Como he relatado anteriormente, mi hijastra ha insistido en pagar la clase inicial que le di y que a decir de su propia y deliciosa boca, ha hecho de su matrimonio un total y absoluto deleite, amen de dos o tres encuentros con compañeros de trabajo; hace algunos días acudieron ella y su esposo a visitarnos a su madre y a mi, llego enfundada en un vestido de verano, estampado, de tirantes y sin sostén, bastante corto, cubriendo a duras penas su sexo y sus nalgas, al saludar a su madre y pararse un poco de puntillas, me percate que sus dos hemisferios se podían observar sin hacer ningún esfuerzo, por lo que supuse traería puesta alguna tanguita de hilo dental, pero al saludarme me dice «estoy lista», no traigo nada debajo, aprovechando que su madre y su esposo conversaban a distancia, le di un paseo con mi dedo medio desde su grupa hasta su estrecho culito, exhalando un suspirillo que me excito de inmediato, respondiendo mi buen amigo con una erección inmediata, fingiendo un dolor de cabeza le dice a su marido si le puede comprar unas pastillas para el dolor, ofreciendo su madre a acompañarlo, toda vez que no conoce bien la ciudad, y yo presto asumo mi total responsabilidad de cuidar a la pequeña en lo que regresan con el medicamento, tan pronto salieron los «mandaderos» de la casa se abalanza sobre mi montándose a horcajadas sobando su vulva contra mi pantalón iniciando una danza erótica que me hizo recrear mis visitas a los mejores puteros que he conocido, sin mayor preámbulo dejó al aire sus hinchados pechos, apuntando sus erectos pezones hacia mi boca, cuya lengua ansiaba lamer y succionar semejantes melones, en esa posición la lleve hasta el sofá mas próximo, cambiando de lugar de diversión para iniciar un recorrido largo y profundo en esa vulvita húmeda y caliente que desesperaba por ser penetrada, no dejando de saludar al pequeño orto que antaño había estrenado, con una maestría singular, se voltea iniciando un 69 de lujuria, sobandome los huevos e introduciéndose gran parte de mi erecto miembro en esa boquita sensual, no soportando un minuto mas me dice «meteme la verga», y así sin mediar media palabra colocandola de espaldas de un solo golpe introduje mi falo en esa grupa ardiente que emanaba sexo sin discreción, aprovechando la posición de perrito en que nos encontrábamos y una vez que sentí sus espasmos vaginales producto de un orgasmo, ayudado por los flujos, sin previo aviso, ataque ese hoyito negro que tanto me apasiona, el hecho que haya sido sin preámbulo y la embestida sin igual, la dejo sin aliento, pero a la segunda embestida, ella inicio un movimiento cadencioso de mete y saca que obligo a llenar ese agujero, posteriormente encendimos cada quien un cigarrillo y se metió a al ducha con el pretexto de bajar un poco el dolor de cabeza, toda vez que su marido y su madre no tardarían en llegar, no cabe duda que esta chica sabe para que le sirve su sexualidad….
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