no me percate de ello. Asi que me levante por que me estaba meando. Abri el servicio sin darme cuenta que la luz estaba encendida.

Cuando abri la puerta vi a Eva sentada en el inodoro. Se quedo un poco cortada y fui salir de nuevo cuando me pidio que no me fuera.

Entre en el servicio, me acerque a ella y esta me acaricio el paquete por encima del pantalon. Sin pedirle permiso me agache y le pedi que empezara a mear. Queria tocarle el coño mientras sentaba se meado en mis manos.

Fue orgasmico. Crei que iba a correr. Cuando acabe me enjuague las manos y sali intentando disimilar, para que no pareciera que venia del servicio.

Durante las copas Eva me miraba de manera lasciva.

A medida que tomabamos copas ibamos acercandonos mas a nuestras parejas y los besos cada vez eran mas humedos.

El estado de mi mujer, embarazada de seis meses, me excitaba de manera extraordinaria. Entre charla y copas, las manos se iban para zonas cada vez mas calientes. Asi y casi sin darme cuenta le saque uno de los grandes pechos a mi mujer. Esta ni se dio cuenta, pero mi amigo Manolo y Jose si se percataron, y se acercaron para ayudarme a sobarla.

Yolanda, recatada hasta entonces, se dejaba tocar por tres tios.

Mientras Eva y Luisa, un poco perpleja y bastante caliente, se arrimaron para tocar algo que no conociera.

Asi Luisa, empezo a acariciarme el culo y la base de los huevos. Jose seguia con las tetas de mi mujer y Manolo empezaba a acariciar el coño de Eva.

Aquello ya no habia quien lo parara.

Entre roces y tocamientos fuimos desnudandonos. Al aire quedaron tres buenas pollas. Jose era el que la tenia mas gorda, Manolo quizas la tuviera algo mas larga. La mia era intermedia. Ideal para anos virgenes.

Las mejores tetas de la reunion eran las de mi mujer, al menos hasta que pasen dos meses. Tambien tenia el mejor coño. Algo peludo, pero grandes labios. Eva, tenia un culo muy bueno, el mejor quizas.Luisa estaba bastante delgada y mi personalmente me gustan mas gorditas.

Cuando ya estaba todo desbocado y sin control vi como mi mujer se sentaba y se follaba a Jose. Era la segunda polla que mi mujer se metia en su coño en toda su vida. Estaba muy caliente. Para animarla, para darle mi aprobacion me acerque a ella y le comi la boca como hacia tiempo no lo haciamos.

Jose y Luisa hacian un perfecto sesenta y nueve, donde ambos tragaban todos los jugos que emanaban sus cuerpos.

Eva, me estaba esperando tocandose el coño. Aquel que coño que senti mear sobre mi mano, ahora iba a ser comido por mi.

Estaba delicioso, aun sabia a meado. Esquisito.

Estaba yo tumbado, comiendome el coño de Eva, cuando siento que mi polla se hunde en un coño. Saque la cabeza para ver que ocurria y pude comprabar como Luisa me estaba follando. Estaba delgada, pero follaba de manera exagerada.

Fue entonces cuando vi que mi mujer estaba siendo follada por mis dos mejores amigos. Aquello era superexcitante.

En vista de aquello me acerque a ella para ofrecerle mi polla. Me la mamo durante unos minutos, pero la tuve que dejar. Tenia dos hembras para mi a las que atender. Puse de rodillas y de espaldas a mi a Eva. Empece a comerle el ano con fuerza, pero con deliquadeza. Cuando pense que ya estaba bien lubricado apunte con mi polla y se la fui metiendo hasta que la base de mis huevos toparon con su culo. Desde entonces empezo un vaiven continuo. Luisa, mientras se acariciaba el coño e intentaba besarme el ano.

Pasado un buen rato, Luisa reclamo para si un par de pollas. Queria ser penetrada por dos pollas a la misma vez. Asi, me tumbe en la alfombra para recibir un coño que emanaba flujo por todas sus paredes.

Jose tambien se acerco para tras un buena comida de culo penetrar, no sin hacerle cierto daño en el ano de Luisa.

Manolo, mientras, follaba a Eva con mi mujer sobre su boca, sentada.

Nos quedamos todos perplejos cuando, de buenas a primera, Yolanda con toda su barriga grande y sensual se levanta, abre sus piernas y empieza a mearse sobre Manolo.

Aquello iba a ser algo que todos terminariamos practicando: la lluvia dorada.

Por ultimo Eva, tambien recibiria su sesion de doble penetracion sin su marido. Ya estabamos todos muy calientes y dispuestos a descargar nuestras pollas en las bocas que decidieramos. Eva recibiria todo mi esperma; Yolanda el de Manolo; y Jose el de Luisa. Eva mamaba con frenesi, hasta que consiguio que me descargara una gran cantidad de leche. Eva sin cortarse se trago mas de la mitad cuando me cogio por el cuello y me comio la boca. Me tuve que tragar la otra mitad de mi propio esperma.

Mi esposa, con esto de que estaba embarazada, cambio sus labios por su coño y dejo que se corriera dentro.

Luisa dejo escapar toda la lefa de Jose.

Posteriormente hubo una gran sesion de lluvia dorada, donde todos recibiamos de todos y todos dabamos a todos. Que lujuria.

Desde entonces y hasta la fecha nos hemos visto mucha mas y siempre hemos acabado follando todo lo que se movia.

¡Ah! Mi mujer tuvo un crio precioso. Por cierto, que Eva tambien esta embarazada, asi que la proxima que me la folle me corro dentro de su coño.

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REGADERAS MIXTAS | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/regaderas-mixtas/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/regaderas-mixtas/#respond Tue, 27 Oct 2015 17:10:06 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=2438 El corazón me palpita con fuerza, como siempre que vengo a este lugar. Creo estarme volviendo adicta, aunque la calentura puede más que yo. Es que este sitio es lo más morboso que he presenciado. Me quito la pollera delante de varios hombres. Soy la única mujer en los vestidores, por lo mismo tengo que aguantarme. Supero mi temor y logro quitarme mi bombachita. Los tipos están sentados, mirándome descaradamente, recorriendo mi cuerpo con los ojos. Esto es lo malo de ser joven; siempre llamas la atención. Pero para esto vine, y estoy feliz. Me agrada que me vean desnuda.

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El corazón me palpita con fuerza, como siempre que vengo a este lugar. Creo estarme volviendo adicta, aunque la calentura puede más que yo. Es que este sitio es lo más morboso que he presenciado. Me quito la pollera delante de varios hombres.

Soy la única mujer en los vestidores, por lo mismo tengo que aguantarme. Supero mi temor y logro quitarme mi bombachita.

Los tipos están sentados, mirándome descaradamente, recorriendo mi cuerpo con los ojos. Esto es lo malo de ser joven; siempre llamas la atención. Pero para esto vine, y estoy feliz. Me agrada que me vean desnuda. Siempre había soñado con estar en un lugar como este, y hasta ahora puedo hacerlo. Por eso me siento tan nerviosa. Ya he estado aquí dos veces antes, pero el miedo no se me quita. Por fuera, el local es como cualquiera; discreto, limpio y pintado de color azul. Por dentro es otro mundo. No tengo idea a quién se le ocurrió un negocio como este, pero es lo más morboso y caliente del mundo. Dentro de una enorme galera hay colocadas muchas regaderas, sin muros ni cortinas que las dividan.

Hombres y mujeres se bañan juntos, con nada de ropa, y esto es lo que hace al espectáculo llamativo. Siempre hay gente aquí, a todas horas, es un éxito. El lugar tiene varios pisos y diferentes tipos de baños; turcos, vapores, regaderas, una alberca, no sé, no conozco todo por completo. Cierro mi casillero y salgo rumbo a las regaderas. Esto no es como una playa nudista, nada que ver, no prenden tanto como estos baños. Ver cuerpos mojados, enjabonados, desnudos, sudorosos, es la imagen perfecta del cielo voyeurista. La gente viene aquí a ser observada y a mirar. Nada esconde los cuerpos de las miradas intrusas. Yo vengo porque me gusta que me vean desnuda. Tengo un bonito cuerpo, y eso de que solo lo vea mi novio pues no va conmigo. Me gusta compartirlo, alegrarle el día a algún señor, regalarle un bello panorama.

Camino por el pasillo luciendo orgullosa mi par de tetas que se balancean de un lado a otro, retadoras. De inmediato veo la espalda de dos chicas que caminan cuidadosamente, tomadas de la mano. Son jóvenes, igual que yo, y seguramente es la primera vez que están aquí, por su actitud. Aún no me han visto, pero yo disfruto el espectáculo: dos pares de nalgas bien formadas, temblando de excitación al enfrentarse a lo desconocido. Me encanta esa mezcla de ingenuidad y temor que proyectan. Llego por detrás de una de ellas, que respinga al sentirme.

-No tengan miedo-, les digo. Voltean, y lo primero que hacen es mirar mi cuerpo. De inmediato se sonrojan. Estoy acostumbrada a esto. Siempre he tenido el mejor cuerpo de entre todas mis amigas.

-Ustedes pasen y disfruten del espectáculo. No hagan caso de los patanes. Recuerden que hay mucha seguridad aquí, y que no va a pasar nada que ustedes no quieran que pase. No me responden, tal vez por miedo, tal vez por precaución, y de inmediato se van. Sé que más adelante me las voy a volver a encontrar. Llego a las regaderas y mi corazón palpita como un tambor, parece que tengo taquicardia, pero solo son los nervios. El vapor lo nubla todo, y de inmediato cubre mi cuerpo con gotitas de agua. Todo el ambiente es fresco, agradable para bañarse. Sigo hasta mi lugar de costumbre, al centro, para que todos tengan oportunidad de verme. Además que el panorama desde ese sitio es el mejor.

Al llegar noto que a mi derecha hay dos hombres de color, bastante altos, como de un metro con ochenta centímetros. Ambos tienen pollas enormes, a pesar de tenerlas flácidas. En medio de ellos hay una jovencita de unos 18 o 19 años, no más. Tiene un cuerpo bonito. Leva el pubis completamente depilado. Mide cerca de un metro con cincuenta centímetros, así que en verdad se ve pequeña al lado de esos dos negrazos. Es rubia y delgada, con apariencia frágil. También se ve temerosa. Yo lo estaría. Se bañan dirigiéndose miradas indiscretas. Los ojos de ella van de un lado a otro, de una polla a la otra. No puede apartar sus ojos de esos penes morcillosos. Supongo que nunca ha de haber tenido uno de esos dentro, aunque creo que después de hoy eso va a cambiar. Lo apuesto.

Se enjabona con fuerza la vagina, aunque yo sé que está tratando de calmar su lujuria. Ellos no se quedan atrás, pues al estar lavándose sus respectivas pollas comienzan a ponerse erectas. Mi corazón brinca de nuevo. En verdad me pone estar mirándolos. Tienen dos buenas trancas. La chica comienza a temblar de excitación. Ellos le sonríen y agarran sus penes, mostrándoselos, la invitan a que los toque. Ella no sabe qué hacer. En verdad me gusta su cuerpo, sus piernas carnosas, su breve cintura, ese par de tetas coronadas con unos pezones color rosa. Pero lo más hermoso es su apariencia casi infantil, con el cabello pegado al rostro por la humedad. Sonríe tímidamente.

Entonces la veo dar un paso hacía el negro de su izquierda, metiéndose bajo el mismo chorro de agua de su regadera. Lleva ambas manos juntas, sobre el pecho, como si tuviera frío. El hombre la recibe con amabilidad y decide no tocarla. Después de unos segundos bajo el agua ella pega su cuerpo al de él, muy cerca, entregándose. No logro ver su rostro, pero sé que está luchando por no sentirse apenada. Entonces el hombre la rodea con uno de sus brazos, cariñosamente pero con firmeza. Es cuando el otro negro, ya con el pene erecto, se acerca por detrás a ella, que solo voltea a mirarlo con ojos de aprobación. Eso es lo que ella estaba buscando, ahora ya lo tiene. Sé que el asunto se va a poner muy bien cuando ambos empiezan a tocarla, uno acariciándole la vagina y el otro las tetas.

Mientras ella toma el pene de ambos y empieza a recorrerlos de arriba abajo, poniéndolos duros, dejándose besar por los dos hombres que la rodean. Esa es la magia de este lugar. Me doy media vuelta, no pienso seguir mirando, no quiero que se ponga incómoda y arruinarle el momento. Así que decido caminar hacia otras partes, ya que no conozco el establecimiento en su totalidad. Mientras camino un viejo gordo y calvo me dice ¡mamita, estás como quieres! agarrando con malicia una de mis nalgas. Lo único que hago es voltearme y sacarle la lengua, sin detenerme. Los hombres de ese tipo no me gustan. Al pasar por el dintel de una de las tantas puertas, entro a un cuarto de Baño Turco, de esos que no producen vapor, lleno de hombres, unos diez calculo yo. Todos, que segundos antes estaban platicando, se quedan callados al verme. Si yo fuera alguno de ellos también lo hubiera hecho al verme.

No hay hombre que se resista a mi cintura tan pequeña y a mi vientre plano coronado con un piercing en el ombligo. Me siento orgullosa de causar ese efecto en los hombres. Cuando para mi mala suerte se me cae del dedo un anillo de oro que me había dado mi madre el día que cumplí quince años. Nadie se da cuenta porque el ruido de las regaderas es demasiado fuerte, ahogando el sonido de mi anillo al chocar contra el suelo. Yo me doy cuenta porque lo siento resbalar de mi dedo. Y lo veo rodar debajo de unas bancas que están amontonadas en una orilla de la habitación. Entonces me agacho para intentar recuperarlo. Pongo ambas rodillas en el piso y me inclino hacia delante, recargándome en mis antebrazos, metiendo mi cabeza debajo de las bancas. Todo está muy oscuro. De pronto me acuerdo que estoy desnuda, y que detrás de mí hay diez hombres igualmente sin ropa, seguramente mirándome las nalgas que, por la posición en que me encuentro, han de estar abiertas de par en par, permitiéndoles ver no solo mi chocho afeitado, sino también mi pequeño recto.

Y yo aquí, indefensa, tentando a ciegas en la oscuridad intentando recuperar mi anillo, dándoles un espectáculo a todos ellos que difícilmente olvidarán, ya que me estoy tardando en encontrarlo, y cuando más intento meterme bajo las bancas, más abro mis nalgas, enseñándoles lo mejor de mi intimidad. Siento sus pares de ojos fijos en mi trasero, clavados, intentando meterse en mí. Y lo único que puedo hacer es enseñarles más. De pronto siento el anillo bajo mi mano, lo agarro rápidamente y me pongo de pie de un brinco. Entonces los hombres, que segundo antes habían estado en silencio, explotan en chiflidos y aplausos. Todos tienen la polla a punto de reventar. Estaba segura que les había gustado lo que les enseñé. Así que solo atino a hacer una reverencia, agradeciendo como lo hacen los artistas sobre el escenario.

Luego doy media vuelta y abandono la habitación, regalándoles por última vez el espectáculo de mi redondo y carnoso trasero. Sigo caminando y entonces paso por un lugar en donde, al parecer, hay puras mujeres; todas desnudas igual que yo. No sé que pasa el día de hoy en este sitio, pero parece que la gente ha decidido separarse por sexos. Así no es nada divertido estar aquí. Algunas llevan el chocho peludo, otras no tanto. La mayoría de ellas son jóvenes, tal vez un poco más grandes que yo, y actúan como si ya se conocieran de antes, igual que compañeras de colegio. Seguramente sí lo son.

-Una vez, por accidente, le vi la polla a José, el capitán del equipo decía una de ellas, emocionada, mientras las otras la escuchaban atentas.

-¿Y es grande? ¡Cuéntanos!

-La verdad no pude ver si era grande, la llevaba flácida. Pero lo que sí noté es que la tiene muy gorda. Parecía una pequeña trompa de elefante.

-¡Que rico! ¡Papacito! dijeron todas casi al mismo tiempo. Mirándolas detenidamente, las mujeres parecen miembros del equipo de animadoras. Sus cuerpos son delgados y musculosamente femeninos. Algunas, aunque llevan el chocho peludo, lo tienen perfectamente recortado en triangulo. ¡Cuánto darían muchos por estar viendo lo que tengo delante de mis ojos! Pero nadie se anima. Lo único que se necesita es atravesar aquella puerta y ya están dentro, disfrutando del paisaje. Mirando todas esas nalgas de porristas, con sus tetas grandes y firmes, hablando de pollas, con la vagina húmeda, reafirmo que los hombres son unos idiotas ¿Por qué no hay ninguno por aquí, disfrutando de esto?

-Deberíamos invitarlo a venir a las regaderas mixtas, de esa manera saldríamos de dudas. ¿O creen que no le gustaría estar en medio de todas nosotras? Si le enseñamos nuestros culos, seguro se le para. A menos que fuera maricón. Todas echaron a reír. A mí eso de ver mujeres sin ropa me aburre, así que voy a seguir caminando, seguro encuentro algo más interesante. Ya empiezo a sentir el chocho un poco pegajoso. Esto es normal cuando hay tanto vapor en el ambiente. Lo bueno es que lo llevo depilado, porque si no me sentiría bastante incómoda. Una vez una amiga me dijo que eso de llevarlo sin un solo pelo es para las niñas pequeñas, que yo ya estaba algo grandecita para eso. Yo le respondí que de esta manera no me lleno de malos olores, y que cuando voy a alguna playa nudista puedo presumir con libertad el piercing que llevo en el clítoris. No soy nada egoísta con mi cuerpo. Ella no estuvo de acuerdo, pero eso no me importa.

Mas adelante me topo con un grupo de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, ¡por fin un poco de normalidad! Antes de avanzar me fijo muy bien en ellos. Las chicas platican con ellos, cómodas a pesar de estar desnudas. No son delgadas, pero tampoco gordas. Más bien se podría decir que están carnosas, como les gustan a ellos. Una es más joven que la otra, por varios años. Igual pasa con los hombres. La mujer más joven se parece a la mayor, como si tuvieran algún parentesco. Debo reconocer que ambas son atractivas y tienen lo suyo muy bien puesto. Los hombres tampoco se quedan atrás; ambos son bastante guapos y tienen cuerpos bien formados, llevan el cabello corto y entre las piernas les cuelga un buen trozo de polla. Las mujeres los miran con diversión y complicidad, todos parecen estarse divirtiendo. Cualquiera diría que son familia.

-La verdad… la de mi papá es la más grande de todas. He visto la de los señores que también andan por aquí, y ninguna se le parece. La de él es gorda y muy bonita.

-Ay hija, en lo que te andas fijando-, la reprendió la señora. Ambas mujeres, madre e hija, llevan el chocho depilado. Parece que eso está de moda entre la mayoría de las chicas que frecuentan este lugar. Ambas se ven muy lindas. Además, tienen unas piernas carnosas y firmes que las hacen lucir muy apetitosas.

-Pero la de tu hermano tampoco se queda atrás, él también tiene lo suyo-, dijo la mujer.

-Es cierto, pero prefiero la de mi papi- replicó la jovencita, acercándose de inmediato al señor, abrazándolo, rozándole con la piel el pedazo de polla colgante, parándose de puntas para poder rodearlo por el cuello. El señor se limitó a darle una ligera nalgada en el trasero, haciendo que temblara ese impresionante par de nalgas de su hija.

-Yo también te quiero muñequita- dijo el hombre. A mí me gustaría llevarme así de bien con mi familia, tener tanta confianza en el ámbito de lo sexual, poder salir juntos y venir a un lugar como este, compartir nuestra intimidad. Pero creo que no se puede tener todo en la vida. Mientras tanto, la señora se limitaba a mirar cómo el señor, su marido, abrazaba a su hija, disfrutando del potente chorro de agua que escapaba de la regadera para bañarle todo el cuerpo. Por su parte, el jovencito tenía puesta su mirada en mí. Yo lo noté, pero me hacía la tonta, acercándome poco a poco a ellos, intentando escuchar un poco más de sus palabras, disfrutar de su compañía, aunque fuera solo un rato.

-¡Mira mamá, la polla de mi hermano se está poniendo grande! Yo de inmediato giré el rostro, disimuladamente. ¡Vaya si el chico tenía una buena tranca! De inmediato supe que estaba así por mí. La señora, en un afán de esconder la erección de su hijo, se acercó a él con una esponja de baño en la mano y se la tapó, simulando estar lavándosela. A decir verdad, más parecía que le estaba haciendo una paja que cubriéndolo. Lo cierto es que los dos lo estaban disfrutando.

-¡Ay mamá, no seas aprovechada!- dijo la jovencita sin apartar la vista de la polla de su hermano. -¿Por qué tú sí puedes agarrarle la polla a mi hermano y yo no puedo agarrar la de mi papá?

-Si quieres, hazlo- le contestó la señora en forma despreocupada. De inmediato la jovencita se puso de espaldas a su padre, para no apartar la vista de su hermano, y con la mano derecha comenzó a acariciar la carnosa y morcillona polla del señor. A pesar de que ese pene estaba flácido, era bastante impresionante ver cómo se balanceaba de un lado a otro, y mucho más impactante ver cómo casi no le cabía en la mano a esa jovencita tan hermosa.

-¿Te gusta?- le preguntó el señor a su hija. Ella asintió con la cabeza. Espero que algún día te consigas a un novio que la tenga igual de grande, para que a la princesita de papá la tengan siempre llena de polla. Es lo que se merece una niña tan bonita y con un culo tan redondo como el tuyo.

-Gracias papi, por eso te quiero. Solo que no creo que algo de este tamaño entre en un agujerito tan pequeño como el mío. Mi mamá es una campeona por poder comérselo completo. La jovencita apenas le llega al pecho a su padre. Él es alto, bastante fuerte, y ella de figura delicada, una muñeca. La imagen de ambos juntos, desnudos, es bastante cachonda.

-Mamá es muy afortunada al poder acostarse todas las noches después de haber cenado una tranca como la tuya, papi- dijo ella sin dejar de acariciarle la polla, que poco a poco iba despertando. Yo ya no podía disimular mirarlos, ahora los veía de frente, a los cuatro, con absoluto descaro. Estoy muy interesada en ver toda la extensión que puede alcanzar esa polla anormalmente grande. Ya poco me importa lo que ellos me puedan decir. En unos segundos estuvo totalmente parada, yo no lo podía creer. ¡Era tan grande como el brazo de un bebé! No pude evitar un sonido de admiración.

De inmediato el señor se fijó en mí. Primero se asustó ya que no me había notado antes, pero después de verme de arriba abajo, me sonrió con mirada lujuriosa. Yo me sonrojé de inmediato. Con cada segundo que pasaba yo mas quería tener en mis manos eso que le estaba creciendo entre las piernas. La jovencita estaba demasiada entretenida jugando con la polla como para darse cuenta de lo caliente que estoy.

-¿Te gusta?- escuché decir a una voz muy cerca de mi oído. Era la esposa del señor que, al darse cuenta de mi interés, se había acercado a mí. ?Si quieres, puedes tocarla. Es totalmente real. Yo me encontraba completamente desconcertada con la invitación. Aunque al parecer el señor sabía exactamente lo que la señora me acababa de decir, ya que me sonreía de manera amistosa, invitándome a caminar hacia él. Claro que no por eso dejaba de acariciar el redondo culo de su hija. Sentí como la mano de la señora me empujaba suavemente hacia delante. No pude evitar avanzar con paso trémulo. Me sentía como una intrusa en medio de esta familia. Lo único que me hacía sentir mejor es que todos andábamos igualmente desnudos, ocultos ligeramente por una delgada capa de vapor.

-No tengas miedo nenita. No te va a pasar nada- me decía el señor. El hombre ha de tener más de cuarenta años, luce bastante maduro. Se conserva en excelente forma. Es alto y tiene el pecho lleno de vellos, igual que los hombres que a mí me gustan. Cuando me encuentro a su alcance me toma de la mano con firmeza y de inmediato me hace sentir segura. Yo no pude evitar pegar mi cuerpo al suyo, abrazarlo con temor.

-¿Quieres tocarlo?- me pregunta el señor sacudiéndose la polla con una mano, delante de mí. Yo digo que sí con la cabeza. Confieso que he visto muchas pollas en mi vida; algunas más grandes que otras. La más grande que había visto hasta ahora era la de mi novio, que es del tamaño de mis dos puños colocados uno encima del otro, y aún así se asoma su cabeza por encima de ellos. Pero esta, la del señor, es en verdad enorme. Son como tres puños y medio, y tan gorda que apenas puedo tocarme la punta de los dedos al rodearla con ellos. Es increíble lo mojada que me he puesto con solo tocarla.

-¡Es monstruosa!- digo entre sollozos.

-…Pero te va a gustar- dice la señora con una sonrisa en la boca.

-¡Papi, yo estaba jugando con ella!- dijo su hija con tono molesto.

-Tú me tienes todos los días, muñeca. Deja que ella también se divierta un poco. Recuerda que no debes ser envidiosa. A mí ya nada me importaba. Solo quería seguir estrujando aquel enorme pedazo de carne morena; recorrerlo con mis manos, sentir su firmeza, no soltarlo nunca. Casi sin darme cuenta comencé a apretar mis piernas. Sentía mi culito fruncirse ante la incertidumbre y mi chocho mojarse como nunca antes. Me estoy poniendo tan caliente que creo voy a perder el control.

-¿Cuántos años tienes, nenita?- me preguntó el señor.

-Veinticuatro.

-¿Y ya habías visto una así de grande? Supuse que no. Disfrútalo todo lo posible- Me dijo mientras comenzaba a acariciarme las nalgas. Sus manos son tan grandes que con una sola de ellas me puede agarrar una nalga por completo. Sus dedos son tan grandes y gordos que me estremezco al pensar que pudiera introducir alguno en mi culito.

-Hoy es el cumpleaños de mi esposo, nenita- dijo la señora. Lo hemos traído aquí para tratar de darle un regalo muy especial. Creo que nos estamos acercando a eso que buscábamos. ¿Tú qué crees?

-Yo… ¿Puedo chuparla?

-Claro.

-Yo también quiero chuparla mamá- dijo la chica dando unos brinquitos.

-Está bien… las dos pueden hacerlo- dijo la señora. Entonces, como becerros, nos pusimos a mamar esa tremenda polla. Es tan grande, que si la señora hubiera querido unirse a nosotros para chuparla, no nos hubiera estorbado.

-¡Mira mujer, tengo a dos lindas jovencitas chupándome la tranca! ¿No te da celos?

-Claro que no. ¡Feliz cumpleaños! Mientras, el jovencito andaba feliz mirándome el culo. Como yo me encontraba inclinada hacia delante, era fácil para él vérmelo todo. Cuando me percaté de esto, hasta abrí un poco más las piernas, para que pudiera disfrutar mejor de la vista que le proporcionaba con mis dos agujeritos. Después, mientras tenía la tremenda tranca del señor entre mis labios, y me daban ganas de morderla, de comérmela completa, me di cuenta que la muchachita a mi lado estaba sintiendo lo mismo. Mirándola un poco mejor, yo creo que ha de tener apenas unos dieciocho años. La envidio; tan joven y ya tiene entre las manos un espécimen de polla como pocos en el mundo.

Aunque para ser sinceros, yo tengo mejor cuerpo. Seguía con el pene entre los labios cuando el señor me rozó el culo con uno de sus dedos. Sabía que no se iba a quedar con las ganas de acariciármelo. Entonces me preguntó:

-¿Quieres sentirla adentro?-, refiriéndose a su polla.

Yo, sinceramente, me sorprendí.

-¿Y su familia? ¿No le importa que nos vean?

-Al contrario. A mi esposa le gusta mirar mientras me follo a jovencitas como tú. En cuanto a mis hijos, es tiempo de que empiecen a conocer sobre los placeres del amor ¿y qué mejor manera que viendo a su padre en acción? La idea de ser atravesada por ese enorme trozo de carne, en presencia de público, me excitaba. Ya les he dicho que soy fanática de exhibirme. Así que solo tome su tranca entre mis manos y, alzándome sobre la punta de mis pies, me introduje la gorda cabeza de su polla en la vagina.

-¡Mira mamá! ¡Eso no puede ser! ¿Vas a permitir que papá se folle a otra mujer? La señora se limitó a tomar la mano de su hija y decirle que se callara con un gesto. Ella no despegaba sus ojos de mí. En cuanto al hijo; había comenzado a cascársela delante de todos, con descaro. El señor me tomó de la cadera y me levantó, introduciendo un poco más su polla. ¡Vaya si la sentía enorme!

-No intentes metértela toda, niña. Es casi imposible la primera vez. A mí me llevó varios meses lograrlo-. Me dijo la señora. Voy a tratar de seguir su consejo. El señor comenzó a balancearse de atrás hacia delante, entrando y saliendo de mi pequeño chocho, con delicadeza. Rápidamente supe que estaba en presencia de un experto que sabe cómo follarse a una mujer. Yo me sentía en las nubes. Que te la metan es muy lindo; pero que te miren cuando te lo están haciendo es mucho mejor.

-Ya tienes un pedazo así de grande adentro-, me dijo la jovencita bastante sorprendida. Lentamente comencé a tomar confianza y a moverme con más ritmo. Parecía que mi cadera era una batidora y mi chocho un aparato para exprimir polla.

-¡Mira cómo me está haciendo, mujer!

-Vaya que esta muchachita se sabe mover. Aunque no podía verlo, sabía que no me estaba entrando completa su polla; mis nalgas aún no llegaban a chocar contra su estómago, a pesar de que yo ya la tenía hasta el fondo de mí. Claro que, sin importar esto, los dos estábamos disfrutándolo mucho. La hija del señor ya hasta se había sentado en el suelo para mirar mejor cómo me penetraban.

-Enséñale papi. Enséñale cómo se debe follar a una zorra como ella. El jovencito no decía nada, aunque cada vez se la cascaba con más fuerza. Era evidente que él también se la estaba pasando bomba. Estuvimos así un rato, en medio de las regaderas que soltaban agua caliente, observados por la mirada atenta de nuestro público, hasta que el señor dijo:

-Quiero correrme en tu boca. Que te comas toda mi lechita. Yo le dije que sí con la cabeza. Estaba tan caliente, gozando tanto, que ya me había corrido varias veces. Tal ves esta follada no sea nada fuera de lo extraordinario, pero lo morboso de estarlo haciendo delante de la familia de un hombre que apenas conozco me tiene a punto de ebullición. Esta situación es el sueño de todo buen exhibicionista. Después de otros minutos el señor sacó su polla de dentro de mí e hizo que me arrodillara delante de él, acercándome su tranca a la boca. Rápidamente la jovencita se acercó a nosotros y puso su rostro junto al mío.

-Yo también quiero, papá-, dijo sacando la lengua, preparándose a recibirlo.

-Está bien, muñequita. La señora también se acercó a nosotros, solo que ella agarró la polla de su marido y comenzó a meneársela, ayudándole para terminar encima de nosotras. El señor estaba que no cabía dentro de sí por tanto placer. Entonces el jovencito se acercó también a nosotros, con la polla entre sus manos, dispuesto a también descargarse sobre nosotras. No tengo ni que decir que él fue el primero en correrse. Lo hizo soltando un chorro caliente que pegó directo en mi boca, con tanta fuerza que casi me atraganto. Y desde luego que no perdió la oportunidad de echarle un poco al rostro de su hermana. Después se corrió el señor siguiendo la misma rutina. Cuando ellos terminaron, la jovencita se llevó la polla de su padre a la boca, succionándola, para tratar de sacarle un poco más de su lechita. Yo hice lo mismo con la polla del muchacho que, a decir por su rostro, me lo estaba agradeciendo mucho.

-Feliz cumpleaños, papá-, dijo la señora mientras le daba un tremendo beso en la boca. Yo quiero tener una familia igual cuando me case, se ve que son todos muy felices.

-Muchas gracias mujer. Eres la mejor de todas-, le contestó mientras le apretaba sus nalgas. * * *

Después de que nos bañamos todos juntos y nos divertimos un rato bromeando me despedí de ellos. Yo ya tenía lo que vine a buscar así que dirigí mis pasos hacia los vestidores. Ya en ese lugar, mientras me vestía, volví a toparme con las dos chicas miedosas que vi al llegar. Ya bajo la luz de las lámparas y sin tanto vapor en el ambiente me percaté que ambas no debían pasa de los diecinueve.

-¿Cómo les fue?- pregunté de la manera más amable que pude.

-¡Sensacional!

-¡Este sitio es increíble! ¡Hubieras visto cómo nos follaron todos esos hombres! Yo hasta perdí la cuenta de cuantas pollas me metieron en el chocho. Sin pensar mucho, supe que se estaban refieriendo a los señores del Baño Turco, a los que dejé calientes al enseñarles mi culo. Me sentí orgullosa de mis alcances exhibicionistas.

-Es más… pensamos regresar la próxima semana.

-Que bien. Espero que nos volvamos a ver- les dije. Me puse mis pantalones blancos apretados, un top color rosa, mis sandalias y me despedí de ellas dándoles dos besos en el cachete. Al salir del establecimiento me doy cuenta de algo: siempre es gratificante venir a pasar una tarde a las Regaderas Mixtas.

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Por un puñado de negros… | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/por-un-punado-de-negros/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/por-un-punado-de-negros/#respond Tue, 06 Oct 2015 09:01:52 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=2395 Bueno, empezare presentandome, me llamo Ana, tengo 39 años y estoy casada. Nuestro matrimonio va bien, no me puedo quejar, hemos tenido nuestros escarceos en el mundo liberal, pero siempre con otra chica, ya que a mi tambien me gusta acostarme con chicas, pero nunca con otro chico. Desde hace ya varios años tenia como fantasia sexual acostarme con un chico negro, y se lo dije a mi marido, que por cierto no le sentó nada bien. De vez en cuando se lo repetía y nada siempre mala cara por su parte. A finales de Agosto, y ya que mi

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Bueno, empezare presentandome, me llamo Ana, tengo 39 años y estoy casada. Nuestro matrimonio va bien, no me puedo quejar, hemos tenido nuestros escarceos en el mundo liberal, pero siempre con otra chica, ya que a mi tambien me gusta acostarme con chicas, pero nunca con otro chico. Desde hace ya varios años tenia como fantasia sexual acostarme con un chico negro, y se lo dije a mi marido, que por cierto no le sentó nada bien. De vez en cuando se lo repetía y nada siempre mala cara por su parte.

A finales de Agosto, y ya que mi cumpleaños se acercaba, y como la noche anterior hicimos un trio con otra chica, se lo volví a decir a mi marido, que seria para mi un gran regalo de cumpleaños, pero nada mala cara de nuevo. Pasó mi cumpleaños a los pocos días se lo dije de nuevo «hay que ver que no me has regalado lo que queria», mala cara de nuevo, portazo y se fue.

Unos días antes del puente del 12 de octubre, me dice que ha alquilado para el fin de semana, pues el lunes era fiesta también, una casita en la sierra, y que nos iriamos a pasar el finde alli. A mi me parecio muy bien, la verdad era que se me apetecia.

LLegó el viernes y salimos a eso de las 4 de la tarde, llegamos pasadas las 17:30. Nos bajamos del coche nos dirigimos a la casa que era preciosa, me abrio la puerta y me dijo que pasara, entre y cual fue mi sorpresa al enconrarme a 6 chicos negros alli, me volvi a mirar a mi marido, que irigiendose a los seis chicos le dijo es toda vuestra, yo me voy, fui a decirle que no se fuera, cuando uno de los chicosme cogio en brazos y me llevó a una habitacion con una cama redonda enorme, siguiendole los demas chicos.

Sin mediar palabra me desnudaron, y ellos también. En mi vida había visto unas pollas tan enormes, era verdaderamente impresionante, Uno de ellos empezó a comerme el coño mientras los demas me ponian sus pollas en la cara y en la boca. Estaba tan caliente que no dure nada, me corri como una loca en la boca del chico. Cuando quise darme cuenta me habian atado de pies y manos con unas esposas a unos barrotes que habia en lo que digamos eran los pies y la cabecera de la cama redonda. Alli estaba, atada, abierta de piernas, con el coño empapado y a espensas de esos seis chicos negros.

Sin pensarlo dos veces uno de ellos me metio su enorme polla de un solo golpe, chille de dolor, pero no se inmutó. Siguio follandome como un poseso, mientras los demas me hacian que se la mamara uno por uno. Despues de largo rato folladome, perdi la cuenta de las veces que me corri, la saco y me la metio en la boca, mientras otro ocupaba su sitio follandome tambien. Descargo toda su leche en mi boca. Asi estuvieron hasta que el sexto me follo y descargó su lefa en mi boca.

Estaba rendida, no podia mas, no se las veces que me corri, y claro tambien estaba dolorida, pues no se cortaban un pello en meterme de un solo golpe esos pollones inmesos en mi coño. Pero cual fue mi sorpresa cuando el primero que me follo, volvia a follarme de nuevo, les suplique que por favor me dejaran dscansar un rato, y que ademas me dolia mi coño, ni caso, seguia follandome, esta vez un poco mas pausadamente y dandome que su dedo en mi clitoris. Asi volvieron a pasar los seis por mi coño, me corria una y otra vez, tuve numerosos espasmos, me orine varias veces de placer, estaba medio inconsciente en una nube de placer, pero me dolia el coño, y los pechos de los numerosos mordisquitos y chupetones que me dieron el todo el pecho y sobre todo en los pezones. Cuando el ultimo se corrio en mi boca no podia ni hablar, nada mas que gemia, casi no me di cuenta, pero todos salieron de la habitación dejandome sola. Las piernas me temblaban como todo mi cuerpo y me volvi a orinar, no me pude aguantar, o mejor dicho paso sin que yo quisiera, mientras me orinaba tuve varios espasmos mas. Luego me relaje y me dormi.

No se el tiempo que me llevè durmiendo, ya que me desperte cuando de estaban poniendo boca abajo en la cama, volviero a encadenarme con otras esposas esta vez mas largas y me dijeron que me pusiera a cuatro patas. Lo hice, la piernas aun me temblaban, y empezaron a follarme la boca, unan tras otra me iban metiendo en mi boca esos pedazos de pollones hasta mi garganta, me daban carcadas, se me caia la baba y las lagrimas, de pronto siento que me dan algo liquido en mi culito, a mi siempre me ha gustado del anal pero uffff aquello. Entonces empezaron a follarme el culo, me dolia muchisimo, pero a la vez me gustaba. Asi follaron mi culo los seis, corriendose todos dentro de mi. Literalmente me partieron en dos, estaba destrozada, rota. Me dolia mi culo y mi boca de tanto pollon como habia recibido, cuando terminaron otra vez se fueron, yo me derrumbe en la cama, las lagrimas salian de mis ojos de tanto dolo y de tanto placer a la vez. Oí como uno de ellos entro en la habitación, pero no tuve ni fuerza para mirarlo, senti como se ponia detras mia, y me daba en mi culo totalmente dilatado una crema, que la verdad me alivio muchismo el dolor. Con ese alivio volvi a dormirme.

Ya era el sabado por la mañana cuando me desperte al oir entrar a uno que me desato y me dio una bandeja con abundante comida, cafe y zumo de naranja. Comi, y mas o menos pasada media hora de haber comido, entraron de nuevo los seis. Esta vez me ataron las manos a mi espalda, uno de ellos se tumbon en la cama y me dijo que se la mamara, cuando estaba totalmente empalmado me dijo que lo montara, su pollon era un espectaculo que cosa mas grande y mas bonita. Me puse encima de el poniendo su capullo en la entrada de mi coño. Entonces el me dijo dejate caer a peso hasta mis huevos, asi lo hice y se me pusieron los ojos en blanco, me atrajo hacia el y me empezo a besar, entonces otro por atras me volvio a echar lubricante en el culo y me lo volvio a partir, aquella doble penetracion hizo que me corriera varias veces a pesar del dolor, los dos se corrieron dentro de mi, cuando terminaron otros dos cogieron el relevo y asi sucesivamente.

Se llevaron follandome casi sin parar hasta el lunes al mediodia, yo los veia como tomabab viagra y reconstituyente para asi durar mas.

Cuando mi marido fue a recogerme el lunes por la tarde, estaba en la cama, desnuda, hecha un ovillo, era una piltrafa humana. Solo me dejaron levantarme de la cama para ir al cuarto de baño de vez en cuando, pues los esfinteres de mi culo ya os podeis imaginar como me lo dejaron. Cuando mi marido vio mi culo me dijo «te han dado bien ehhhh». Al levantarme casi no podia andar y lo hacia totalmente abierta de piernas, era para verlo. Solo me vestin con una bata ya que ibamos de puerta a puerta.

Cuando llegamos a casa mi marido me pregunto que si me habia gustado, le dije que si que muchisimo, pero que me habian destrozado, le dije Juan, me han roto totalmente. Entonces el me dijo que como habia sido la puta de seis negros, que ahora iba a ser la suya . Le suplique que por favor no, que mañana, pero no me hizo caso, me follo como nunca lo habia hecho, y tengo que deciros la verdad, aun rota como estaba, me volvi a correr varias veces mas.

Espero que os haya gustado, y una cosa, todo lo que he contado es totalmente cierto. Despues me comento

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Pura y casta hasta el matrimonio | danyclub.ru //danyclub.ru/dirtynakedpics/pura-y-casta-hasta-el-matrimonio/ //danyclub.ru/dirtynakedpics/pura-y-casta-hasta-el-matrimonio/#respond Tue, 22 Sep 2015 10:49:37 +0000 //danyclub.ru/dirtynakedpics/?p=2372 Virginia, mi novia, es muy guapa y sexy. Es de esas chicas que por donde pasan, dejan huella. Todo el mundo se la queda mirando cuando se cruza con ella. Y sigue mirándola cuando se ha cruzado. Una cara muy bonita, de ojos color marrón, casi negros, llenos de ternura y con un gran brillo. Mide metro setenta, un cuerpo muy bien proporcionado, con un buen pecho, una cintura espectacular, un culo sobresaliente. Su manera de andar enloquece, como su forma de mirar. Sólo tenía un problema. Para mí, un gran problema: ¡quería llegar virgen al matrimonio! Me dejó muy

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Virginia, mi novia, es muy guapa y sexy. Es de esas chicas que por donde pasan, dejan huella. Todo el mundo se la queda mirando cuando se cruza con ella. Y sigue mirándola cuando se ha cruzado. Una cara muy bonita, de ojos color marrón, casi negros, llenos de ternura y con un gran brillo. Mide metro setenta, un cuerpo muy bien proporcionado, con un buen pecho, una cintura espectacular, un culo sobresaliente. Su manera de andar enloquece, como su forma de mirar. Sólo tenía un problema. Para mí, un gran problema: ¡quería llegar virgen al matrimonio! Me dejó muy claro que ella no era de esa clase de mujeres que van a la cama con el primer novio que se pillan y que creía que muchas parejas se rompían porque se hartaban de sexo antes del matrimonio. Yo creía que era una tontería. Pero tanto la amaba, y la amo, que estuve de acuerdo y renuncié al sexo con ella. Y así estuvimos tan felices.

Yo veía en Virginia a la personificación de la fidelidad, la honradez, la candidez… Siempre ha sido muy atenta, cariñosa y amorosa conmigo. A menudo renovábamos el pacto de no tener ninguna relación sexual hasta nuestra noche de bodas porque para ella era muy importante que nuestra relación fuera sincera y se basara en el amor y el respeto y no en el sexo. A mí me costaba mucho no poder ni siquiera tocarla y tenerme que conformar con algún que otro beso y algún que otro abrazo. En más de una noche tuve que autoconsolarme y era en esos momentos que recordaba y veía con nitidez a mi novia convertida en una explosiva bomba sexual aunque sólo era una fantasía, pues la imagen real de Virginia es un símbolo de ingenuidad y castidad. Casi no podíamos ser más felices y pronto empezamos a pensar en fijar una fecha próxima para nuestro matrimonio.

Virginia mantenía realmente nuestro pacto y no permitía que se le acercara ningún hombre si le veía con segundas intenciones. Eso le costaba mucho esfuerzo porque es una chica muy caliente y con grandes deseos sexuales. Cuando andaba por la calle, recibía miradas de admiración y deseo. Si ella se daba cuenta u oía algún piropo, no hacía ningún caso y bajaba la vista. De todas formas, en esos casos se excitaba tanto que no podía esperar a masturbarse. Pero lo más importante era cumplir la promesa que nos hicimos y así sentirse bien consigo misma. Y la cumplió.

Hasta que este miércoles 30 de diciembre fue a trabajar que parecía un bombón. Debajo de un abrigo oscuro escondía una blusa blanca de encaje y faldita corta de pliegues colorada encima de unas medias negras semitrasparentes. Unas bonitas trencitas y los zapatos con un imponente tacón le daban un toque entre niña inocente y mujer fatal. Aunque ya estaban acostumbrados a que fuera muy atractiva, al llegar a la oficina, los compañeros la saludaron efusivamente: – ¡Virginita, que guapa que nos vienes hoy! ¡Que suerte que tiene tu novio contigo!- así como la consabida frase: -¡Que no me entere yo que este culo pasa hambre!- Les miró muy seria, casi enfadada. Ella pensaba que hambre, lo que se dice hambre, su culito pasaba mucho. Pero lo importante para ella era yo y mantener su promesa.

Cuando mi novia se sentó, Jose, que no le sacaba los ojos de encima y tenía su mesa situada en una posición privilegiada, pudo ver las ligas que sujetaban las medias de Virginia y se quedó sin respiración. Ella se dio cuenta y se estiró la falda para abajo, tarea imposible por lo cortita que era. Le quedó mirando como riñéndole y él apartó la vista avergonzado. Al cabo de un rato, Virginia se levantó para archivar unos documentos. Pedro tuvo la suerte que la chica tuvo que agacharse un poquito y le pudo ver casi todas la nalgas. Se preguntó, con su mente calenturienta, si es que no usaba braguitas o que llevaba tanga. Nunca lo descubriría. Ya sabían que con Virginia no había nada que hacer porque en más de una ocasión había contado que quería llegar virgen al matrimonio y que ni con su novio mantenía relaciones sexuales. Y desde siempre cualquier intento de acercamiento de cualquiera de los hombres del curro era abortado por la rigidez y seriedad de la chica, por otro lado tan simpática y amable con todo el mundo. Ya era mala suerte que la única mujer del despacho fuera tan casta e inaccesible! Por lo menos podían alegrar la vista con ella y, luego, pensar en su sexy compañera mientras hacían el amor con su esposa o se la cascaban en el baño.

Toda esa mañana, la oficina entera estaba pendiente de Virginia. Mientras Fran estudiaba el escote de su compañera intentando adivinar un poco del inicio de su pecho o de qué color eran los sostenes, Ramón, cada vez que la chica pasaba por su lado, imaginaba lo atractivo que sería su culo, tapado ahora sólo por esas breves falditas de colegiala. Y el Sr. Jonás aspiraba hasta el fondo todo el olor que podía de la joven cuando se le acercaba con cualquier excusa. Mi Virginita se daba cuenta y, la verdad, toda esa situación le calentaba y casi no podía más. Pero no era una chica débil y nunca caería en el error y fallarme, a mí, a su novio querido.

Así fue pasando la mañana. Aun estando en pleno invierno, no habría hecho falta la calefacción en la oficina ya que el calor humano, aunque reprimido, era suficiente para mantener la temperatura. Cuando entró el Sr. Martí, vio a sus empleados como embobados y empezó a mandarles trabajar y a no distraerse y les amenazó, a grito pelado, que echaría a más de uno si no empezaban a rendir más y a ser más productivos, que ya estaba harto de holgazanes e inútiles. Su tono cambió al ver a mi novia y, muy amablemente, le mandó un cumplido: – ¡A ver si aprendéis de Virginia! Ella sí que trabaja y se está ganando el sueldo. Gracias, Virginia, por ser tan buena empleada. ¡La mejor!– y se la quedó mirando como pasmado. Ella le sonrió brevemente y siguió con su trabajo. Todos en la oficina se dieron cuenta que su jefe se moría de ganas de camelarse a la chica, pero también sabían que esa era una misión imposible. Al cabo de un rato, el Sr. Martí se fue por la misma puerta en que había entrado.

Al llegar la hora de comer, las dos, Roque dijo de salir al bar de la esquina, en que hacían unas tapas riquísimas, e invitó a Virginia a ir con ellos. Pero ella se excusó porque tenía mucho trabajo pendiente y se había traído algo de comida de casa. En realidad, la chica tenía otros planes, aparte de comer. Toda la mañana había estado muy excitada y ya no podía aguantar más. Cuando se quedó totalmente sola, vio que era la ocasión de desahogarse un poco. Sus compañeros, que seguro que estaban hablando de ella y de lo buena que estaba y que lástima que fuera tan puritana y blablablá, no volverían hasta dentro de una hora, por lo menos. Se levantó la faldita y apartó un poco el hilillo del tanga. Tomó uno de los plátanos que había traído para el postre ya que era su fruta favorita, y lo acercó a su coñito, totalmente húmedo. Empezó un masaje que, en unos segundos, terminó en una explosión de suspiros. Se bajó el tanga, se lo quitó y lo dejo en la silla. Era una obra de arte de la lencería, blanco con encajes, muy transparente y, ahora, muy húmedo. Enseguida, cogió otro plátano y subió encima de su mesa. Cogió el primer plátano rebosante de flujo y se lo fue acercando a su culito mientras ya tenía la otra pieza insertada en la vagina. A cuatro patas, un plátano por delante y otro por detrás, parecía una bonita gatita en celo. Una sinfonía de ayes y uyes llenó la oficina vacía cuando llegó al segundo orgasmo. Los plátanos parecía que tenían vida propia y no cesaban de entrar y salir. Con los ojos cerrados, se imaginaba a sus compañeros haciéndole el amor, rojos de deseo y pasión, y enseguida tuvo el tercer orgasmo.

– ¡Sigue, sigue, cielo, no pares ahora, que estás divina!

¡Era la voz de Germán! Virginia abrió los ojos y vió que su compañero tenía los dos plátanos cogidos y no cesaba de penetrarla con ellos en unos movimientos de vaivén sin fin. Aún con la sorpresa y todo, la chica no pudo evitar tener un cuarto orgasmo ante Germán. Entonces se rehízo, apartó los plátanos y, avergonzada, se bajó tanto como pudo los pliegues de su faldita para cubrir su sexo. Bajo de la mesa y dijo ruborizada:

– ¿Pero, qué haces aquí, Germán? ¡Se supone que estabas comiendo!

– Bueno, se supone que tú también estabas comiendo, ¿no? De hecho, tu sí que comías, realmente… ¡dos plátanos, jejejeje! ¿Están buenos? Jajajaja!

– ¡Déjate de risitas! ¡Podías haber avisado! ¡Estoy avergonzada!

– No debes avergonzarte. ¡Estabas muy atractiva en esa posición de perrita hambrienta!

– ¡Ya está bien! ¡Lo peor es que ahora lo vas a contar a todos!

– ¡No, eso, no! ¡No debes preocuparte! Nunca te he dicho, Virginita, que me gustas. La verdad es que te quiero desde la primera vez que te vi entrar por esa puerta. Y ahora que te he visto en acción… la verdad ¡eres un diez!

– ¡Gracias, Germán! Te lo agradezco.

– Pero, tú también debes hacerme un favor. Si de verdad me agradeces mi silencio, ¡demuéstramelo!

– ¿Cómo?

– ¡Mira como estoy! ¡El espectáculo me ha puesto a cien! – Germán se bajó los pantalones y Virginia vio que realmente su paquete no cabía en los calzoncillos, muy húmedos.

– ¡Por favor, Germán, súbete los pantalones! ¡Eres un hombre casado!

– No metas a mi mujer en eso. ¡Mira, toma! – se sacó su pene completamente erecto e hizo que Virginia lo tomara con su mano. Ella la apartó decidida ante lo cual, Germán le espetó: – Tu misma, pero ya veo que no quieres ser mi amiga. Pues yo no seré tu amigo. ¡Voy ahora mismo a contarlo todo a mis compañeros!

– ¡No, eso no, por favor, Germán!

– ¡Pues, hazme una buena paja!

Virginia, resignada, cogió con la mano la verga de Germán y empezó a masajearla. Primero suavemente, luego con fuerza. Aunque parecía imposible, la polla se hizo todavía más larga y gruesa. Alguna gotita empezó a asomar por la punta ante lo que el chico dijo: – ¡Uy, cuidado, que vamos a manchar el suelo! ¡Por favor, procura con la lengua que no se derrame en absoluto!

La chica hizo por replicar pero vio que era una tarea imposible y le lamió la punta del nabo para secarlo. Pero enseguida otra gota hizo su aparición. Y otra. Y otra. No daba abasto con la lengua y empezó a chupar la polla con los labios.

– ¡Vamos, termina ya, cabrón!

– Oye, debes tratarme bien, que soy tu amigo!

– ¡Un amigo no hace eso a una buena chica como yo!

– ¡Espera, Virginia, deja que tome los plátanos!

– ¿Ahora te entró hambre?

– ¡No, no son para mí! – y entonces Germán introdujo los plátanos en la vulva y en el culito de Virginia. Ella quiso quejarse pero empezó a gemir de gusto.

– ¡Que cabrón que eres! ¡Qué bien que mueves los plátanos, hmmm!

– ¡Toma, toma y toma! ¡Come y calla, Virginita, que con la boca llena no es de buena educación hablar!

Virginia tuvo su quinto orgasmo y ante la pasión de la chica, Germán no aguantó más y tuvo el suyo en su boca. ¡La verdad es que su semen estaba muy rico! Había deseado tanto comer una polla! Aún con los plátanos penetrándola, Germán la levantó y le dio un beso en la boca y le dijo que tranquila, que iba a cumplir su parte del acuerdo y no contaría a nadie lo que vio.

En ese momento, un aplauso irrumpió en la oficina y vieron como sus compañeros sonreían admirados por el espectáculo. Mi Virginita se quitó los dos plátanos y, muy avergonzada, corrió a ponerse el tanga.

– ¡Germán, te felicitamos! ¡Qué suerte has tenido que este bombón te la haya comido! – dijo Roque- ¡Y a ti también, Virginia, te felicitamos. ¡Qué bien tragas, y que buena estás!

– ¡Por favor, vamos a dejarlo! – suplicó la chica – ¡Sobre todo, que no se entere el jefe, por favor!

– ¡Pues claro que no, hija! ¿Por quién nos has tomado? – contestó el Sr. Jonás- No somos unos chivatos. ¡El Sr. Martí nunca va a saberlo! ¡Te iba a despedir solamente enterarse! Nosotros te queremos. ¡Yo, por lo menos, como a una hija!

– ¡Gracias, Sr. Jonás! Siempre le vi como a un gran compañero.

– Lo sé, lo sé, hija. Pero bueno… ¡supongo que vas a agradecer nuestro silencio! – dijo el Sr, Jonás.

– ¡Sí, sí, claro, os lo agradezco mucho, amigos! – contestó la chica, intentando arreglarse los pliegues de la faldita.

– Quiero decir, ejem, ejem, que no sólo nos lo agradecerás de palabra ¿no, hija?

– Claro, Virginia, tu agradecimiento será sincero, ¿no? – intervino Roque.

– ¡Totalmente sincero, amigos! ¡Quiero mantener el lugar de trabajo!– dijo Virginia.

– ¡Pues, mira, demuéstralo! – dijo el Sr. Jonás – Me gusta mucho como hueles. ¡Me encantaría que te acercarás y pudiera olerte tu cuello, sin tenerlo que hacer a escondidas!

– ¡Ningún problema, Sr. Jonás! – dijo la chica acercando su cuello al hombre que ya aspiraba con los ojos cerrados el aroma de su perfume mezclado con su buen olor natural.

– Bueno, también tendrás que cumplir un deseo mío. – dijo, pícaro, Jose – Antes, por la mañana, vi sin querer que usabas una bonitas ligas pera sostenerte las medias. Me gustaría volverlas a ver.

– De acuerdo, si eso compra tu silencio ante el jefe. – Y Virginia levantó un poquito su falda para mostrar las ligas negras de encaje. La admiración se adueñó de las caras de todos los presentes.

– ¡Que bonitos muslos, hmmm! – exclamó Fran – Virginita, yo te pido un favor muy sencillo. Antes intentaba adivinar como son los sostenes que llevas. Si me los muestras, no diré nada al jefe de lo que vi antes con Germán.

– Pues mira atentamente si eso hace que no digas nada al Sr. Martí – contestó Virginia y mostró una tira blanca inmaculada. Luego, ante la cara de deseo de sus compañeros, se desabrocho un poco más la blusa, y descubrió un fabuloso escote en un sostén de encaje.

– Virginia, tu sostén es fabuloso. – dijo admirado Pedro- Pero antes me preguntaba si usabas o no braguitas y de qué color eran. Ahora ya vi que usas un diminuto tanga blanco, pero, si quieres que no te descubra ante el jefe, me gustaría volverlo a ver.

– ¿Qué puedo hacer? ¡Estoy en vuestras manos! – contestó, rendida, Virginia y se subió un poquito más la falda hasta que descubrió el tanga blanco que cubría su húmedo sexo. La chica estaba avergonzada pero la situación la calentaba al saber todos los ojos puestas en sus bellezas.

– ¡Ahora es la mía! – dijo Ramón! – Desde que te vi que suspiro imaginándome tus nalgas. Por favor, muéstramelas y mi boca quedará sellada ante el jefe. Virginia, sabiendo que no podía oponerse, se puso de espaldas a todos y se levantó ligeramente la falda. Aunque sus rotundas nalgas casi lo cubrían por entero, se podía adivinar la obra de arte que conformaba el bonito tanga. Los espectadores no pudieron evitar aplaudir entusiasmados. Ella, como agradecimiento a los aplausos, contorneó ligeramente su culito. Eso volvió a despertar la aclamación de los presentes. Enseguida, con timidez, se volvió a bajar la faldita.

– ¡Eres una chica muy guapa! – dijo admirado Roque – Mira, Virginia, antes te invité a ir con nosotros a comer al bar. Pero tú no pudiste venir por exceso de trabajo. Creo que debes comer algo, que debes estar hambrienta.

– Sí, algo de hambre tengo, es cierto. Todavía no comí.

– ¿Te apetece volver a comer algo de plátano? ¡Antes vi que lo tragas muy bien! – dijo Roque acercando los dos plátanos a la entrepierna ya mojada de la joven. Ella intentó resistirse, pero le vencía el deseo. Él le apartó un poco las braguitas y con un movimiento circular, apuntó los extremos de las dos piezas en su vulva y, apenas sin forzar, las introduzco juntas hasta mitad. Eso arrancó un suspiro excitado de placer. El Sr. Jonás se acercó de nuevo a oler el cuello de la joven y empezó a besarlo y a lamerlo. Jose empezó a acariciar las ligas de las medias con pasión. Pedro, enamorado del tanguita, lo cogió suavemente y lo fue bajando hasta quitárselo completamente; lo besó y lamió y lo guardó en su bolsillo. Y entonces tomó uno de los plátanos y ayudó a Roque en su introducción, ahora prácticamente completamente los dos dentro de la vagina. Ramón, un apasionado del culo de mi Virginia, se puso tras suyo, le subió la faldita y le empezó a besar y a mordisquear sus bonitas nalgas. Enseguida la chica empezó a gemir y a tener espasmos de placer. Los plátanos rezumaban el abundante líquido provocado por su nuevo orgasmo. Pedro lamió el fabuloso jugo y dijo – ¡Estos plátanos están riquísimos!

Roque cogió los plátanos y, dándoselos Ramón, le dijo: – Toma, Ramón, mira que no tenga hambre también tu amado culito de Virginia. – Ella, asintió tímidamente con la cabeza, como pidiendo que sí por favor, y Ramón empezó a introducir un plátano en el agujerito posterior de la chica. Para facilitar la penetración frutal, la puso en pompa encima de la mesa y el plátano entró con suavidad. Cuando quiso introducir el segundo, vio que no parecía posible y entonces Pedro lo introduzco en la vagina, muy jugosa, y se lo devolvió a su compañero para que hiciera el segundo intento de introducción anal. El plátano, ya bien lubricado, entró perfectamente hasta casi la mitad. El Sr. Jonás seguía oliendo y besando el cuello de la chica hasta que se atrevió a besarla en la boca. ¡Su sabor era a ambrosía! Fran terminó de desabrochar la blusa de la joven y empezó a acariciar y a besar su amado sostén. Introduzco rápidamente una mano para tocar su pecho y luego la otra. Le quitó la pieza de lencería i admiró sus tetas tan lindas. Enseguida acercó su boca y empezó a mamarlas apasionadamente. Jose ahora lamía los muslos de mi Virginita y le fue bajando las medias hasta quitárselas. También, tras olerlas y besarlas, se las guardó en el bolsillo. Pedro se puso encima de la mesa bajo la chica i quitándose un mísil del pantalón la empezó a penetrar ahora suavemente, ahora salvajemente. La vagina estaba muy prieta a causa de la fruta que comía por el ano. Pero el placer era inmenso y Virginia explotó en otro orgasmo y bañó a Pedro con su eyaculación vaginal, así como a Jose que le acariciaba los muslos. La chica estaba desnuda, sólo con su faldita plisada en la cintura, encima de la mesa y amada por todos sus compañeros de la oficina. Ramón, que estaba muy excitado, quitó un plátano del ano de la chica y con su pene erecto le penetró en un momento el agujerito y empezó a moverse rítmicamente. Germán, que ya volvía a tener su miembro tieso, ocupó el sitio de Pedro y penetró vaginalmente a mi Virginita. Ella le miró con agradecimiento y le regaló una sonrisa. José acercó su lengua al clítoris de la chica y empezó a succionarlo y a lamerlo. Virginia gritó de placer y tuvo un estruendoso orgasmo. El Sr. Jonás, se sacó de la bragueta su miembro hinchado y lo acercó a la boca de la chica. Ella, con cara pícara como riñendo al hombre de más edad de la oficina, empezó a succionarlo con fruición. Mientras tanto, Fran puso su miembro viril entre las tetas de Virginia haciéndose un extraordinario masaje. Roque, ya a cien, quitó el plátano del ano de la mujer y pidió a Ramón que le hiciera un poco de sitio. El segundo pene entró en el culito y la joven tuvo un orgasmo fantástico. Entonces, Jose se quitó su pene del pantalón, y empezó a restregar-lo por los muslos de la chica. El Sr Jonás, al verla tan caliente y feliz, con un gran gemido evacuó su leche en la garganta de Virginia. Al unísono, Germán eyaculó en la vagina en gran cantidad. Fran disfrutó al máximo de la cubana y ducho las tetas i el cuello con su semen. Pedro, se sacó el tanguita del bolsillo, lo besó, envolvió su pene con él y penetró la vagina de la chica mientras Germán, ya saciado, masajeaba su clítoris. Roque y Ramón explotaron simultáneamente en el culo de mi Viginia y ella, al notar la leche caliente en sus entrañas, tuvo el mayor orgasmo del día. En ésas que Jose eyaculó entre los muslos de la chica. Pedro, de nuevo duchado por los jugos vaginales, ya no pudo más y llenó el chochito con su semen con un grito de vencedor.

Todos abrazaron juntos a Virginia, la besaron y agradecieron lo cariñosa y sumisa que había estado con ellos y le aseguraron que nunca le dirían nada al jefe. Que no se preocupara.

En esas que se oyó un vozarrón que interrumpió la tierna escena: – ¡Efectivamente, no me diréis nada! No hace falta, porque lo he estado viendo todo. Virginia, como puedes pensar, no puedo tener una puta trabajando en mi empresa. Así pues, ¡estás despedida! Y no sólo eso, sino que lo primero que haré será decírselo a tu novio. ¡No quiero que el pobre infeliz se case engañado con una chica como tú!

– ¡No, por favor! ¡No le diga nada a mi novio! ¡Por lo que más quiera!

– Por lo que más quiera, hmmm, bueno… si te pones así… Lo que más quiero, después de verte en acción, ¡está claro lo que es!

– Sí, Sr. Martí, le daré lo que más quiera, ¡pero no le diga nada a mi novio!

– Ven, ven, hija… me parece que vamos a tener un acuerdo… y vosotros, ¡a trabajar, pandilla de vagos! ¡Y sin mirar, que Virginita y yo trabajaremos un buen rato hasta cumplir nuestro acuerdo! Y, si la cosa funciona, quizá, ni te despida. Una chica como tú puede ser muy útil a mi empresa! Ven, ven, a ver… súbete un poquito más la faldita… hmmm… ¡Venga, todos a trabajar! ¡Vagos! ¡Y tú, tambien, Virginita, ven, ven, a trabajar… hmmm!

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