Mi cuñadita

Mi esposa estaba embarazada de nuestro primer hijo, tenia mas o menos 5 meses de embarazo, y estaba muy apatica en lo sexual, no queria absolutamente nada.

Era verano y habia un recital que mi cuñadita Paola de 15 años queria ir, como no le daban permiso intercedí por ella ante mi suegra y le conseguí permiso acompañandola esa noche. Todo trancurrió en forma normal, cuando terminó nos vinimos a nuestra casa, ella durmió en una canma que mi esposa le habia preparado.

Al otro día en la mañana, mi esposa salio a su trabajo, quedandome solo en casa con ella, mil cosas pasaban por mi mente en esos momentos, hasta que por fin decidi, y hasta hoy no me arrepiento de nada, de abordarla en su cama.

Al principio le di un suave beso en los labios que ella aparentemente no sintió, luego la destapé y comenzé a jugetear con mis manos sobre su blusa, tocando sus pequeños pero firmes pechos. Sobreluego que ella despertó turbada por la situación, se trató de cubrir pero lo unico que consiguio fue que yo me acostara sobre ella y forcegeara algo con ella. Ella solo decia tu?, tu?, como pensando que nunca imaginaba que yo hiciera algo igual, poco a poco fue cediendo, hasta que logré sacar su blusa y sus calzoncitos, comensando a besarla por todo su cuerpo, su piel tersa y blanca, era muy rica, como un sueño, rapidamente recorrí su cuerpo hasta llegar hasta su entrepierna y comenzar a besar sus labios menores y entreter con mi lengua su clitorito, pronto ella tambien se sumó al juego, tomandome la cabeza por mi nuca y refregandome contra ella, cambio su jadeo por unos aahh! aahh!! que no se si los vecinos oirian.

Estaba realmente excitada (y yo más aún), pronto comenzó a humedecerce hasta que logré llenar mi boca de sus ricos jugos calientes, sali de ahí, logrando llevar sus piernas a mis hombros la penetré suavemente al principio y con cierte frenesí luego, con miedo de no terminar dentro de ella, me detube por unos momentos para que ella con sus manitos tocará y jugara con mi miembro con un rico sube y baja comenzo a masturbarme, ahora el que aullaba era yo. En eso comenzó lo increible, avanzó su cabeza hacia mi mienbro y comenzo a besarlo primero, para despues pasarle la lengua como aun dulce y por ultimo como broche de oro lo hizo desaperecer en su rica boquita logrando que se reventara en un chorro de leche que saltó por sobre su cara, su pelo, la cama y hasta en la muralla. Fue sencillamente fantastico e increible pero no unico, luego hubieron mas contactos, de los cuales les contaré más adelante.

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