Hola. Soy aficionado a sexosintabues desde hace un tiempo aunque nunca me había atrevido a escribir, por lo que les regalo mi primer relato.
Después de meses de preparaciones finalmente obtuve los permisos del gobierno de Uganda para ir las montañas donde aun se encuentra una de las pocas colonias de gorilas de montaña y emprendí el ascenso a aquellas montañas que se convertirian en mi segundo hogar por varios meses y me instale en el campamento base cerca de los Volcanes de Virunga.
Al correr del tiempo empezaron los acercamientos con los machos , el trato de este con las hembras y las crías, de igual modo logro incorporarse al grupo que había seleccionado para mi estudio, eran en total ocho hembras, doce crías y dos machos jóvenes , dos hembras jóvenes y el macho, el gran lomo plateado (es el nombre que recibe el gran macho que encabeza una familia o grupo de gorilas, y se deba a que el pelo del lomo si vuelve cano o blanquecino al llegar a la edad madura sexual), de nombre, «Monstruo» nombre que había recibido de un investigador anterior que tuvo que dejar el lugar, quien sabe por que motivos. Todo pasaba de forma regula, y esperada, al cabo de 5 meses, en el mes de julio, moni, noto que la mayoría de las crías estaban a punto de llegar a la pubertad con lo cual las hembra estaba comenzando su celo casi de forma sincronizada, por lo tanto, «Monstruo» tenía la laboriosa tarea de ahuyentar a otros machos que pretendían robar algunas o todas sus hembras. Esto dejaba a los jóvenes gorilas con muchas «ganas» de tener relaciones sexuales con hembras ya que «Monstruo» era muy fuerte y eficiente en su tarea de espantarlos. Esta situación dejo la puerta abierta para esta historia, como verán ahora…..
Cierta tarde, me encontraba observando a Monstruo teniendo sexo con una de sus hembras favoritas, Martha , cuando me di cuenta que estaba excitado. Sin percatarme, empecé a masturbarme sobre el short, y de repente tenía mi pene afuera y estaba dándome tremenda paja, mientras veía a Monstruo darle una tremenda cogida a Martha con su grandísimo pene (estimo que debía medir unos 25 cm de largo y un casi tan grueso como muñeca). La tenía en posición de perrito en cuatro patas y se veía que Monstruo gozaba mucho con cada embate que le daba a Martha con su pene. En medio de esta visión, me quite el short y mis interiores, y quede desnudo de la cintura para abajo, solo con mis medias y botas. Puse la ropa en el piso, haciendo un montón para apoyarme, y continué mi masturbación mientras me mecía suavemente simulando un coito imaginario mientras me pajeaba fuertemente.
Mientras me masturbaba con semejante escena, de repente me di cuenta que uno de los machos jóvenes, Edward, estaba parado a mi lado y miraba como me masturbaba. Se notaba también que estaba excitado al ver a Monstruo cogiéndose a la hembra Martha. A pesar de que no tengo inclinaciones homosexuales, no pude resistir ver que Edward también tenía un pene bastante grande, de unos 20 ms aunque no tan grueso, lo cual añadía mayor excitación a mi masturbación. Mientras tanto, el gorila joven me observaba fijamente para ver que estaba haciendo. Yo no pude contenerme y acerqué a él con mucho cuidado, arrodillandome a su lado, y con mi mano tome su pene lentamente y empecé a masturbarlo muy suavemente. Al principio, el joven gorila se quedo muy sorprendido, pero sin alejarse ni tampoco hizo ningún movimiento de rechazo a mi mano, que se encontraba bastante húmeda por la lubricación de mis propios líquidos seminales. Poco a poco, empecé a incrementar el ritmo de la masturbación, y el joven gorila pareció entender ya que tomo su mano y la coloco sobre la mía para incrementarlo aun más. Sin darme cuenta, me quito la mano y tomo directamente la iniciativa para masturbarse con frenesí, mientras continuaba mirando a Monstruo cogiéndose a la hembra Martha. Mientras, yo me había movido para arrodillarme frente al joven gorila, y contemplaba su masturbación mientras me pajeaba también yo. Después de un par de minutos, Edward eyaculo salvajemente, y un gran chorro de su leche caliente cayó sobre mis piernas y pecho, a la vez que emitía ruidos de placer por haber eyaculado. Esto llamo la atención de Monstruo que ya había terminado de cogerse a Martha, y estaba limpiándose el pene que se empezaba a poner flácido. En dos brincos, se coloco al lado del joven gorila, que asustado por que creía que Monstruo lo iba a golpear para alejarlo de la hembra, se alejo caminando de espaldas para evitar una confrontación.
Yo estaba sorprendido con la rapidez del macho Monstruo, mientras que continuada arrodillado. Me encontré a mi mismo de repente arrodillado frente al macho gigante con su pene medio flácido, mientras que este me miraba extrañado y a la vez intrigado. En ese momento no pude resistir a la tentación de tocar su pene, y empecé a hacer lo mismo que había hecho al joven gorila: masturbarlo lentamente. En esta ocasión, obtuve la misma reacción del gorila, que de inmediato se sentó en el piso como si entendiera de que se trataba todo, y se dedico a disfrutar en unas hojas que hacían una especie de cama. Rápidamente su pene creció de tamaño, y pude apreciar que era mucho más grande de lo que pensaba, llegando a unos 30 ms y con unos 6 ms de circunferencia. De cerca, se apreciaba un largo y grueso pene en su punta, mostrándose rojo y venoso, saliendo desde su funda de piel cubierta de pelos. No sé porque, pero me incline aun mas y acerque mi boca hacia su pene para pasarle la lengua la punta. El gorila no pareció molestarse así que continué un poco más, y me metí la gran cabeza en mi boca como si fuera un caramelo y pude sentir el sabor y el olor de su semen, un líquido viscoso, junto con los jugos de la hembra. Era muy fuerte y un poco salado, pero no me dio asco, y seguí probando aquello. Nunca había mamado un pene, aunque por instinto sabía cómo hacerlo.
El gorila movido por la curiosidad imagino, se quedo muy tranquilo y empezó a moverse como si quisiera cogerse mi boca con su pene. Yo abrí mi boca lo más que pude, y empecé a recibir su gran pene en mi boca, mientras que con mi mano derecha lo masturbaba lentamente y con mi mano izquierda me jalaba también mi pene en medio de una tremenda excitación. En cuestión de minutos, sentí descargaba un chorro de semen en mi boca, fue tan sorpresivo que no pude evitar tragarlo casi todo ante el miedo de ahogarme, entonces el simio me soltó, para caer suavemente en las hojas y apoyar su espalda contra un gran tronco de árbol medio caído que hacía las veces de una silla muy cómoda. Ante mi sorpresa, cuando el gorila se sentó, vi que su pene seguí aun completamente erecto, como si no hubiera eyaculado, pero totalmente lubricado por su semen y mi propia saliva. Como estaba desnudo, tome un poco de mis propios fluidos con mi mano, y me los unte en mi culo para lubricarlo, y sin pensarlo dos veces, me levante con cuidado y me senté en cuclillas sobre el gran gorila mientras que tomaba su enorme pene con una mano, y lo guiaba a mi culo. Ya les había dicho antes que no soy homosexual, aunque ocasionalmente me gusta gozar de un pequeño consolador mientras me masturbo, o que mi novia me meta un par de dedos mientras cogemos. Sin embargo, nunca había tenido en mi culo un aparato del tamaño del pene de Monstruo. El gorila estaba descansando con los ojos cerrados después de haber eyaculado, de manera que no se percato de lo que estaba pasando, hasta que sintió mi mano en su pene, y ya yo me estaba sentando en el mismo. Sentí algo caliente, muy grande en mi esfínter, pero sin dudarlo, me senté de un solo golpe hasta que metí la mitad. Aunque me dolió un poco, estaba tan lubricado que amortiguo el dolor. . El gorila se dio cuenta de lo que pasaba, pero no entendía así que se quedo quieto ante el placer que le estaba proporcionando. Probablemente nunca había sentido algo tan estrecho como mi culo, porque su cara parecía iluminada y sus ojos negros se agrandaron para mostrar su asombro. Yo aproveche para mirarlo a los ojos, y con una media sonrisa dibujada en mis labios, pensé para mi mismo: seguro que nunca te habías cogido algo parecido, verdad? Aprovecha y dame duro Monstruo…
De repente, volví a la realidad, y sentí un dolor espantoso. El gorila había movido sus caderas hacia arriba, y me había mandado el resto de su pene hasta el fondo. Les juro que era el dolor era insoportable, como ariete de hierro caliente llenando mi culo, un ariete hecho de venas y sangre. Quise gritar pero me contuve para evitar que el gorila se asustara y me hiciera algún daño. De repente, se empezó a mover dentro de mí, con un mete-saca desde abajo al tiempo que me agarro con sus enormes manos peludas por la cintura, como si supiera que este era el movimiento que debía hacer, y me empezó a sacudir como un muñeco de trapo. Mis 104 kilos no eran nada para ese enorme animal de más de 300 Kg, con una fuerza inmensa. El gorila estaba follándome sin piedad, y sin darme cuenta yo me empecé a apretar contra él, buscando que me lo metiera cada vez más adentro. No sé cómo, introduje mi mano entre mis piernas y conseguí tocar la polla que me follaba; parecía increíble que una cosa tan grande cupiera en un espacio tan pequeño. Tocar con mis dedos aquella masa de carne sedosa y férrea me lleno de un sentimiento de satisfacción que nunca había experimentado. Pueden creerme que tenía mi ano tan sensible que era capaz de sentir el glande dentro de mi culo, como se restregaba aquel capullo dentro de mí, y como me raspaba deliciosamente cada vena, cada pliegue de su rabo?
El gorila siguió moviendo arriba y abajo con sus manos, mientras con sus caderas seguía el ritmo, y me metía y sacaba su enorme polla de mi culo que a estas alturas estaba completamente dilatado y lubricado por la mezcla de mis jugos y los del gorila. De repente, entre mis jadeos y resoplidos del gorila, este me agarro fuertemente hacia abajo para meterme su polla hasta el fondo, hinchándose de forma tal que pensé que iba a explotar dentro de mí y sentí dentro de una explosión liquida, un torrente de fuego que me quemaba y me llenaba de leche mis entrañas. El gorila no me soltó, y permaneció por unos instantes empalándome hasta el tope, con su polla bien adentro de mi culo, disfrutando de los últimos momentos de su orgasmo. En ese momento, yo me corrí también, aunque ni siquiera me había tocado el pene durante todo este tiempo, pero la excitación era tal que me vine solo, soltando un chorro de leche en la panza del animal, el cual me agarro lentamente para levantarme y colocarme en el piso a su lado sin siquiera levantarse de la cama de hojas en que estuvo sentado durante toda la cogida. Cuando se retiro, note como varios chorros de semen resbalaban por mis muslos, sin duda su corrida había sido tan abundante y mi culo estaba tan dilatado por la tremenda follada que su leche escapaba de mi agujero. Al quedar a su lado, mire al gorila a los ojos, y note que el muy pícaro tenía una sonrisa dibujada en su boca, como burlándose de mi. Sentí una mezcla de pena y risa, por la vulgar situación en la que me había metido, pero estaba tan satisfecho que no le hizo caso a la vergüenza… mas bien, al verme allí al lado del gorila con su pene medio flácido, y lleno de jugos y restos de mis heces, me dije a mi mismo: total, si nadie me ha visto, porque no gozar tranquilo. En eso, sentí la mano del gorila en mi nuca, como acercándome a su pene, y sin pensarlo ni puse resistencia mientras me acercaba con la boca abierta a su polla para saborear los restos de semen mezclados con los sabores de mi propio culo que impregnaban su miembro. Saboree su creciente pene como un chico obediente, hasta que comenzó a crecer de nuevo en mi boca, aunque esta vez no tan duro y grande como antes, tal vez producto de tres eyaculaciones en menos de 15 minutos, y aunque sin duda se notaba cansado, el condenado gorila quería que se la siguiera mamando!
Mientras estaba arrodillado en cuatro patas mamándole el rabo al gorila, sentí nuevamente algo caliente en mi culo! Me voltee para ver que era, y me di cuenta que era el gorila joven, Edward, quien sin duda se había quedado cerca después de que Monstruo lo alejara, y había disfrutando todo el show que habíamos dado. Todavía excitado por la masturbación que le había hecho, y tal vez tranquilizado al ver que Monstruo estaba muy calmado, y sin ánimos de pelear, el joven gorila se había arrodillado tras de mí y apretaba su verga peluda contra mis nalgas, buscando cogerme como si fuera una hembra gorila. Como Monstruo seguía con las ojos cerrados, aproveche para coger la polla de Edward con mi mano, y la guie suavemente a mi culo; apenas sintió que había algo que cedía ante su enorme pene, el gorila dio un solo empujón, y me ensarto su polla hasta el final, a lo cual yo no tuve otra reacción que recular hacia atrás para empalarme aun mas con un suspiro de placer y dolor. Como tenía el culo tan lleno de leche de Monstruo, aunque me dolió un poco, no tuvo dificultad en entrar. Una vez adentro hasta el fondo, el joven Gorila se empezó a mover salvajemente como lo hacen instintivamente con las hembras, lo cual yo aproveche para inclinar hacia delante y volver a meter la polla de Monstruo en mi boca, y así evitar que se despertara y viera al joven gorila cogiéndome, sino que al menos me viera mamándole la polla y se quedara tranquilo. Así fue, cuando los resoplidos del joven gorila al cogerme, lo despertaron, se movió un poco pero yo le agarre la polla fuertemente con mi mano, mientras me la chupaba como una chupeta, lo cual lo calmo. No sé si le dio risa ver al otro gorila cogiéndome, porque escuche unos ruidos raros que nunca antes les había escuchado en mis observaciones, pero pareciera que estuviera gozando, mientras le hacía gestos al joven gorila para que continuara como aupándolo.
En ese momento, el joven gorila gimió fuertemente mientras me agarraba por la cintura y explotaba dentro de mí con igual fuerza que Monstruo, y me lleno de leche los intestinos. Parece que estaban sincronizados porque casi el mismo tiempo, sentí otra vez la leche cliente de la polla en mi boca, pero esta vez la abrí un poco para dejar que escurriera por los lados, y cayera sobre la barra de carne caliente que estaba saboreando. Sin esperar mucho, el joven gorila se separo de mi, y salió corriendo, asustando cuando Monstruo emitió un fuerte sonido, pero por la eyaculación que estaba teniendo otra vez. Allí estaba yo con el culo abierto y chorreando leche de nuevo, mientras terminaba de limpiar los restos de semen del pene de Monstruo. Les juro que nunca me había sentido tan satisfecho, aunque ya lo había dicho antes, pero esta vez me sentía en el cielo. Al terminar de limpiar la última gota de semen del pene de Monstruo, este se paro violentamente y salió corriendo para meterse en la selva…sin mirar atrás un momento.
Allí quede tendido en las hojas por varios minutos hasta que me vestí y salí caminando al campamento…..
los hechos son totalmente ficticios, producto de un sueño humedo zoofilico super exitante.
Si tienen comentarios no lo duden. Les daré respuesta.
Espero les haya gustado este que es el primero de una serie de relatos que haré llegar a ustedes. Me despido.
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