Amantes de los culos sucios

Una pareja de esposos y su criada se entregan a exquisitas sesiones de sexo sucio

Salíamos de la fiesta un tanto ebrios y excitados. Mi mujer me susurraba al oído mientras caminábamos hacia la casa: “papito, esta noche me vas a culiar rico mientras yo le chupo el culo a Tencha que nos debe estar esperando haciéndose la dormida”. “Claro mamita”, respondí yo, “pero también tengo ansias de tu culo y de tu mierda”.

Tencha era nuestra criada, una mujer de 50 años con un culo enorme, unas tetas grandes y un clítoris descomunal, como una pequeña verga. Hacía rato formaba parte de nuestras inclinaciones sexuales, de nuestro vicio por el sexo, por los culos, por la mierda. Cuando llegamos nos fuimos directamente a la alcoba de Tencha. Aparentaba dormir bocaabajo, con una pierna recogida y muy abierta. Podíamos verle el ojo del culo con pequeños grumos de mierda. Mi mujer se abalanzó sobre Tencha y empezó a chuparle el culo. “Acaba de cagar y no se ha limpiado el culo”, dijo mi mujer excitada. “Dame esa lengua sucia”, le dije a mi mujer que me la ofreció con prontitud. Saboreé la lengua y me deleité con los pedacitos de mierda que se habían adherido a ella. Mi mujer siguió chupando a Tencha .

Yo le bajé los calzones a mi mujer y metí mí nariz en ese ojo del culo que tanto amaba. Un pedo con algo de mierda inundó mi nariz. Yo respiré profundo para embriagarme con ese olor que empezó a llenar la habitación. Tencha hizo como que se despertaba . Mi mujer le dijo “Tencha, eres una puerca, no te has limpiado el culo”, Tencha le respondió: “el señor me dijo que no lo hiciera porque esta noche ustedes venían a limpiármelo con la lengua”. Yo saqué la nariz del culo de mi mujer y la acerqué a la boca de Tencha. “Chupa mi nariz Tencha, saborea el culo de tu señora a través de mi nariz…”. Nuestra criada besaba mi nariz impregnada, mientras mi mujer ahora mordía el clítoris enorme de Tencha, cosa esta que excitaba mucho a la criada. “Señor, quiero su verga untada del culo de la señora”, dijo Tencha y yo, sin esperar otro pedido, hundí la verga en el culo de mi mujer y de inmediato me la engrasó con mierda dura y olorosa. “Ah, papito, calíbrame la mierda” dijo mi mujer levantando la cabeza. Yo bombeé fuerte por unos minutos y luego saqué mi verga con unos buenos pedazos de mierda sólida adherida a ella.

Tencha estaba muy excitada y decía obscenidades mientras mi mujer seguía mordiéndole el gallo y con tres dedos clavados en el culo de la criada. Metí mi verga untada en la garganta de Tencha que la recibió como si fuera un bombón de rico chocolate. La criada estaba ahora como poseída, me chupaba con ansia viciosa y metía dos dedos en las profundidades de mi culo. Sentí que me cagaba, saqué la verga de la garganta de Tencha y puse mi culo en su boca y cagué….Un bollo grueso y largo y marrón y oloroso entró en su boca…

De inmediato mi mujer mordió más fuerte el gallo de la criada y ésta, a pesar de tener en su boca el zurullo, lanzó un grito ronco y ahogado…Se había venido la muy sucia…Mi mujer se abalanzó a la boca de Tencha y le quito con la suya un pedazo del bollo de mierda. A su vez, mi mujer pasó a mi boca el pedazo que había tomado. Lo saboreé por unos segundos y volví a pasarlo a la boca de mi mujer que lo escupió también después de degustarlo. Tencha también había escupido el pedazo de zurullo que aún quedaba en su boca y nos decía que éramos los señores más sucios y puercos del mundo, pero los más placenteramente viciosos , los mejores culiadores, los mejores amantes de los culos sucios.

Mi mujer también se vino después que Tencha cagó en su boca y yo bombeaba su culo que tanto amaba y al que dejé lleno de leche espesa y caliente.

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