Pues resulta que estaba de vacaciones en la playa. Había podido ver que en méxico hay mujeres hermosísimas, pero al llegar a la habitación lo acabé de comprobar, de la habitación de junto, sa´lió una chica, probablemente la más hermosa que haya visto jamás; ojos castaños muy claros, cintura muy breve, curvas muy pronunciadas en su bañador, y unos pechos firmes, aunque no muy grandes, una piel dorada y sin vello visible, cabello castaño claro, rizado, con ese olor que incitaba a cualquiera.
parecía de mi edad, así que no dudé en preguntarle su nombre cuando me la encontré en el acensor.
«-se puede saber cómo se llama la mujer más bella que he visto?»-
se sonrió, como queriendo decirme que no era el primero que se lo decía, pero no contestó. entonces proseguí:
«-supongo que debes estar cansada de que te lo digan pero juro que soy sincero, eres hermosa»-
«-gracias»
por fin contestó.
«-mi nombre es karla, y tu tienes nombre?»-
«-claro, soy diego»-
luego se abrió la puerta del asensor y pensé que se despediría, pero me preguntó si haría algo en especail, y repuse que no, entonces dijo:
«-por qué no me acompañas a tomar el sol»
Acepté incrédulo que aquello fuera realidad, me dijo una ves que estabamos en la playa, que su familia había ido a un pueblo cercano a la playa, pero no dijo a qué hora regresaban, y no quise preguntar. Platicamos largo tiempo de ella y de mí, y teníamos mucho en común. Luego de un rato me invitó a la piscisna y acepté con el único afán de verla en bikini, y sin ese pareo que le cubría las nalgas. Se quitó el pareo y me dejó ver esas hermosas nalgas que me comenzaron a crear pensamientos algo íntimos. Nos metimos a la piscina, yo derrepente hacía como que jugaba, pero «accidentalmente le tocaba la cola, le rosaba los senos pero lo hacía parecer inocente, no creí que ella hubiese sospechado que lo hacía intencionalmente hasta que sin querer, casi le bajo el bañador intentando tomarla de la cintura, pensé que me daría una bofetada pero sólo me miró y me dijo:
«-quieres verme el coño o qué intentabas?»
Me puse rojo como un tomate y le dije que fue accidental, sólo se sonrió y me dijo que todo estaba olvidado. Salimos de la piscisna y nos fuimos a la playa, se acostó en la arena sobre una toalla y me pidió que le pusiera crema para asolearse, obedecí imediatamente, pensando que mis manos pudieran tocar su piel y recorrerla despacio. Así fue, comencé con sus pies, ella estaba boca abajo, llegúe a los muslos y mi miembro empezaba a ponerse duro, al llegar a su trasero, me detuve un poco y me dijo.
«por qué te detienes?»
No respondí, seguí hasta sus glúteos, acariciandolos, haciendo cada ves más difícil discimular mi bulto en el bañador, le recorrí la espalda, y al llegar al cuello, se dió vuelta y me pidió que le pusiera en el vientre, vio de reojo mi polla erecta, pero no dijo una palabra, yo le llené el vientre de SUNBLOCK, pero bajé poco a poco la mano hasta posarla por encima de su sexo, sólo le acaricié la entrepierna y quité la mano.
Más tarde se levantó y dijo que tomaría una ducha, la acompañé hasta su habitación, y cual es mi sorpresa que se desviste apenas habiendo entrado y se mete al baño, me dice que espere, y yo obedezco, después de unos 30 minutos, salió de la ducha , abrió la puerta y estaba anvuelta en una toalla, me quedé extasiado y mudo, ella dijo.
«te molesta que me desnude?»
Rápidamente contesté que no, y así lo hizo, se quitó la toalla, me dejó ver su panocha, escasa de vello púbico, de la cual no pude quitar la vista, no parecía molestarle, se llenó de crema hidratante, se puso una tanga, ana falda y una blusa sin sostén, una ves lista, me dijo que fuéramos a mi habitación, así lo hicimos, me dijo que me bañara y que me cambiara para ir a comer, apenas me iba a quitar la camisa cuando se inca ante mí y me abre el pantalón, mi pene dió un salto y se paró, me bajó el calzoncillo y me besó el falo, me quedé sin habla, y sólo se levantó y me dijo
«anda, métete al baño»
Me bañé cuan rápido me fue posible. Salí y me esperaba, salimos del hotel y fuimos a comer, al regresar su familia no había llegado y eran casi las 9 de la noche, así que dejó dicho en la recepción que había salido y fuimos a bailar. Al llegar al disco, no nos sentamos un segundo, estábamos muy ocupados bailando, besándonos, tocándonos, salimos del antro casi a las 3 de la mañana, pero me dijo que estaba muy hebria para ir al hotel y que no quería que esto acabara, fuimos a un mirador que estaba desolado, apenas me sentaba en una banca y se sentó en mis piernas de frente a mí, me besó y sólo, pude pensar en su cola, la toqué con desesperación, la acaricié, le quité las braguitas y ella se levanto, puso su coño en mi cara y me pidió probarlo, puse mi boca en su raja y lo lamí, ayudándome de los dedos, alcancé sus labios interiores, ella se pellizcaba los senos y me pedía seguir, me negué, la vlteé y le arrenqué la blusilla, dejé sus pechos al aire y me puse uno de sus pezon es en mi boca, como por arte de magia, se detuvo, se levantó y me dijo
«basta, me toca a mí»
Se hincó ente mi, se sacó la lengua y lamío mi bulto por encima del pantalón, sacó mi verga y la mordió suavemente, la besó y empezó el mete saca que me volvía loco, se la quité de la boca y le ordené que se masturbara, me dijo que si estaba loco, pero se lo repetí, estaba tan ebria que me obedeció, puso sus dedos en su vagina, abrió sus labios y me empezó a mirar, yo hice lo mismo, me saqué el palo, me masturbé al mismo tiempo que ella, cuando empecé a eyacular, se inclinó y me chupó la leche, luego fue mi turno, y le limpié los genitales de los jugops que derramó, nos vestimos cuando oimos un auto, fuimos al hotel y mientras subíamos al piso, le toqué no sé cuántes veces la vagina y ella sólo me pedía que terminara, como no la había penetrado, la metí a mi habitación y justo a un lado de la puerta la tiré al piso, le abrí las piernas, moví un poco su tanga dejando ver su ano, le metí la minita hasta que me cansé, luego por encima de la ropa, le besé todo el cuerpo y dijo que era tiempo de irse. Sólo tengo que decirles que me masturbo todos los días pensando en ella porque jamás la ví de nuevo.
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