En los primeros dias de enero el centro de Madrid es un hervidero de personas que aprovechan los ultimos dias para hacer sus compras de reyes.
Los transportes publicos que van o pasan por la Puerta del Sol van completamente llenos de gente.
Yo aprovecho esos dias para practicar una de mis diversiones favoritas: montarme en el metro y arreglarmelas para ponerme delante de algun chico bienparecido y sentir como muy pocos se resisten a restregarse contra mi trasero; algunos se disponen para restregarse una pierna, otros culo contra culo y los mas atrevidos restriegan su polla hasta que más de uno ha acabado corriendose.
El juego es más excitante cuando elijo un chico que vaya acompañado de su novia.
Notar como los machos prefieren restregarse y tocar a una desconocida sin que su novia se de cuenta me excita muchisimo.
Esa tarde elegí para mi juego a una parejita de unos 25 años, ella rubia y muy guapa y el moreno de pelo y de tez y aspecto muy deportivo.
Pronto senti la pierna del muchacho restregandose contra mi culo.
No solo no me aparté sino que me apreté contra él y comencé a hacer un movimiento muy leve adelante-atrás que note era correspondido.
My excitacion iba subiendo, sobre todo porque frente a mi se habia situado un hombre joven con pinta de ejecutivo y con su brazo, que sostenía una cartera de mano, cada vez que el metro arrancaba o frenaba, me rozaba las tetas.
No sabia si prestar mas atencion al que me estaba tocando las tetas o al que sobaba mi trasero pero di un respingo al sentir una mano bien abierta acariciandome las nalgas.
La mano correspondía a la acompañante del muchacho, que se había abrazado a el y aprovechaba para sobarme tambien ella.
Con disimulo giré mi cabeza y vi que me sonreia, yo también le sonrei y me giño un ojo picaramente, haciendome una leve señal de que me diera la vuelta hacia ella.
Asi lo hice dudando de que iba a pasar a continuacion y como no habia movido la mano de sitio, que quedaba sobre el culo del muchacho, al girarme quedo frente a mi entrepierna que comenzo de inmediato a acariciar mientras le decia cosas al oido a su novio pero mirandome a mi.
Yo acerqué un poco el oido y pude comprobar que lo que le decia a su novio en realidad me lo dirigía a mi: «me gustaria hacerte correr aqui mismo, entre tanta gente» «bajate la cremallera del pantalon» «que caliente lo tienes».
De subito note que habia introducido su mano por completo en mis pantalones y retirando mi braga me estaba acariciando el coño.
Como pude me acomodé para hacerle más facil llegar hasta mi clitoris, cosa que hizo de inmediato, mientras con la otra mano debia estar masturbando a su novio.
Con el movimiento del metro consiguio que en un minuto frotándome me viniera un fuerte orgasmo mientras ella me sonreía.
Me subi la bragueta del pantalon y me acomodé.
Estaban a punto de abrirse las puertas del vagon y pregunté a las personas de alrededor si iban a salir en la proxima estacion, cuando «mi amiga», me acerco a la boca el dedo gordo y me lo metio dentro haciendo que lo chupara, sintiendo el sabor incomparable del semen de su novio, que tragué con placer.
Asi y con una buena masturbacion aquella noche acabo mi aventura en el metro.
Si esa chica lee este relato, por favor, que se ponga en contacto conmigo para repetir la experiencia o hacer lo que ella quiera.
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