Llevaba poco tiempo en la ciudad, aun no conseguía trabajo y no tenía dinero para salir, en las noches me gustaba salir al patio trasero
desde donde se divisaba la inmensidad del firmamento en todo su esplendor, hermosas estrellas con todo su fulgor me saludaban desde allí.
En algunas ocasiones me gustaba poner la escalera y subir a una pequeña plancha que había sobre el cuarto trasero junto al patio y desde allí observaba las casa vecinas que tenían ventanas hacia el patio esperando que apareciera alguna vecina cambiándose de ropa o mejor dicho, empelotándose. Pero nunca tenía buena suerte. y lo único que veía eran cortinas cerradas y a veces una sombra que pasaba rápido.
Me quedaba solo en la tarde y solo pensaba que llegara la noche para subir a dar una miradita. cierto día estaba allí atrás en el patio sentado junto a la mesa mirando una edición de una revista muy conocida de chicas desnudas donde salía una rubia muy exótica, que me ponía cachondo con su culito redondo y dorado.
Estaba haciéndome una rica paja, cuando escuché a alguien, era la vecina que estaba en el techo de enseguida revisando el tanque de reserva de agua una chica hermosa como de 18 años; me mande la mano a la pantaloneta y apreté mi pene y deje la revista abierta, le sonreí y ella correspondió, así que me apreté mas fuerte el pene y ella se lamió lo labios, tenía unos pequeñísimos shorts que remarcaban sus preciosas nalgas y se agacho dentro del tanque a lavarlo por dentro dejando su culo empinado y abierto que me provocaba estar justo detrás y penetrarla hasta el fondo.
Saqué mi pene y me empecé a masturbar, mientras le miraba el culo imaginándome dentro de ella, me seguí haciendo la paja mientras le miraba el culo y ella sabía que la miraba porque sacaba una mano para acomodarse el short. Yo estaba súper emocionado y me miré la verga, ¡Como la tenia de dura! era una gran inspiración esta chica y cuando levante de nuevo la mirada ella estaba mirándome, pero al verme quito la mirada y siguió lavando el tanque.
intenté llamar su atención para que mirara de nuevo pero parecía tímida y no me mostró su rostro pero si se paró en otro ángulo y volvió a acomodar su short y esta vez lo haló hacia un lado mostrándome su hermosa panochita….
UFFFF no me lo podía creer me comencé a masturbar con mucha más energía e inspiración, ella de vez en cuando miraba unos segundos pero luego de una leve sonrisa nerviosa quitaba la mirada… Me puso a mil y cuando empecé la recta final que ya estaba a punto de eyacular ahora si la chica se me quedó mirando se concentró en mi pene y me mostraba su cosita hermosa y deliciosa.
se lamia los labios se tocaba y ya al final me quedo mirando fijamente como sabiendo que yo ya estaba al punto exacto de explotar abrió la boca y suspiró luego se mordió los labios y salió disparado un enorme chorro de leche sobre la mesa y la revista y también cayó en mi pantaloneta, y mi mano toda llena de leche por encima, su sonrisa ya no fue tan inocente como la timidez que quería mostrar al principio. Miraba mi semen esparcido y parecía deleitarse, cuando de repente alguien la llamó y ella me sonrió mientras movía sus labios diciéndome:“chao”
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